En muchas ocasiones, nuestros problemas de salud pueden verse agravados o mejorados por nuestro estado de ánimo. Cuando vemos la vida con un mayor optimismo, nos creemos mucho más fuertes y, aunque podamos enfermar de igual manera, sí que es verdad que hacemos frente a los problemas de salud con mucha más fuerza. Tiene una gran importancia la autoestima que tengamos cada uno de nosotros. La autoestima es la valoración que tiene cada persona de sí misma. No siempre tiene que ser positiva, de ahí que a veces suponga más un problema que un impulso para afrontar los problemas de salud.
Influencia de la alta autoestima en la salud
Muchas veces no se puede hacer mucho para superar un problema de salud más que ponerse en mayor de los médicos, pero sí que una buena disposición puede ayudar a que sea mucho más llevadera la recuperación. También dependerá de la enfermedad que se tenga. Lo que está claro, es que afrontarla con positivismo es mucho más beneficioso para nuestra salud.
Cuando la autoestima de una persona está en altos niveles, la salud tiene altas probabilidades de ser buena. Cuando alguien se valora positivamente, presta más atención a su propio cuidado. Normalmente, tiende a llevar una vida sana, hace deporte, como correctamente y está pendiente de su bienestar en todo momento. Esto puede hacer que muchas enfermedades que a veces aparecen cuando una persona se descuida no sean tan frecuentes. Aun así, hay que tener claro que una persona con la autoestima alta no es que sea inmune a las enfermedades, sino que ofrecerá una mayor resistencia y afrontará todo con un ánimo mucho más optimista.
Influencia de la baja autoestima en la salud
El problema aparece cuando una persona no se aprecia a sí misma lo suficiente como para quererse y cuidarse adecuadamente. Normalmente, estas personas, al tener un mal concepto de sí mismas, no creen que sea necesario cuidarse tanto ya que, para ellas mismas, no son alguien con un gran valor. Por ello, suelen ser bastante descuidadas con su propia salud. En estos casos suelen aparecer problemas como la obesidad por no llevar una buena alimentación, además de una total despreocupación del aspecto físico. La obesidad también puede verse como causante de la baja autoestima, pero de la actitud de la propia persona dependerá que su evolución sea favorable o no.
Otra preocupación que aparece cuando una persona tiene la autoestima baja es que ésta pueda caer en una depresión. En estos casos, esta patología puede hacer que la persona se sienta falta de energía y que no pueda llevar a cabo las mismas actividades que hacía antes de enfermar, lo que puede agravar su situación. Aparte, pueden aparecer dolores de cabeza por la tensión acumulada y por los problemas de ansiedad que puede traer consigo la depresión. El mayor riesgo que se da en estos casos es la posibilidad de que la propia persona se autolesione. Hay personas que por no acabar de verse bien a sí mismas, se provocan lesiones que, en los casos más extremos pueden acabar en una muerte por suicidio.
Cómo reducir los efectos de la baja autoestima en la salud
Es verdad que en muchas ocasiones no es tan fácil. En éstas será necesario acudir a un especialista de la psicología que ayuda a la persona a poder aceptarse tal y como es para, de esta manera, conseguir que se vaya aceptando poco a poco. Pero no todos los casos de baja autoestima tienen que remitir esta gravedad.
Hay casos más en los que, para subir la autoestima, bastará con buscar apoyos en aquellas personas que te inspiren una mayor confianza. No debes cerrarte en ti mismo y sí abrirte a aquellas personas que te ofrezcan su ayuda. Con la compresión que tengan contigo te sentirás mucho más arropado y, poco a poco, verás cómo tu concepto sobre ti mismo va cambiando positivamente. Si esas personas confían en ti y se molestan en darte su apoyo será porque realmente mereces la pena.