Cuáles son los problemas vaginales más frecuentes

Mantener una buena salud reproductiva y vaginal es muy importante ya que un posible problema vaginal que una mujer pueda presentar en esta delicada zona pueden llegar a afectar a la fertilidad, al deseo sexual y también a la capacidad para llegar con éxito al orgasmo. La vagina es una parte del cuerpo a la que se le debe prestar mucha atención pues, al ser interna, puede presentar problemas dando (o no) signos visibles de ello.

Mantener la salud vaginal no solo ayuda a que la zona íntima de la mujer no presente problemas sino que también afecta al día a día. La autoestima, las inseguridades y los problemas en la relación de pareja son consecuencias indirectas de no gozar de una buena salud reproductiva. Por todo esto, es importante que las mujeres conozcan los síntomas y signos de los problemas vaginales más frecuentes para que, si los detecta, acuda inmediatamente a su ginecólogo.

Los problemas vaginales pueden ser muy variados en las mujeres

Notar un pequeño bulto

En muchas ocasiones, a las mujeres les da pudor o vergüenza hablar sobre sus problemas vaginales en caso de sospechar que tengan alguno. Lo que primero se aconseja en estas situaciones es ser consciente de que la vagina es una zona más del cuerpo y que, como todas, requiere sus cuidados y también sus curas.

Una forma inusual en la anatomía vaginal de la mujer es un problema vaginal que esta se puede encontrar a lo largo de su vida. En un principio, no vale la pena entrar en pánico porque este bulto puede haber salido por diversas causas y la mayoría de ellas no son serias. En la mayoría de los casos se trata de un pelo enquistado, un quiste sebáceo o simplemente un granito.

Antes de acudir al médico, inspecciona la zona donde te ha salido el bultito y prueba a solucionar el problema aplicando compresas calientes o un poco de crema con hidrocortisona. Si por el contrario, este bulto te duele o ves que presenta una forma anómala, lo mejor que puedes hacer es acudir de inmediato a tu médico de confianza.

Un olor desagradable

Un aspecto muy importante que, tanto los hombres como las mujeres, deben de tener en cuenta es conocer su propio cuerpo, conocer sus formas, procesos y olores. Esto, aunque pueda parecer una obviedad o una tontería, significa mucho en el momento en el que podamos notar algún cambio en nuestra fisionomía.

Si se nota un olor extraño procedente de la vagina, la causa puede ser diversos factores que van desde una infección vaginal leve hasta enfermedades más graves. Las infecciones por hongos son las más comunes y estas se producen por una mala higiene o por unas condiciones circunstanciales poco higiénicas.

Para evitar este problema vaginal, se aconseja revisar en todo momento los lugares de aseo, sobre todo los públicos, y prestar mucha atención a la correcta retirada de los preservativos o tampones ya que es bastante frecuente que una infección vaginal surja porque una mujer no ha sido lo suficientemente cuidadosa en este aspecto.

Un sangrado

Si de repente una mujer se encuentra una mancha de sangre en su ropa interior cuando no está en el período de menstruación, esto puede deberse a un desequilibrio hormonar ocasionado por la toma de la pastilla anticonceptiva o, incluso, por consumir algunos alimentos determinados. Si el sangrado es persistente, lo más recomendable es acudir al médico para saber qué es lo que ocurre ya que podría tratarse de una infección, un pólipo en el útero o un embarazo.

Si notas algo inusual en tu salud vaginal deberás acudir a tu médico

Este problema de la vagina es más común de lo que muchos piensan. Si el sangrado se produce después de haber mantenido relaciones sexuales puede incluso tratarse de una ETS (Enfermedad de transmisión sexual), algo que tu ginecólogo deberá de saber de inmediato. Otra de las posibles causas que puede llegar a producir un sangrado espontáneo es la práctica dura de sexo y es que el sexo agresivo puede llegar a ocasionar traumatismos vaginales. Para evitar esto último, lo ideal será tener relaciones de manera responsable.

Sequedad vaginal

La sequedad en la vagina no es un problema que sea exclusivamente propio de la menopausia puesto que muchas mujeres jóvenes pueden haber llegado a experimentar esta situación en varias ocasiones. La resequedad en la vagina puede presentarse después del embarazo o también si se toman ciertas medicinas como antihistamínicos o antidepresivos. Una posible solución a este problema sería el uso de lubricantes comerciales aunque, si persiste, lo ideal será consultarlo con el ginecólogo.

La sequedad vaginal, aparte de ser un problema en sí mismo, puede llegar a ocasionar otros trastornos todavía mayores si no se trata. Por ejemplo, mantener relaciones sexuales sufriendo este problema no es nada aconsejable ya que, durante el coito es muy importante la lubricación femenina para que la salud reproductiva de la mujer no se vea afectada. Si no se trata de un caso aislado, es el propio cuerpo el que está pidiendo ayuda.

Picazón vaginal

Sentir picor en la zona íntima o incluso sentir dolor es un problema vaginal bastante frecuente y común. Si esto ocurre, lo más probable es que se trate de una infección. Las infecciones vaginales tienen un rápido diagnóstico y también un rápido tratamiento pero, si siguiera picando la vagina, podría tratarse de una reacción de la piel de la zona causada por el desarrollo de una alergia. Si usas algún jabón o tela nueva, pon estos dos artículos a prueba para saber si son los causantes de tu malestar.

Todos los problemas descritos anteriormente suceden, como mínimo, una vez en la vida de toda mujer. Aunque no siempre una extraña señal es signo de que algo vaya mal, lo ideal es ser prudentes con la salud reproductiva. Si algún posible síntoma dura más de tres días, lo mejor es acudir al médico especialista y asegurarse de que todo está correcto o de, en caso contrario, tratarse lo antes posible.

Aunque no todos los problemas vaginales se pueden prevenir con una buena higiene, relaciones sexuales responsables y moderación en muchos aspectos, los chequeos regulares ayudan a diagnosticarlos y a tratarlos tan pronto como sea posible. No permitas que la vergüenza te impida hablar con tu médico acerca de cualquier inquietud pues este estará más que acostumbrado a esas situaciones y sabrá cómo guiarte.