Son muchas las mujeres que piensan que tener unos pechos grandes es lo mejor que les puede pasar en la vida, pero la realidad no tiene que ser lo que marca la sociedad. En nuestra sociedad existe un canon de belleza poco real a lo que en realidad es lo que necesita el cuerpo de una mujer. Muchas mujeres tienen que recurrir a una mamoplastia para reducir el tamaño de los senos.
La cirugía plástica no siempre es la mejor opción, pero en ocasiones no hay otra salida para mejorar la calidad de vida. Unos pechos demasiado grandes pueden acarrear graves problemas de salud a las mujeres, desde dolores físicos, pechos caídos a problemas emocionales . Si decides someterte a una reducción de senos, necesitarás saber algunas cosas importantes antes de someterte a la operación.
Los procedimientos requeridos duelen y no son baratos
Los procedimientos que se requieren de forma adicional a la operación son dolorosos y no son baratos. Aparte de la mamoplastia también puede ser necesario que perfiles o des forma a tus pechos, sobre todo en la zona de la axila . Esto requerirá tiempo, dinero y mucha paciencia. Deberás estar lista tanto mental como económicamente, y sobre todo, ser consciente que es un proceso largo y doloroso.
Tardará tiempo en estar bien
Aunque la recuperación en sí no necesita mucho tiempo, tus pechos necesitarán tiempo para asentarse y tener un aspecto natural de nuevo. Una recuperación completa en tus senos puede tardar entre unas 3 o 4 semanas, pero aún no se verán como pechos bonitos. Tendrás que esperar unos meses para poder ver tus pechos hermosos de nuevo.
Por eso, muchas mujeres coinciden que la mejor fecha para poder realizarse una mamoplastia es el otoño o principios de invierno, así se tiene más tiempo con ropa que no muestran los pechos, pudiendo tener una recuperación más discreta.
Es muy probable que no puedes amamantar a tus hijos
Si eres una mujer joven y no tienes hijos, deberás pensar dos veces el hecho de someterte a una mamoplastia de reducción. Cuando una mujer se somete a esta operación es muy probable que no pueda amamantar nunca más después de ella.
La mamoplastia de reducción consiste en la extirpación del tejido mamario, lo que puede reducir o anular completamente la capacidad de amamantar. Aunque hay mujeres que sí pueden amamantar, las probabilidades se ven muy reducidas.
Puedes perder sensibilidad o ser excesivamente sensibles
Muchas mujeres que fueron sometidas a la reducción de senos afirman que sus pezones son menos sensibles después de la recuperación. En cambio, otras mujeres sometidas a las mismas operaciones aseguran que sus pezones son excesivamente sensibles.
También existen casos de mujeres que no sienten ningún cambio en sus pezones, pero sí que sienten un gran alivio después de la mamoplastia porque notan cómo su calidad de vida ha mejorado notablemente. Si decides hacerte una mamoplastia, deberás elegir cuidadosamente la clínica, el método que más se adapte a ti y sobre todo, a un profesional cualificado que tenga experiencia en este tipo de cirugía. Asegúrate de que este profesional haya tenido buenos resultados anteriormente en las operaciones.
Es posible que sufras infecciones
Todos los procedimientos quirúrgicos incluyendo la mamoplastia de reducción conllevan riesgos. La infección es una de las más comunes, pero lo peor que puede pasar es algo que debes tener muy en cuenta, y es qu e incluso los médicos más profesionales y expertos, son humanos y por tanto, pueden cometer errores a veces.
Cuando te sometas a una mamoplasti a tienes un riesgo relativamente algo de que exista algún tipo de complicación durante los treinta primeros días después de haberte sometido a todos los procedimientos. Si notas algo raro en tus pechos necesitarás acudir a tu médico lo antes posible para evitar complicaciones más graves.
Existen otras vías para evitar la reducción de senos, por ejemplo, si tienes sobrepeso, antes de someterte a una mamoplastia, seguramente sea mejor que adelgaces algunos kilos antes de pensar en someterte a una reducción de pechos.