¿Sabías que el resfriado común es la enfermedad mundial más extendida? ¿Sabías que además es una enfermedad incurable? Debido a la cantidad de virus que lo producen (más de 200) es muy difícil tratarlo, por lo que no queda otra que dejar pasar el tiempo y cuidarnos hasta que poco a poco vayan desapareciendo los síntomas, que serán menores si se tratan a tiempo y no se dejan empeorar. Por eso, es muy extraño encontrarnos a alguien que no pase por esta enfermedad al menos una vez al año, sobre todo al inicio del otoño y el invierno, cuando las temperaturas empiezan a descender.
Si este año te has decidido a evitar los resfriados y gripes sigue los siguientes consejos, teniendo presente que es mejor prevenir que curar, ya que una vez que empiezas con los primeros síntomas no podrás librarte del resfriado hasta pasado mínimo un par de días.
Claves para sobrevivir a la temporada de los resfriados
1-Aléjate de las personas con catarro
Evidentemente debes intentar no estar cerca de personas que sospeches que tienen catarro. Lo ideal es que alguien con resfriado no vaya a clase o a trabajar, sin emabrgo, muchas veces no es una opción que valoren muchos. Si no te queda otra que convivir con personas acatarradas al menos intenta no compartir objetos con ellos ni estar muy cerca de ellos.
2- Aumenta la higiene
Lavarte las manos regularmente es una buena medida para evitar la transmisión de gérmenes, sobre todo si tendemos a frotarnos los ojos o mordernos las uñas. Antes de las comidas es obligatorio y después de ir al baño es obligatorio. Aunque pueda parecer una medida muy básica no se sigue a rajatabla, pues aunque más del 90% de la población asegura hacerlo solo el 61% de mujeres y el 37% se lavan tras venir del baño.
3-Incrementa tus horas de sueño
¿Sabías que no dormir las horas suficientes debilita el sistema inmunitario? Pues así es. Las personas que duermen menos de 6 horas al día tienen más probabilidades de sufrir gripes que las que duermen más porque si descansamos adecuadamente nuestro sistema inmune también mejora.
4- Haz actividad física
Movernos y mantenernos activos mejora nuestro sistema inmunitario, por eso, ahora en invierno no debemos descuidar la actividad física. Según un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos las personas que hacen ejercicio aeróbico moderado (relativo a caminar una media de 30-45 minutos a paso rápido) tienen menos probabilidades de pillar un resfriado que quienes no lo hacen. La explicación fue dada por el profesor David C. Nieman, de la Universidad Apalachian State y se basa en que al hacer ejercicio físico se estimula la producción de las células inmunitarias que se encargan de luchar contra los virus que entran a nuestro cuerpo, evitando que se reproduzcan. De la misma manera también ayuda a que la enfermedad se nos pase antes. Sin embargo, esta teoría se confirma al hablar de ejercicio moderado pero no de ejercicio intenso, que lejos de ayudar produce el efecto contrario.
5- Sigue una buena alimentación
Es el consejo que siempre se da porque tal vez sea uno de los más efectivos. ¿Qué mejor forma de evitar los resfriados que cuidarnos desde dentro? Para asegurarnos de que este invierno no lo vamos a pasar en su mayor parte en la cama debemos priorizar los alimentos qu contengan:
-Vitamina C
En si misma no te ayuda a evitar los resfriados pero si a que se pasen antes sus efectos. Por eso, las frutas cítricas como la naranja y limón son una buena alternativa para acompañar tus comidas.
-El Cinc Es muy beneficioso para disminuir los síntomas de las gripes como la mucosidad, cefaleas y los estornudos. En concreto el ajo es el alimento estrella contra ellos porque contiene cinc y también vitamina C. Por eso, priorízalo en tu dieta a la vez que aumentas tu higiene bucal, que por cierto, es otra manera de eliminar las bacterias de la boca que pueden estar manteniendo la enfermedad.
-Vitamina D. Muy presente en los pescados, concretamente en pescados grasos y semigrasos como anchoas, salmón y sardinas. También puedes encontrarla en las setas y champiñones. Por último si tienes la oportunidad exponte a la luz natural para absorberla mediante la piel.
6-Ventila la casa diariamente
Aunque pueda aprecer peligroso abrir las ventanas en invierno lo cierto es que es muy recomendable para que los virus y bacterias que pueda haber en el ambiente se vayan. Los ambientes secos y cerrados son los favoritos de los virus para reproducirse. Por eso, en los lugares cerrados como oficinas y clases los contagios son más frecuentes.
7-Evitar los cambios bruscos de temperatura
Las corrientes de aire de diferente temperatura son un peligro para nuesro sistema inmune. Cuando pasamos de un ambiente cálido a uno frío nuestro sistema inmune bajará las defensas temporalmente con el objetivo de regular de nuevo nuestra temperatura corporal. Como consecuencia estaremos más expuesto a los virus en esos momentos (que duran relativamente poco). Por eso se aconseja abrigarse antes de salir de un lugar cerrado a la calle (y no después como hacen algunos).
8- Protege tus fosas nasales
¿Cómo? Para empezar evita el contacto directo del tabaco o estar mucho tiempo en ambientes ahumados. El humo empeora la congestión nasal haciendo que respiremos peor, al espesar los mocos de la nariz también facilita la adhesión de virus y bacterias que se encuentran dispersos en el ambiente siendo así más fácil que entren en nuestro cuerpo.
Por otro lado, todas las noches y antes de acostarte puedes limpiar u nariz con suero fisiológico o gas, de venta libre en farmacias y supermercados. También puedes usar descongestionante nasal pero no se recomienda prolongar su uso pasados 2 o 3 días para evitar el efecto rebote.
9-No bebas alcohol
El alcohol ataca al sistema inmunológico y nos deshidrata, haciéndonos más vulnerables a infecciones, por eso las personas que beben alcohol tienen más probabilidades de sufrir un resfriado.
10-Cuidado con los pies
Los pies son una zona muy delicada que debemos evitar enfriar. Mojarnos los pies con agua fría aumenta muchísimo más las probabilidades de gripes y resfriados que mojarnos con agua fría cualquier otra parte de nuestro cuerpo.