La dermatitis atópica también es conocida con el nombre de eczema atópico y no es más que una afección de tipo cutánea muy común en los niños aunque también la pueden padecer los adultos. En un principio se pensaba que dicha afección se debía a algún tipo de alergia de la piel, sin embargo estudios recientes han demostrado que no se trata de una enfermedad alérgica. Parece ser que la causa de la misma se debe a una enfermedad inflamatoria de la piel. Acto seguido te explicaré más detalladamente cómo saber si se padece dermatitis atópica para que puedas tratarla de la manera más eficaz posible.
Síntomas típicos de la dermatitis atópica
La dermatitis atópica es una enfermedad típica de los bebés y los niños y en el 85% de los casos se suele dar durante los primeros años de vida y en la mayoría de ellos desparece sin problema con el paso de los años. Es raro que un adulto presente este tipo de afección en la piel aunque hay personas que la arrastran desde que eran pequeños y la pueden seguir padeciendo con el paso de los años. Es por ello que el eczema atópico puede dividirse en tres etapas bien diferenciadas: una primera infantil que va desde los 3 meses a los dos años, una segunda fase que comprende desde los dos a los 12 años y una fase adulta que se da a partir de los 12 años.
Durante la fase infantil, el bebé presenta una serie de síntomas bastante claros como escamas con costra, una picazón intensa y lesiones rojizas. Las zonas más afectadas por esta dermamitis son los codos, las rodillas, la cara y el cuero cabelludo. En los casos más graves, las lesiones pueden llegar a extenderse por la mayoría del cuerpo, provocando un gran malestar. La única zona del cuerpo que suele estar libre de dicha afección suele ser la que está protegida por el pañal.
En la segunda fase o etapa que se suele dar durante la infancia, hay zonas del cuerpo que se ven bastante afectadas como es el caso del cuello, las muñecas o los tobillos. La piel se reseca en exceso y es bastante común presentar numerosas heridas debido al acto de rascarse continuamente.
En la última etapa que es la adulta, las lesiones causadas por la dermatitis atópica se suelen restringir a las manos y a los pies y siguen causando rojeces e hinchazón. Pueden existir períodos de tiempo en los que desaparezca y posteriormente vuelva a aparecer. Uno de los síntomas más habituales del eczema es su picor intenso lo que en mucho casos provoca que la persona que la padece se rasque dando lugar a diversas infecciones por diferentes zonas del cuerpo.
Recuerda que la dermatitis atópica no es una enfermedad contagiosa por lo que no existe ningún tipo de riesgo de transmisión de la misma. En el caso de padecer dichas afección es importante evitar cambios bruscos de temperatura, sudar en exceso o exponerse a ciertos productos químicos que pudieran provocar un empeoramiento del estado de la piel. La hidratación es esencial para tratar y aliviar el citado eczema, es por ello que es aconsejable aplicar crema hidratante de forma diaria justamente después del baño. En el caso de que sufras alguno de los síntomas más arriba citados, es recomendable el acudir a un especialista en la piel para que pueda observarte detenidamente y pueda mandarte el tratamiento adecuado para que mejores de dicha afección con el paso del tiempo. Con un buen tratamiento podrás sobrellevar dicha enfermedad de la piel y evitar picores y rojeces realmente molestas.