Dentro de nuestro sistema digestivo, existen una parte en la que se extraen parte de los nutrientes de los alimentos que ingerimos durante las comidas. Esta parte la forman los intestinos. Estos son vísceras que sirven de conductores en el aparato digestivo y por los que pasan los alimentos desde el estómago hasta ser expulsados por el ano. Los intestinos se dividen en dos: intestino delgado e intestino grueso. Es por ello que debemos diferenciarlos ya que, aunque sí que tengan algunas semejanzas, también hay diferencias a tener en cuenta.
¿Qué son el intestino delgado y el intestino grueso?
Como acabamos de decir, nos vamos a centrar en las diferencias que existen entre el intestino delgado y el intestino grueso, pero, para poder entenderlas, es importante saber qué función tiene cada uno de ellos. Ya hemos dicho que ambos son vísceras que sirven de conducto de los alimentos que ingerimos. Ahora toca saber cuáles son las peculiaridades de cada uno de los intestinos.
El intestino delgado es el que se encuentra en primer lugar en el aparato digestivo. Sirve de unión entre el estómago con el intestino grueso. Normalmente, su longitud suele ser alrededor de los 6 metros con un grosor, habitualmente, de unos 3 centímetros. Estas dimensiones dependen de cómo sea la persona, del tamaño de su cuerpo. Se divide en tres partes que se ubican en el siguiente orden: duodeno, yeyuno e íleon. En cada una de éstas es donde se absorbe la mayor cantidad de nutrientes que pasan a nuestro organismo. Por otra parte, es uno de los órganos con mayor número de recambio de células y se renueva periódicamente cada poco tiempo.
Por otro lado, tenemos el intestino grueso. Ésta es la última parte del sistema digestivo y, por lo tanto, se encuentra en segundo lugar en nuestro organismo. Al igual que el intestino delgado, éste también se divide en distintas partes. Por orden tenemos el ciego, el colon, el recto y el ano. También se encarga de absorber los nutrientes de los alimentos, pero, además, su función es crear las heces mediante las cuales expulsaremos del cuerpo aquello que no necesitamos. Suele medir cerca de un metro y medio y su grosor puede variar entre los 3 y los 7 centímetros dependiendo de en qué zona de éste nos encontremos.
Diferencias entre el intestino delgado y el intestino grueso
Ahora que ya sabemos cómo es cada uno de ellos y cuál es su función toca establecer las principales diferencias que hay entre ambos. Aunque sí que es verdad que comparten características, como la absorción de nutrientes, existen diferencias que hacen que podamos distinguirlos perfectamente.
En primer lugar, como ya hemos destacado en las características, la longitud de uno y otro es bastante distinta. Por un lado, tenemos al intestino delgado cuyo tamaño es bastante superior. Concretamente, un intestino delgado equivale, más o menos, a lo que serían un total de seis intestinos gruesos. La longitud del intestino delgado suele estar cerca de los 6 metros mientras que el gruesos apenas supera el metro y medio. Aunque es verdad que el tamaño puede variar dependiendo del estado del organismo, la diferencia nunca dejará de ser tan grande.
Por otro lado, podemos establecer una diferencia entre ambos atendiendo a sus funciones. Es cierto que ambos absorben los nutrientes que necesitamos de los alimentos, pero, en verdad, esa función corresponde más bien al intestino delgado. La parte más importante tiene lugar en éste dejando para el intestino grueso la absorción de agua y otros minerales que puedan ayudar a la formación de las heces. Ésta es otra de las diferencias que podemos destacar. Mientras que en el intestino delgado es importante la absorción, en el grueso lo que importa la expulsión. A través de las heces se expulsan todos aquellos desechos que no son necesarios para nuestro organismo.