El cordón umbilical es una de las parte más importantes que une a nuestro feto con nosotras durante el embarazo, ya que es el encargado de transmitir las sustancias nutritivas y el oxígeno de la sangre al bebé a través de la placenta. Este cordón se trata realmente de una gran vena rodeada de dos arterias que se van enrollando entre sí y que van desde lo que luego será el ombligo del bebé hasta la placenta. Mide unos 50 centímetros y en Bekia te vamos a contar más sobre esta parte tan importante en un recién nacido.
Tal vez en las películas hemos visto siempre como cuando el bebé nace en el mismo momento lo primero que se hace es cortar el cordón umbilical, acabando con ese nexo de unión a la madre que ha permanecido durante todo el embarazo. Pero nada más lejos de la realidad, ya que no siempre es recomendable cortar el cordón tan pronto, sino todo lo contrario.
¿Cuándo debemos cortar el cordón umbilical?
Estudios recientes de la OMS han recomendado que lo idea es esperar unos 2 minutos hasta realizar el pinzamiento del cordón, sobre todo para que la transfusión de sangre que se estaba realizando a través de este no se corte de manera drástica, algo que podría dar lugar a hemorragias. Una vez pasados esos minutos se tomará la decisión de si el cordón umbilical va a ser donado o no, para así tardar más o menos en cortarlo.
El cordón umbilical es una gran fuente de células madre, por lo que son cada vez más las mujeres que toman la decisión de donar el cordón de su recién nacido para que pueda ayudar en la cura de enfermedades.
Independientemente de si vamos a donar el cordón umbilical o no, este no se corta por completo, sino que una parte queda adherida al vientre del recién nacido, que se irá de esta forma a casa. Al principio estará con una temperatura fresca pero conforme pasan los días, el cordón se secará hasta que caiga solo. Si en el momento de la caída, encontramos una pequeña hemorragia en el pañal de nuestro pequeño no debemos alarmarnos, es algo de lo más normal. La caída del cordón umbilical suele ocurrir en la primera semana después del nacimiento, pero a veces suele tardar más y aguantar hasta dos semanas.
Para vestirlo, mientras tenga el muñón o resto de cordón, evita las prendas apretadas e incluso dale una vuelta al filo del pañal para que no ejerza presión en la zona. Si hace mucha calor, déjale solo el pañal y una camiseta suelta y fina, y evita las prendas de una sola pieza.
Algo que sí debemos tener en cuenta es tener una especial observación de la zona del cordón umbilical por si existe algún tipo de problemas. Si vemos que la zona se enrojece, hay sangre o secreción de color amarilla, o el bebé llora cuando se le roza en la zona del vientre, acudiremos a nuestro pediatra lo antes posible para que analice lo que puede estar ocurriendo y elija el tratamiento oportuno lo antes posible.