La neumonía se trata de una infección causada por un virus, un hongo o una bacteria en los pulmones que puede provocar una enfermedad leve o grave en cualquier rango de edad, la multiplicación de los microorganismos dentro de los álveolos son los que provocan la inflamación de los pulmones. Algunos de los síntomas más comunes de la neumonía son la tos, la fiebre, dolor de cabeza e incluso torácico y la dificultad que presentas a la hora de respirar. También puede ir acompañada de cansancio y escalofríos.
Los niños menores de 5 años así como las personas mayores de 65 años son las más propensas a contraer este tipo de enfermedad así como aquellas que tengan algún tipo de afección como por ejemplo asma, enfermedades cardíacas..., además también de los fumadores. Por ello es importante que si estás en alguno de estos grupos anteriormente mencionados que se vacunen para que de este modo se evite el contagio.Por ello te vamos a indicar las causas que pueden ocasionarte esta enfermedad.
¿Qué vacuna ponerse para prevenirla?
La neumonía afecta a millones de persona en el mundo y el mejor método para evitarla es la vacuna como la del sarampión, la tosferina, antineumocócica o también contra la varicela.
También se puede aplicar la vacuna del neumococo que es para pacientes de ámbito hospitalario y se aplica a personas entre un rango de edad comprendido entre los 60-65 años, aunque también en personas que no tienen bazo o que tienen alguna enfermedad crónica. La vacuna antigripal también se puede utilizar para evitar esta enfermedad y se utiliza para niños de entre 6 y 19 meses, y aunque se aplica a los niños sanos también se tiene que poner a los que tiene algún tipo de enfermedad crónica.
Causas de la neumonía
Aunque no hay una receta mágica para prevenir la neumonía si que podemos hacer ciertas cosas para evitar esta infección. Entre estas medidas es importante que nos lavemos las manos, esta es la medida principal para evitar no solo este tipo de enfermedad sino otras muchas, ya que las manos son las principales a través de las que nos contagiamos.
Otra media para prevenir la neumonía es que nos mantengamos alejados de las personas que tengan esta enfermedad y también de objetos de uso personal de la persona infectada. Y en el caso de ya haberla contraído es importante que a la hora de estornudar te pongas la mano para que los virus no se expandan y así poder evitar que otra persona se contagie.
También es importante que abandonemos el mal hábito de fumar, ya que el consumo del tabaco esta asociado con la neumonía y es que las personas fumadoras tienen un riesgo mayor de contagiarse de esta enfermedad que las que no.
Puede ocurrir que también en los hospitales nos contagiemos, por eso es importante que se mantengan los equipos hospitalarios limpios que se se utilicen guantes y sobre todo que se laven las mano esto es primordial.
Tipos de neumonía
Por aspiración: Que es el tipo de neumonía que se contagia por partículas inhaladas por los pulmones .
Oportunista: Que suele afectar a personas que tienen muy débil el sistema inmunológico como por ejemplo personas que tienen el virus VIH.
Adquirida en la comunidad: Es aquella que se contagia fuera del ambiente hospitalario y es mucho más común que esta última.
Adquirida en el hospital: Como su propio nombre indica es la que surge en el ámbito hospitalario y surge en personas que están en el hospital para tratar una enfermedad distinta a la neumonía y suele ser más grave que la anterior, ya que se desarrolla en pacientes ya hospitalizados.