Las personas en un viaje espiritual pueden desear controlar su deseo sexual para poder centrarse en actividades menos mundanas. Otras personas encuentran que su deseo sexual hiperactivo no está sincronizado con el deseo sexual de su pareja o, si no tienen pareja, un deseo sexual elevado solo puede generar frustración. Se puede controlar la libido con algunos cambios simples en el estilo de vida. Un alto deseo sexual no es necesariamente un mal impulso, si puedes encontrar una manera de hacerlo funcionar en tu vida.
Antes de continuar, merece la pena mencionar que tener deseo sexual no es en absoluto algo negativo de lo que tengas que sentir culpable. Simplemente, tener un deseo sexual hiperactivo te puede causar ciertos problemas según cuál sea tu estilo de vida en la actualidad. Controlar los deseos sexuales no significa que debas reprimirlos ni tampoco eliminarlos, simplemente se trata de controlarlos para poder "dejarlos salir" en el momento adecuado y disfrutar plenamente de una vida sexual activa y saludable.
Habla con tu médico
Habla con tu médico sobre tu deseo sexual, un deseo sexual inusualmente alto, también conocido como hipersexualidad o ninfomanía, podría ser la señal de una afección médica grave, como el trastorno bipolar o el cáncer suprarrenal. Si tu médico sospecha que tiene una adicción al sexo, podría derivarte a un psicólogo o terapeuta para recibir tratamiento. Los medicamentos también están disponibles para reducir tu libido si te causan problemas de algún tipo en tu vida diaria.
Piensa por qué tienes ese deseo sexual
Considera las razones por las que tienes el deseo sexual y por qué quieres reducirlas. Si quieres controlar tu libido por razones religiosas, habla con tu asesor espiritual para obtener ayuda. No te avergüences porque probablemente ya hayas tratado el problema antes. Si estás en una relación, habla francamente con tu pareja sobre el deseo mutuo o las expectativas sexuales.
Evita la estimulación sexual
Evita la estimulación sexual. No veas pornografía ni leas libros explícitos. Presta atención a tus pensamientos para ver si hay objetos específicos, escenarios o personas que evoquen una respuesta sexual en ti, y evítalos tanto como sea posible.
Haz deporte
Involucra a tu cuerpo en deportes, ejercicio o yoga. Mantén tu cuerpo ocupado y activo para que no te sientas físicamente frustrado por no tener relaciones sexuales.
Evita la masturbación
No te masturbes. Si te excitas, piensa en imágenes no sexuales y trata de dedicarte a alguna otra actividad hasta que pase el sentimiento.
Busca relaciones no sexuales
Buscar relaciones no sexuales con personas. Considera viajar o hacer un nuevo pasatiempo juntos para vincularte con tu pareja de diferentes maneras. Únete a clubs o sé voluntario. Aún puedes tener relaciones satisfactorias sin tener relaciones sexuales.
Evita el alcohol o las drogas
Abstenente de tomar alcohol o drogas, especialmente si sientes que disminuyen tus inhibiciones y te hacen hacer algo de lo que podrías arrepentirte más tarde.
Nunca hay ninguna excusa para forzar tus impulsos sexuales a otras personas sin su consentimiento, ya sea a través del poder físico o la coerción emocional. Si sientes que podría convertirte en un peligro para alguien, retírate de la situación de inmediato y habla con un profesional lo antes posible.
Si te das cuenta que tu deseo sexual se está convirtiendo en un impulso sexual y puede ser peligroso para ti o para los demás, entonces esto se está convirtiendo en un problema mayor del que deberás recibir ayuda e incluso tratamiento. Quizá necesites no solo ayuda médica si no también profesional de tipo mental. El sexo debe ser sentido como algo positivo y saludable y nunca como un instinto primario del que debas dejarte llevar independientemente de las consecuencias que eso conlleve. Recuerda que el sexo es la unión de dos personas que se aman en lugar de pensar en el sexo como una liberación de adrenalina o satisfacción placentera egoísta.