Cuando hablamos de maltrato, muchas veces creemos que el único que existe es el maltrato físico. Obviamos por completo ese maltrato que va mucho más allá, el maltrato psicológico, que es capaz de herirnos con la misma intensidad o incluso más. Porque no solo los golpes, las heridas y los moratones son capaces de hacer que una persona se vaya consumiendo poco a poco, y no debemos infravalorar el daño que las palabras pueden hacerle a una persona.
En muchas ocasiones, el maltrato psicológico pasa desapercibido porque no conocemos sus pautas, porque no sabemos que eso es otra forma de maltrato. Creemos que es lo habitual, o incluso que nos lo merecemos, pero no es así. Eso es lo que el maltratador o la maltratadora nos ha hecho pensar. Este tipo de maltrato puede darse tanto dentro de una pareja como dentro de una relación de amistad o, incluso, dentro del propio núcleo familiar. Porque para que haya maltrato psicológico lo único que hace falta es una persona que maltrate y otra que sufra las consecuencias de ese maltrato.
En muchas ocasiones, el maltrato psicológico pasa desapercibido porque no conocemos sus pautasPero, ¿cómo podemos saber entonces si estamos sufriendo un maltrato psicológico, si este suele pasar desapercibido? Si tienes alguna duda, ya debes comenzar a plantearte la situación mucho más detenidamente, porque una duda ya es indicativo de que algo va mal. Si esa persona de la que sospechas controla tu vida, o crees que la controla, si desvaloriza constantemente todo lo que piensas o sientes, si te aísla... Efectivamente, estás ante un maltratador psicológico (o una maltratadora psicológica, el maltrato en este caso no entiende de géneros o sexos).
Es muy importante saber detectar el maltrato psicológico porque, al igual que el físico, es capaz de dejar muchas secuelas en la mente de la persona que lo sufre. Lo primero que notarás es que tienes miedo, no eres capaz de tomar decisiones sin su aprobación, no te sientes tan fuerte como antes, te has alejado de tu círculo de amistades y sientes ansiedad constantemente. Pero hay muchos daños añadidos, que vamos a analizar detenidamente para que comprendáis la importancia de salir de esa relación tan dañina.
El maltrato psicológico, una lacra muy importante
El maltrato psicológico puede hacernos mucho más daño del que podamos creer en un primer momento, porque las palabras y las acciones son capaces de herir con la misma fuerza (o incluso más) que los puños. Muchas adolescentes han caído en trastornos alimenticios debido al maltrato psicológico por parte de sus familiares, o incluso de compañeros de clase; independientemente de cuál fuera su físico, a algunas chicas les repiten tan a menudo que están gordas, que no son válidas, que son feas... Que acaban por creérselo. Y e l problema es que una vez que nuestra mente cree algo de este estilo, es muy difícil que deje de pensarlo. Estará convencida, y nos hará enfermar cada vez más y más.
Muchas mujeres que han sufrido maltrato psicológico por parte de sus parejas se han visto casi incapaces de rehacer su vida tras eso. Se sentían todo aquello que les habían repetido tantas veces que eran: inútiles, poco capaces, inservibles... Pese a no serlo, eso da lo mismo, el repetirlo tanto hace que se acabe creyendo.
Otro tanto de lo mismo pasa con los niños que han sufrido durante toda su infancia maltrato psicológico por parte de sus padres. Si han oído decir treinta veces cada día que son tontos, acabarán creyendo que lo son de verdad; da lo mismo su capacidad, da lo mismo el trabajo que pudieran llegar a hacer. Se sentirán tontos, porque les han hecho creer que lo son. Y todo eso solo con palabras. No se puede menospreciar el daño que hacen estas, y hay que tener mucho cuidado con lo que se dice a otras personas.
Las consecuencias más comunes
El maltrato psicológico se caracteriza por dejar más o menos las mismas consecuencias en todas las víctimas, aunque con pequeñas variaciones, puesto que depende mucho también de la persona en cuestión y de su resiliencia.
Algo que siempre suele quedar es un profundo sentimiento de vergüenza y culpabilidad por parte de la víctima, que cree que merece todo lo que ha recibido porque lo ha ido provocando con sus acciones. Pero eso no es así, para nada. Nadie merece ningún tipo de maltrato, haya hecho lo que haya hecho en su vida; esta es una técnica de la persona que maltrata para hacer creer a la víctima que ella es inocente. Ninguna persona se deja maltratar, o es débil por soportar este tipo de situaciones. La responsabilidad debe recaer siempre sobre el maltratador o la maltratadora, puesto que es la persona que ha hecho el daño.
Tras el maltrato psicológico puede quedar también una especie de pérdida de memoria, o un sentimiento de irrealidadTras el maltrato psicológico puede quedar también una especie de pérdida de memoria, o un sentimiento de irrealidad. Esto es debido a la ansiedad, al estrés, al dolor que ese maltrato produce; y es a causa de este maltrato que la persona se vuelve más "despistada", es incapaz de concentrarse y le cuesta mucho llegar a tomar decisiones de forma autónoma. De nuevo, no tiene nada que ver con la fortaleza o la debilidad de esa persona, sino con el maltrato que está sufriendo. Llevados al límite, todos reaccionaríamos de la misma forma.
Además, la víctima puede acabar sintiéndose inestable emocionalmente hablando, puede sufrir grandes altibajos. Esto tiene mucho que ver también con la ansiedad y con la depresión, puesto que el maltrato acaba provocando esos dos trastornos mentales. No es nada crónico, sino algo que se puede tratar con ayuda de profesionales, y tampoco es culpa o responsabilidad de la víctima, sino algo que se ha provocado por acciones de terceros. El problema de todo esto es que puede acabar desembocando en la ineludible sensación de que todo ese sufrimiento no tiene salida, y que, independientemente de lo que la víctima pueda llegar a hacer, siempre se va a sentir así. Y eso puede llevarle a tener pensamientos suicidas, puede llevarle al borde del abismo.
Por eso es importante saber detectar el maltrato psicológico, poder pedir ayuda, intentar salir de todo eso. Porque sí que hay vida más allá de esa persona, y una vida llena de luz que seguramente os aportará mucho bien. Lucha, pide ayuda si no te ves capaz de luchar por ti mismo/a y, sobre todo, no dejes que todo esto os haga dudar de ti. Tú no eres el problema.
