Es bastante probable que, en muchas ocasiones, a más de uno le han dolido las muñecas hasta el extremo de no poder moverlas con normalidad. En los casos de todas aquellas personas que tienen una vida muy activa, muchas han seguido con sus rutinas pensando que el malestar se iría con el tiempo. Si sucede esto, lo ideal es descansar y guardar reposo pues lo más seguro es que se trata de lo que popularmente se conoce como muñeca abierta.
¿Qué es la muñeca abierta?
Su nombre más técnico es esguince de muñeca y normalmente se caracteriza por una molestia que puede ir desde un leve malestar hasta un dolor intenso y agudo. Habitualmente, este tipo de trastorno se padece cuando se mueve la mano de un lado a otro y se nota dolor. Para poder tratar este esguince es necesario tomárselo en serio pues si no se le da la importancia que merece, puede ir a más o terminar por no curarse de la manera correcta.
Todas las articulaciones del cuerpo tienen una mecánica de funcionamiento determinada en la que todas sus estructuras funcionan correctamente de manera que para todos los tejidos que la conforman, no existe sufrimiento. El problema viene cuando este equilibrio se pierde y, en el caso de la muñeca, los huesos de esta se deslizan hacia delante haciendo que la articulación esté distorsionada y provocando pequeñas lesiones.
Causas de la lesión en la muñeca
El esguince conocido como 'muñeca abierta' se produce como consecuencia de un desgarro o estiramiento excesivo de los ligamentos que sostienen la articulación. Los ligamentos son bandas fibrosas que aportan estabilidad a esta y se componen de tejidos, también fibrosos, cuya principal función es la de unir estructuras de la anatomía humana.
Entre las causas más comunes están las caídas y los traumatismos. La primera de ellas es la que más ocurre ya que cuando una persona se cae, tiende a extender de forma automática las manos con el propósito de amortiguar el golpe. También, la práctica de actividades en las que se requiere un elevado uso de las manos para ejecutarlas es otra posible causa.
Síntomas de muñeca abierta
Los síntomas de sufrir un esguince de muñeca son bastante claros y fáciles de detectar. Los más principales son tres: dolor, inestabilidad y pérdida de fuerza. En cuanto al dolor, que este no suele ser concreto o localizado, es un malestar difuso y generalizado en toda la muñeca. Aunque no en gran medida, este puede empeorar con la movilidad y elevarse a un dolor muy agudo si se realizan esfuerzos más importantes con la muñeca.
La inestabilidad es otro de los síntomas ya que está detrás del esguince de muñeca como causa mecánica. A la inestabilidad es algo a lo que muchas personas que sufren de este trastorno se refieren: a la sensación de que como si se fuera a "desmontar" la muñeca o a salirse de su sitio.
La pérdida de fuerza sería otro síntoma que, unido al del dolor, sería el más claro. Este viene provocado por el fuerte dolor y también por la sensación de inestabilidad haciendo que la musculatura se inhiba perdiendo parte de la fuerza. Por último, la inflamación de la parte afectada sería otro claro síntoma de lesión.
¿Qué puedo hacer para mitigar el dolor?
Primero de todo, lo recomendable es dejar de mover la muñeca y luego administrar frío en la parte afectada para rebajar la inflamación y con ella el dolor de la zona. También, lo ideal para evitar moratones o acumulación de sangre es colocar el brazo en alto y moverse solamente los dedos de la mano. Una vez hecho esto y superado el malestar de los primeros minutos, es muy necesario seguir una serie de acciones que servirán al que sufra este esguince para devolver la zona a su estado normal.
Inmovilizar totalmente la muñeca no es nada aconsejable ya que la zona afectada debe someterme a estimulaciones mediante sencillos masajes para así estimular la circulación y conseguir un mejor estado de los ligamentos. Lo ideal es trabajar en la zona de la palma de la mano de manera transversa y oblicua con ayuda de los dedos pulgares, masajeando en la región dorsal y palmar del carpo durante 15 o 20 minutos cada dos días.
Si por otro lado, el dolor lo permite, también es recomendable realizar movimientos de muñeca de arriba hacia abajo. Estos deben ser lentos y nunca bruscos. Si con el paso de los días el malestar no ha disminuido, entonces lo mejor es acudir a un fisioterapeuta o a un médico especialista para que nos aplique un tratamiento más específico.
Tratamientos
El diagnóstico que llevará a cabo un especialista será por exploración física de la propia muñeca. Una exploración física minuciosa y sistemática permitirá descubrir qué ligamentos podrían estar lesionados. Además de esta, también se pueden realizar exploraciones complementarias para confirmar o descartar un diagnóstico como las radiografías estáticas y dinámicas o la resonancia magnética.
Por parte del fisioterapeuta, si la lesión está en un estado agudo, posiblemente se utilizaría el método RICE de primeros auxilios que consistiría en dejar reposar la muñeca, usar hielo, disminuir la irrigación sanguínea de la zona y reducir el edema y dolor de esta. Posteriormente, se pasarían a las movilizaciones pasivas, activo-asistidas y a ejercicios de potenciación muscular con sus respectivos estiramientos.
Si se busca la opinión de un médico, el tratamiento inicial consistirá en un reposo con férulas, ortesis o muñequeras rígidas. También, la aplicación de antiinflamatorios o la modificación de la actividad que provoca el dolor serán dos posibles formas de tratar la muñeca abierta. Si pasado un tiempo, el fuerte malestar no mitiga y los síntomas justifican seguir con un tratamiento, puede realizarse un tratamiento rehabilitador.
Si todo lo anterior falla, es probable que entonces el problema haya ido a más y sea ya de índole grave. El médico puede recomendar, en estos casos, una operación que dependerá del tipo de lesión pero que habitualmente consistirá en una artroscopia de muñeca y que permitirá ver el tipo y grado de lesión de los ligamentos de la muñeca. Según esta intervención, podrá conocerse en mayor profundidad el tipo de dolencia y así aplicarse el tratamiento definitivo.