El consumo de refrescos es un habitual en la dieta de muchas personas. Los médicos se han dado cuenta de que el alto consumo de bebidas carbonatadas con azúcar pertenece a esa categoría de conductas alimentarias que se ha identificado como una cuestión importante a abordar en la prevención y el tratamiento de la obesidad y otras enfermedades relacionadas. Si bebes refrescos en tu rutinas diaria, pronto empezarás a notar que en tu vida cambian algunas cosas (a peor).
Tu dieta empeorará
Cuando tomas leche lo haces porque sabes que es rica en proteínas, calcio, magnesio, fósforo y vitamina A. Sin embargo, numerosos estudios han indicado que un alto nivel de consumo de refrescos, se asocia con una dieta pobre en aquellas personas que los consumen. Si las personas toman refrescos de forma regular, es más probable que tengan deficiencias en una gran cantidad de vitaminas, minerales y fibras dietéticas debido a sus malas elecciones dietéticas.
Existen estudios longitudinales a nivel de población han encontrado que el consumo de leche ha disminuido con el tiempo y que esto se ha correlacionado directamente con un aumento en el consumo de refrescos. Lo ideal es reducir el consumo de refrescos a uno al día o cada dos días, aunque si no se consume ningún tipo de refresco mejor.
La salud de tus dientes se verá repercutida
El consumo regular de refrescos también se ha asociado con la erosión del esmalte y la caries dental debido a su gran contenido de azúcar y alta acidez. En un informe conjunto realizado por la OMS y la FAO en 2003, las evidencias indicaban una relación estrecha entre el consumo de refrescos y el riesgo de erosión dental como algo probable, mientras que las pruebas relacionadas con los azúcares libres que causan la caries dental eran totalmente convincentes.
El bajo pH de estas bebidas puede llevar a la erosión de la superficie del esmalte, mientras que se cree que el alto contenido de azúcar es metabolizado por microorganismos de la placa para generar ácidos orgánicos que provocan desmineralización que conduce a la caries dental.
En este sentido, es necesario que las personas no consuman refrescos o refrescos dietéticos para evitar que se dañen los dientes (y la salud en general).
Aumentarás tus posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas
Según el estudio Framingham Heart Study de los EE. UU, el consumo de refrescos mayores o iguales a 350 ml por día (esto es únicamente el consumo de 1 lata) ya estaba asociado con un mayor riesgo de obesidad, un mayor riesgo de síndrome metabólico, alteración de la glucosa en ayunas, aumento de la circunferencia de la cintura, presión arterial alta, lipoproteína de baja densidad más alta, más probabilidades de ataque cardíaco e incluso hipertrigliceridemia (niveles altos de colesterol).
De manera similar, el US Nurses Health Study II descubrió que aquellas mujeres que consumían una o más bebidas endulzadas con azúcar por día tenían un riesgo elevado de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con aquellas que consumían menos de una de estas bebidas al mes.
Tanto el estudio Framingham Heart Study de los EE. UU. Como el US Nurses Health Study IIcoincidieron en que el consumo de refrescos mayores o iguales a 350 ml por día puede conducir al desarrollo de una serie de enfermedades cardiovasculares crónicas, como el síndrome metabólico o presión arterial alta, solo por mencionar algunos.
¿Te hacen falta más motivos para dejar de consumir refrescos en tu dieta diaria? Lo único que te quitará la sed será el agua y si quieres tener una buena salud y una buena alimentación, los refrescos deberán estar fuera de tu cesto de la compra. Mejorarás tu salud y también tu economía. ¡Los refrescos no te aportan nada bueno a tu salud!