La conjuntivitis alérgica afecta al 25% de la población, consiste en una reacción del ojo a un factor externo, no es una infección y no es contagiosa, pero puede resultar irritante para el ojo. La conjuntivitis alérgica ocurre cuando una persona tiene contacto con algo a lo que es sensible (alérgeno), su organismo reacciona con una respuesta excesiva ante este agente externo, lo que produce una inflamación de la conjuntiva.
Se trata de una de las causas más comunes de ojo rojo e irritado. Puede ser muy molesta para la persona que lo sufre en especial si el alérgeno que la produce está muy presente en el medio habitual, como puede ser los ácaros del polvo o el polen. Las alergias estacionales tienden a ser causadas por lo que esté floreciendo en ese momento, y puede presentarse sola o acompañada de otras enfermedades alérgicas como la rinitis alérgica, la bronquitis asmática o el eccema.
El tratamiento generalmente alivia los síntomas, pero pueden reaparecer si usted continúa expuesto al alérgeno. No es una enfermedad contagiosa, ni ocasiona complicaciones serias, pero puede ser muy molesta e irritativa.
¿Qué es una conjuntivitis alérgica?
Se trata de una enfermedad inflamatoria de la conjuntiva, membrana que recubre la superficie ocular y el interior de los párpados, como consecuencia de una reacción excesiva de nuestro organismo a un agente externo conocido como alérgeno. Cuando este agente entra en contacto con la superficie ocular, ésta se irrita como mecanismo de defensa contra él. Puede presentarse sola o asociada a otras enfermedades alérgicas, fundamentalmente a la rinitis alérgica. Produce picor, eritema (ojos rojos), quemazón de ojos, molestias con la luz, aumento de lagrimeo (ojos llorosos), y sensación de arenillas al mover los párpados.
Cuando los ojos están expuestos a cualquier elemento al que uno es alérgico, se libera histamina y se inflaman los vasos sanguíneos en la conjuntiva. Rápidamente se presenta enrojecimiento del ojo, acompañado de picor y lagrimeo. Los alérgenos más comunes que provocan su aparición son: el polen, los ácaros del polvo, el pelo de animales domésticos, algunos cosméticos, determinados hongos y antibióticos como la penicilina o la estreptomicina. También se la conoce con el nombre de conjuntivitis alérgica estacional o perenne y queratoconjuntivitis atópica.
¿Qué síntomas produce la conjuntivitis alérgica?
Puede presentarse de manera estacional, tan solo en algunos meses del año; o puede ser perenne y aparecer durante todo el año. Habitualmente es bilateral y presenta los siguientes signos y síntomas:
- Picor (signo más característico), que puede variar en intensidad hasta provocar sensación de ardor en los ojos.
- Ojo rojo.
- Lagrimeo (ojos llorosos).
- Secreción acuosa algo mucosa.
- Edema palpebral.
- Fotofobia (sensibilidad a la luz).
- Sensación de cuerpo extraño en el ojo.
- Párpados abultados, especialmente en la mañana.
- Dilatación de los vasos en la cubierta de tejido blanca y transparente del ojo.
¿Cómo se diagnostica?
Para su diagnóstico se tienen en cuenta tanto los síntomas que refiere el paciente como la exploración oftalmológica, que consiste en un examen de la lámpara de hendidura, aparato que permite determinar si existe dilatación de los vasos conjuntivales, papilas subtarsales (pequeñas sobreelevaciones de la mucosa interior de los párpados), queratitis u otras afecciones.
En caso de desconocer el agente causal, suelen ser necesarias una serie de pruebas para descubrirlo, como son las pruebas cutáneas o pruebas de alergia. Es importante determinar también la temporalidad de los síntomas, para determinar si se trata de una conjuntivitis estacional o perenne. Las alergias tienden a darse en familias, aunque la herencia no se puede predecir. Es difícil saber exactamente cuántas personas tienen alergias, puesto que muchas afecciones diferentes con frecuencia se agrupan bajo el término de alergia.
El tratamiento de la conjuntivitis alérgica
Existen una serie de medidas generales que aliviarán o reducirán la sintomatología, pero que por sí solas no remitirán la conjuntivitis. Como son:
- No frotarse los ojos, ya que puede empeorar el picor.
- Higiene palpebral con soluciones salinas estériles y jabones de pH neutro.
- Uso de compresas frías.
En caso de aparecer los primeros síntomas se aconseja comenzar usando gotas lubricantes para los ojos, conocidas como lágrimas artificiales, que pueden ayudar a disminuir los síntomas. Se puede así mismo aliviar la molestia e irritación, aplicando compresas frías en los ojos. Si estas medidas no ayudan, puede ser necesario el tratamiento por parte de un oftalmólogo.
El tratamiento médico de elección en la mayoría de los casos consiste en gotas antinflamatorias no esteroideas, gotas antihistamínicas o gotas de esteroides oftálmicos suaves en reacciones graves. En algunos casos pueden usarse estos mismos productos en crema directamente sobre el ojo dañado. La opción de antihistamínicos orales tal vez proporcione más alivio de los síntomas; sin embargo, a veces pueden hacer que los ojos se resequen. Todos estos medicamentos tienen diferentes efectos en el ojo y alivian la reacción alérgica. Pueden usarse tanto de forma continua como puntual, según cada caso y bajo recomendación médica.
Dentro de la conjuntivitis alérgica, encontramos una clase de conjuntivitis que destaca por su virulencia. Se trata de la conjuntivitis vernal, un episodio severo de conjuntivitis alérgica estacional. Es común en niños y suele aparecer cada año en una época similar. Los síntomas son tan severos que requieren ciclos cortos de esteroides tópicos además de un antihistamínico en gotas.
El tratamiento generalmente alivia los síntomas, sin embargo, la conjuntivitis alérgica tiende a reaparecer si continúa la exposición a los agentes irritantes. El mejor tratamiento es la prevención evitando el contacto lo que causa los síntomas de su alergia. Con frecuencia es imposible evitar todos los decadentes, pero sí se pueden tomar medidas para disminuir la exposición a ellos.
Cómo prevenir la conjuntivitis alérgica
Como hemos mencionado en el apartado anterior, el mejor tratamiento siempre es evitar la exposición al alérgeno que lo causa, pero no siempre es posible. Existe una serie de medidas generales a tener en cuenta y que pueden ayudarnos a prevenir su aparición o hacer que los síntomas sean menos virulentos, como son:
- Higiene del hogar, preferiblemente usar aspiradora.
- Colchones y ropa de cama sintéticos.
- Evitar alfombras, cortinas y peluches.
- Tener un filtro antipolen en el coche y mantener ventanillas cerradas durante los viajes.
- Cerrar las ventanas de casa los días de viento.
- Evitar tener contacto o tener en casa animales domésticos.
- Durante las crisis, no usar lentes de contacto, mejor las gafas, que resultan menos irritantes para el ojo.
- Vigilar con los perfumes y maquillajes, procurar que éstos sean hipoalergénicos o fabricados con elementos naturales.
- Lavar los ojos con suero fisiológico estéril y no con otras sustancias.