Tener un hijo hace que nos hagamos muchas preguntas que quizás no nos habíamos hecho nunca antes. Esto es porque lo niños tienen unos cuidados especiales, en cuanto a las horas que deben dormir, la alimentación, los productos de higiene, etcétera. Cuando el bebé tiene pocos meses de vida, es normal que debamos tener unos cuidados más específicos y que intentemos que no le dé directamente el sol.
Ahora que llega el verano, quizás te preguntes si tus hijos podrán exponerse al sol o bien ir a la playa. Siempre es esencial que les protejas la piel con crema solar, al igual que deben hacerlo todos los adultos. Intenta que no se expongan mucho rato bajo el sol y que beban mucho agua, como lo harías con tu propia salud.
Sin embargo, la piel de los adultos no es igual que la de los niños, por eso existen diferentes tipos de crema solar: una específica solo para niños y otra para el público adulto. Descubre cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de cremas y por qué es tan importante que tanto adultos como niños se apliquen la crema solar necesaria para cada tipo de piel antes de exponerse al sol.
Diferencias entre la crema solar para niños y para adultos
La piel de los niños es mucho más sensible que la de los adultos, por eso es importante que no se expongan al sol durante las horas que es más fuerte, incluso llevando crema solar. Esto no significa que a partir de los dos años de edad no puedas llevarlos a la playa, pero sí que será importante que pasen la mayor parte del tiempo bajo la sombrilla y que lleven un gorro para cubrirles la cara y la cabeza.
Deberemos intentar que no se quemen, ya que su piel todavía no está fortalecida como la de los adultos, haciendo que puedan llegar a quemarse con el sol con bastante más facilidad. Por eso, se han creado diferentes tipos de crema de protección solar para los niños, adaptándose mejor así a las necesidades de su piel.
Por lo tanto, las cremas solares para niños tienen una composición diferente, haciendo que sean más adecuadas para ellos, evitando los daños del sol, pero también siendo cuidadosas con su piel, puesto que es bastante más delicada que la nuestra.
Algunos de los componentes que diferencian ambas cremas solares son: los perfumes son mucho más suaves para la crema solar para niños. Eso es porque deben ser más delicados con su piel y tendrán entonces un olor menos fuerte que las cremas solares para los adultos. Quizás su consistencia también sea bastante más densa, ya que están hechas para proteger con mayor efectividad la piel del niño, pero con los avances en medicina y cosmética estas cremas son cada día más similares a las de los adultos en cuanto a textura.
Otro componente que diferencia la crema solar para niños de la crema solar para los adultos es el alcohol. Aunque puede funcionar bien en la crema solar para los más mayores, es probable que no sea tan bueno para la piel del niño, sobre todo hasta los quince años de edad, que todavía no ha terminado de desarrollarse bien.
Puede que creas que no es necesario si no vais a ir a la playa, pero es esencial que siempre se la pongas, puesto que quizás puede exponerse inconscientemente al sol durante mucho rato, por ejemplo en el parque, lo que podría hacer que se quemase. Recuerda que deberás extender bien la crema solar para que no le deje manchas ni zonas en la piel que no estén bien protegidas. Además, es importante que lleves una botella de agua siempre contigo para que el niño pueda beber siempre que tenga sed, sobre todo durante los meses de más calor.
El proceso de cambio de la crema solar de niños a la de los adultos suele ser durante la adolescencia. No obstante, por prevención, podrías esperar a que cumpliese los 18 años de edad para hacer el cambio de una crema a otra. Si tienes dudas es esencial que se las plantees a tu médico o farmacéutico, quienes te podrán aconsejar mejor que nadie sobre cuál es la mejor crema solar para las necesidades de tu hijo, protegiéndole así bajo el sol y haciendo que pueda disfrutar totalmente del verano.