Si hay una enfermedad dolorosa, común y, a la vez, desconocida, esa es la artrosis. Está catalogada como una enfermedad crónica puesto que, una vez que aparece, es incurable (que no intratable). Normalmente, la artrosis ataca a las articulaciones, especialmente a las manos, las rodillas, la columna vertebral o la cadera, provocando una fuerte inflamación y un dolor que impide realizar las actividades cotidianas de forma normal.
Esta enfermedad suele darse sobre todo en mujeres, más que en hombres. La edad también es un condicionante importante, y es que cuanto mayor seas, más probabilidad tendrás de contraer esta afección. La Sociedad Española de Reumatología llevó a cabo un estudio entre los españoles mayores de veinte años, y llegó a la conclusión de que más de siete millones de ellos tenía artrosis, ya fuera en la mano, en la rodilla o en la columna vertebral. Es una enfermedad que, además, puede llegar a limitar mucho a la vida de la persona que la sufre; según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, el ochenta por ciento de las personas que sufren artrosis no puede realizar todas las actividades de su vida de forma normal.
Si tú eres uno de esos afectados por la artrosis, seguramente sabrás mejor que nadie lo que esta afección supone. No obstante, también deberías saber siempre hay algunos consejos con los que tu calidad de vida puede mejorar considerablemente. Siguiéndolos, podrás ver cómo tus dolores se reducen, y la enfermedad avanza mucho más lentamente.
Es posible mejorar tu calidad de vida
Lo primero que debes saber es que es fundamental que mantengas un peso corporal sano. Esto no quiere decir que tengas que estar delgado, o que tengas que ir al gimnasio todos los días, o vivir a base de filetes a la plancha; implica que debes tener un control para no tener nunca ningún tipo de sobrepeso.
La obesidad, además de ser una enfermedad de por sí, puede hacer que la artrosis sea más severa. Si, por ejemplo, las rodillas tienen que sostener un peso para el que no están capacitadas, podrían degenerarse mucho más rápido y acabar resintiéndose mucho más. Si queremos mejorar nuestra calidad de vida, lo primero que debemos hacer, pues, es mantener un peso corporal dentro de los parámetros saludables.
El ejercicio puede ser, a su vez, tu gran benefactor si tienes artrosis. Caminar, montar en bicicleta o nadar pueden ayudarte a fortalecer tus músculos haciendo que, de esa forma, la articulación esté mucho más protegida. Además, te ayudará a mantener la forma física, haciendo que el punto anterior sea mucho más fácil de cumplir; si realizas ejercicio y, además, comes saludable, será muy difícil que acabes teniendo sobrepeso. Así pues estos son dos consejos que se podrían reducir en uno: vida sana. Eso sí, olvida los deportes de contacto o las pesas, donde el esfuerzo podría acabar siendo contraproducente y podría provocarte lesiones.
Hay que hacer una anotación al tema del ejercicio: también hay que mantener un reposo adecuado. Si, por ejemplo, te duelen mucho las rodillas o las tienes especialmente inflamadas, no debes hacer esfuerzos físicos considerables ese día. Lo mejor es reposar, dejar a tus articulaciones descansar, para que así la artrosis pueda mejorar a largo plazo; forzar en un momento de debilidad no aportará nada positivo.
Los hábitos a la hora de mantener según qué posturas podrían ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida, si sabemos cómo debemos sentarnos o cómo debemos dormir, por ejemplo. Lo mejor que puedes hacer es dormir en una cama lo más plana posible, que no se hunda en exceso, porque eso podría acabar provocándote un daño mayor. El mismo consejo es aplicable a cualquier mobiliario que podamos tener en casa: nada de asientos demasiado hundidos, y que tengan el respaldo lo más recto que se pueda.
Por último, pero no menos importante, también debes tener en cuenta que hay formas de paliar el dolor cuando este se presenta. Lo primero que debes hacer, en este caso, es acudir al médico para que sea un profesional el que te recete la medicación que considere adecuada para mejorar tu calidad de vida. Hay muchísimas pastillas, cremas o, incluso, terapias, que acabarán por reducir el dolor, pero debe ser siempre un profesional el que recete la que crea conveniente en cada caso. Si quieres un método en casa para hacer que el dolor sea lo más llevadero posible, siempre puedes probar con aplicar calor en la zona, sobre todo cuando las temperaturas son más frías en el exterior.
Esperamos que, siguiendo estos sencillos consejos, tu vida pueda mejorar notablemente. La artrosis es una enfermedad con la que hay que tener paciencia, puesto que hay que asimilar que es algo que podría llegar a condicionarnos durante todos los años que nos queden. No obstante, con los cuidados adecuados, nuestra calidad de vida puede ser considerablemente mejor. Depende mucho, también, de la actitud que se tenga a la hora de sobrellevar esta enfermedad. Lo mejor: paciencia, y mucha positividad.