Las hemorroides pueden ser clasificadas como internas o externas. Son una condición en la cual las venas ubicadas en el recto y el ano se hinchan y agrandan. Algunas hemorroides pueden tratarse mínimamente, pero cuando las hemorroides comienzan a sangrar, pueden surgir problemas mucho más graves y será necesario que un médico valore el problema para encontrar el tratamiento más adecuado en cada caso concreto.
Las hemorroides sangrantes ocurren cuando las hemorroides se rascan, generalmente a través del paso de heces duras o cuando la persona afectada se rasca vigorosamente por el picor causado por las hemorroides. Esto, puede generar complicaciones. A continuación vamos a comentar este tipo de complicaciones para que puedas tenerlo en cuenta por si te ocurre esto.
Dolor
El dolor al estar sentado o al defecar es una complicación común con hemorroides sangrantes, afirma. Esto generalmente ocurre cuando una hemorroide interna se prolapsa y se adhiere al esfínter anal externo durante la defecación. Cuando esto sucede, se produce congestión y se impide el flujo sanguíneo en el área afectada, lo que provoca estrangulación.
Este hecho causa un dolor considerable, a menudo conocido en términos simples como un "ataque agudo de hemorroides". En este punto, se requiere una reducción o eliminación completa de las hemorroides a través de una hemorroidectomía.
Otra causa de dolor es la fibrosis, en la cual los tejidos de la abertura anal pierden su elasticidad. Aunque es poco frecuente, la supuración o la formación de pus cuando la hemorroide sangrante se infecta, también puede causar un dolor considerable.
La anemia por deficiencia de hierro
El sangrado severo de las hemorroides podría conducir a la anemia por deficiencia de hierro, una condición en la que hay una disminución en el número de glóbulos rojos en el cuerpo debido a la falta de hierro. Esto generalmente ocurre cuando hay una pérdida prolongada de sangre, aunque la pérdida significativa de sangre en hemorroides sangrantes es muy poco frecuente.
Trombosis
La sangre en las venas inflamadas de una hemorroide puede formar coágulos de sangre, que luego pueden transportarse a otras partes del cuerpo y causar trombosis. Una trombosis puede ser peligrosa ya que puede alojarse en las extremidades y causar dolor y falta de circulación. Se vuelve aún más peligroso cuando el coágulo de sangre se transporta al cerebro, causando un derrame cerebral y, finalmente, la muerte. Las hemorroides con coágulos generalmente necesitan intervención quirúrgica para evitar posibles complicaciones fatales de trombosis.
Gangrena
Las hemorroides pueden restringir el flujo sanguíneo a los tejidos circundantes, privando así a los tejidos de muy necesaria de oxígeno. El flujo sanguíneo en la hemorroide en sí misma puede estrecharse, lo que puede conducir a un desprendimiento superficial de la hemorroide.
También hay casos en los que se desprende la hemorroide entera, dejando una úlcera en su lugar. Como resultado de la falta de oxígeno, los tejidos circundantes pueden morir y ponerse negros, causando gangrena.
Como ves todas estas complicaciones requerirán atención médica inmediata para poder encontrar el tratamiento que vaya bien dependiendo del tipo de complicación que tengas. Debes tener muy en cuenta que si tienes hemorroides y tienes un tratamiento ya hablado con tu médico, deberás seguirlo aunque solo sea la aplicación de alguna crema. Pero si notas que te sangran, que te duelen o que por cualquier motivo sientes que algo no va nada bien en cuanto a tus hemorroides, entonces eso necesario que acudas a tu medico lo antes posible. Aunque en ocasiones las hemorroides se resuelven por sí solas, no es algo que ocurra siempre, por lo que si sientes molestias, no lo dudes y pide cita con tu médico para que pueda ver cual es el mejor tratamiento en tu caso.