Todos hemos oído alguna vez que escuchar música con un volumen muy alto puede producir hipoacusia o sordera. Aunque las consecuencias no sean siempre tan severas sí es cierto que escuchar la música alta daña el oído, sobre todo si nos ponemos auriculares.
Dentro del oído tenemos unas células llamadas células pilosas que juntas forman el nervio auditivo. Estas células se encargan de recoger las vibraciones que producen los sonidos y transmitir señales eléctricas al cerebro que se encarga de analizarlas e identificar el tipo de sonido que estamos escuchando.
Para que estas señales eléctricas puedan llegar al cerebro están recubiertas por una capa de mielina que ayudará a transportar el mensaje al cerebro. El problema es que cuando escuchamos música alta o cualquier otro tipo de sonido fuerte las neuronas van perdiendo esa capa de mielina que las recubre. Si esto ocurre los mensajes eléctricos no pueden transportarse a través del nervio auditivo y nunca podremos identificar el sonido en el cerebro. Es como si desenganchásemos el cable del altavoz que va anclado a un ordenador. Las actuales investigaciones han comprobado que las células pilosas se desmielinizan (pierden su mielina) cuando los ruidos sobrepasan un volumen de 110 decibelios. Para hacernos una idea el nivel medio de volumen de nuestro móvil o mp4 es de aproximadamente 90 decibelios.
¿Por qué es tan perjudicial el uso de los auriculares?
En realidad no son los auriculares en sí los que producen sordera, si no el uso que les damos. Hay varios tipos de auriculares, los más comunes son los que se introducen en el oído y también son los más peligrosos. Es debido a que este tipo de auriculares no aíslan a la persona del ruido externo por lo que se tiende a subir el volumen para no oír el barullo del exterior. Por eso es recomendable usar el altavoz en vez de los cascos siempre que se pueda. Si aun así nos decidimos por usar cascos no debemos sobrepasar nunca el nivel medio de volumen y no debemos permanecer mucho tiempo con ellos.
Consecuencias de escuchar ruidos fuertes o la música alta
1. Daños en el oído : Si nos acostumbramos a escuchar la música con un volumen alto podemos perder audición con el tiempo, incluso llegando a la sordera permanente porque estamos dañando el nervio auditivo dentro del oído. El problema principal es debido a que la pérdida auditiva es indolora y se va acumulando con el tiempo por lo que puede que no nos demos cuenta hasta que sea demasiado tarde. En realidad, escuchar la música alta con auriculares puede producir el mismo daño que el motor de un reactor o avión en pleno funcionamiento.
Otras investigaciones han descubierto que este daño en el oído no tiene porque ser permanente en todas las ocasiones. Después de aproximadamente tres meses de descanso el nervio auditivo puede recuperar su mielina y estabilizarse de nuevo haciendo reversible el problema. Sin embargo, a veces es demasiado tarde porque el efecto es gradual y es más difícil darse cuenta a tiempo.
2. Problemas en la memoria y aprendizaje en los niños. Nuevas investigaciones han demostrado que los ruidos o la música alta durante el crecimiento de los niños puede dañar la memoria y dificultar el aprendizaje. La investigación fue realizada en el Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos en la Universidad de Buenos Aires. Se exponía a ratones a ruidos entre 90 y 100 decibelios durante dos horas aproximadamente. Los resultados fueron alarmantes porque se vio que había daño en las células nerviosas del hipocampo. Es una zona del cerebro muy relacionada con la memoria y aprendizaje.
Los ratones tienen un sistema nervioso similar al de los seres humanos y las muestras e ratones tenían una edad equivalente a personas entre 6 y 22 años. Las conclusiones que se extrajeron es que podría ocurrir lo mismo en personas que aun se están desarrollando. Con el tiempo podría aparecer deterioro en los procesos atencionales y de memoria. Por eso es importante alertar sobre todo a niños y jóvenes, son los más vulnerables a las consecuencias negativas.
En el caso de los bebés se sabe que la música es muy beneficiosa para ellos pero hay que controlar el volumen para evitar problemas. Las células pilosas del nervio auditivo son muy delicadas y más en estos primeros años de vida.
3. Hipoacusia o sordera : si los daños en el nervio auditivo siguen acumulándose podemos incluso llegar a este extremo. Esto dependerá sobre todo de la frecuencia y durante cuánto tiempo estemos expuestos al sonido.
Por otra parte, hay algunos trabajos relacionados con el mundo de la música que contribuyen a producir sordera con el tiempo. Por ejemplo, camareros que trabajen en bares nocturnos, músicos, ingenieros de grabaciones o asistentes en conciertos. Todos ellos deben tener especial cuidado.
Recomendaciones para prevenir daños en el oído
1- Baja el volumen a mucho menos de la mitad. Podremos saber que utilizamos un volumen alto cuando la persona que está a nuestro lado puede oír la música que estamos escuchando.
2- Reduce el tiempo de escucha. A partir de un cuarto de hora al día a un volumen medio-alto ya se pueden producir daños en el oído. En general hay que limitar el tiempo en el que estamos expuestos a actividades ruidosas.
3- Si estás en un concierto o un sitio donde haya mucho ruido y no oyes a la persona que te está hablando evita que te grite en el oído para escucharla. Solo conseguirás dañarlos más.
4- Haz pausas cada 2 o 3 horas de los ambientes ruidosos. Ve a un sitio tranquilo y tómate un tiempo lejos de los ruidos diarios. Si por motivos de trabajo no es posible tomarte estas pausas es recomendable el uso temporal de tapones.
5- Hay que tener especial cuidado con los niños que están apuntados a bandas infantiles, sus oídos podrían sufrir daños dependiendo del instrumento tocado o de los que tengan a su alrededor.
6- Finalmente, mantente alerta a las señales que nos indican que podríamos estar perdiendo audición : si notamos que últimamente nos cuesta escuchar sonidos agudos (como un despertador o el teléfono), entender a la gente que nos habla por el móvil o tenemos dificultades para seguir conversaciones en lugares ruidosos es recomendable que acudamos al médico.