Las tradiciones y los remedios naturales que la cultura asiática nos está acercando cada día más es un hecho latente en la sociedad. Pero lo que algunos de sus productos poseen es inexplicable, porque su medicina milenaria, así como el tratamiento de 'enfermedades del alma', se sigue adaptado a nuestro tiempo.
Qué caracteriza al bambú
En este caso hablamos del bambú, esa planta que todos conocemos por ser el alimento preferido de los osos panda, ambos muy típicos de los países orientales. El árbol de esta planta, porque no es solo una caña como algunos piensan, es originario de países como China o India. Su necesidad de agua es básica, ya que son un poco de humedad les basta, así como horas intensas de luz.
Este fenómeno ha hecho que el bambú sea prolífico en zonas de bosque y que crezca de manera silvestre. El tronco es redondo y suave, aunque por dentro está hueco. Se le reconoce también por sus hojas de color verde intenso, así como su elevada resistencia y flexibilidad. Sus características hacen que sea perfecto para la salud, la ingesta de algunas de sus partes, la decoración y la protección de cultivos y terrenos.
Del bambú se utilizan tanto la corteza como las hojas y los brotes internos. Aunque solo estos últimos son los realmente comestibles. Para que podamos ingerir esta parte esencial de la planta necesitamos eliminar primero la cáscara externa y hervir media hora en una olla para que no permanezca el sabor agrio característico de este árbol.
Beneficios de añadir el bambú a tu vida
El bambú es propio de la medicina tradicional china y de los países colindantes con este, así como un adrezo perfecto para las comidas. Su contenido en fibra y potasio hacen que sea beneficioso para el tránsito intestinal y la digestión, así como el silicio que ayuda a mejorar la calidad de los huesos y las articulaciones. Aunque estas no son las únicas ventajas que presenta.
Mantiene a raya el cáncer
Lo más llamativo es que es un remedio adecuado a tener en cuenta para mantener a raya al cáncer. No cura, pero sí que ayuda a que las células malignas de esta enfermedad no se expandan con tanta rapidez y pierdan parte de su capacidad reproductiva. Esto se consigue gracias al componente de la clorofila.
Bueno para el estómago
Para el estómago y el aparato digestivo es uno de los mejores acompañamientos. Como ya hemos indicado, el bambú ayuda al tránsito intestinal y a una mejor digestión, aunque también ayuda a eliminar los parásitos intestinales. Por contener fibra y su efecto saciante, esta planta se utiliza en las dietas para ayudar a regular y mantener el peso, sobre todo por las pocas calorías que contiene.
Disminuye el colesterol
En sangre ayuda a que los niveles de colesterol disminuyan. También mejora el nivel de la presión arterial, manteniendo despejados los canales de circulación. Todo ello está demostrado por los recientes estudios que varios organismos han realizado durante los últimos años.
Ayuda en la menopausia
El bambú sigue sumando adeptos, sobre todo porque sus beneficios no se quedan ahí. Añadir este producto a las comidas diarias ayuda a las mujeres en plena época de la menopausia. Su alto contenido en silicio es el que crea un efecto mineralizante, que ayuda a regular sofocos y los cambios psicológicos.
Mejora los huesos y las articulaciones
El árbol de bambú ayuda también a mejorar la calidad de los huesos y las articulaciones, mejorando la absorción de calcio y otros minerales beneficiosos para un buen desarrollo y prevención de enfermedades propias como la artritis, la artrosis, el reuma o una descalcificación. La piel nota los beneficios en su calidad de creación de colágeno, por lo que es ideal a la hora de mantener una dermis cuidada y perfecta. Al cuero cabelludo le aporta una calidad en color, brillo y fortaleza.
Antioxidante y antiinflamatorio
El bambú es, por último, antioxidante y antiinflamatorio, por lo que ayuda a mantener una buena salud y estar en óptimas condiciones todo el año. Sus hojas sirven sobre todo para desinfectar heridas y llagas, ya que tienen un gran poder curativo. Por lo tanto, no es necesario aprovechar solo la carne de su interior, sino que tanto la corteza como las hojas pueden ayudar a restaurar nuestra salud de otra manera que no sea ingiriendo el bambú.