Las personas, especialmente los niños, que desarrollan síntomas de dolor de garganta crónico o infecciones de garganta por estreptococos pueden sentir alivio de las molestias persistentes de la garganta después de someterse a una amigdalectomía y adenoidectomía.
Este procedimiento quirúrgico consiste en la extirpación de las amígdalas y las adenoides, glándulas pequeñas en la parte posterior de la garganta que ayudan a mantener el sistema inmunológico. Antes de la cirugía, un médico o cirujano debe discutir las complicaciones de una amigdalectomía y una adenoidectomía con todos los pacientes.
Sangría
Después de la cirugía, los sitios de incisión en la parte posterior de la garganta pueden comenzar a sangrar y a tener hemorragia. Si se desarrollan complicaciones hemorrágicas, ocurren con mayor frecuencia dentro de los cinco a 10 días posteriores a la cirugía.
La deglución frecuente puede ser una señal de que el sitio quirúrgico está sangrando. La ingestión de sangre también puede irritar el estómago y provocar náuseas o vómitos. Los pacientes que experimentan sangrado por más de unos minutos o vómitos con sangre deben ser evaluados por un profesional médico de inmediato.
Dificultades para respirar
La hinchazón excesiva de la garganta después de una adenoidectomía y una amigdalectomía puede limitar gravemente la cantidad de aire que puede pasar de la nariz o la boca a los pulmones. Esta complicación de la cirugía puede ocasionar dificultades respiratorias importantes que, sin la intervención médica adecuada e inmediata, pueden poner en peligro la vida.
Deshidratación
Los síntomas de dolor de garganta después de la cirugía pueden dificultar o incomodar que un paciente trague normalmente. En consecuencia, ciertos pacientes, como los niños, pueden evitar comer o beber alimentos o bebidas, lo que puede aumentar su riesgo de desarrollar deshidratación.
Los síntomas de deshidratación incluyen aumento de la sed, fatiga, disminución de la micción, debilidad, dolor de cabeza o mareos. La somnolencia excesiva, la fiebre, el aumento del ritmo cardíaco y la piel seca son señales de deshidratación grave. Los pacientes afectados deben ser llevados a un centro médico de emergencia tan pronto como sea posible para evitar complicaciones médicas adicionales.
Fiebre
En algunos pacientes puede surgir una fiebre leve como complicación de una adenoidectomía y una amigdalectomía. Los pacientes con fiebre también pueden experimentar escalofríos, enrojecimiento, dolor de cabeza o sudoración. Si los síntomas de fiebre persisten o son inusualmente altos, los pacientes afectados deben ser llevados a un médico para recibir atención lo antes posible.