El espolón calcáneo es la formación de un tejido óseo en la base del talón, en el hueso calcáneo. Aparece en personas que someten a una gran carga las plantas de los pies y de forma prolongada. Por ejemplo, deportistas que practican deporte sin haber calentado lo suficiente o gente sedentaria que se ejercita solo de forma ocasional, una o dos veces por semana.
Hay dos tipos de espolón calcáneo:
- Espolón calcáneo plantar: aparece justo debajo del talón, en la zona posterior. Es el más común y se produce porque el tejido conectivo de la fascia se retrae hacia el hueso calcáneo.
- Espolón calcáneo superior: ocurre en la zona posterior, justo donde se une el talón de Aquiles en el hueso.
Ambos espolones se producen en personas que al practicar ejercicio ocasionalmente producen una sobrecarga en la fascia, un fuerte tejido que se encuentra en la zona posterior del pie y que une toda la planta al hueso del calcáneo. Cuando hay demasiada presión en esa zona estamos favoreciendo la inserción de la fascia en el calcáneo.
Por eso, con el tiempo los tendones de las plantas de los pies se acaban introduciendo en la parte anterior del calcáneo, lo cual produce una inflamación de la zona e incluso pequeñas fisuras en la fascia y el calcáneo. Si esto se repite a menudo el cuerpo intentará compensar el daño que produce esos tendones. Para ello, después de la respuesta natural de inflamación el cuerpo reparará esa parte del calcáneo creando nuevo tejido óseo, a base de agregar en esa zona sales de calcio y ácido úrico. Finalmente, llega a producirse el espolón calcáneo como una respuesta a ese daño. Por tanto, el espolón no es en si mismo el que produce el dolor si no que es una respuesta más, una consecuencia.
¿Quiénes son propensos a tenerlo?
Las personas que más probabilidades tienen de sufrirlo con el tiempo son aquellas que tienen exceso de peso y edad avanzada. La explicación se basa en que la almohadilla formada de grasa que todos tenemos debajo del talón va dañándose con el tiempo porque está sometida a una mayor presión respecto a los que están en su peso normalizado. Esta almohadilla tiene el objetivo de liberar la presión a la que el talón es sometido a diario (hay que recordar que sobre él recae todo el peso del cuerpo) y si se deteriora también mermará nuestra capacidad para darnos sostén.
Además con la edad los cartílagos acaban perdiendo agua y consistencia por lo que el daño será mayor y el espolón que se forme mayor.
- Las mujeres con pies estrechos y largos es más frecuente que lo tengan a largo plazo.
- Deportistas que se someten a duros entrenamientos y personas que practican deporte de forma intensa y ocasional.
- Personas que tienen los pies planos o que por el contrario el arco de su pie es alto.
- Haber sufrido una lesión en el tendón de Aquiles también aumenta las posibilidades de tenerlo. La explicación es porque la presión en esa zona es mayor.
Síntomas del espolón calcáneo
- Hay un intenso dolor concentrado en el talón que impide a la persona poco más que sus actividades diarias. Es en forma de pinchazos y opresión que llevan al cojeo. La persona no tiene más remedio que parar y tumbarse. Puede haber momentos en los que pare, pero al cabo de un tiempo aparece de nuevo al caminar.
- Las zonas concretas donde aparecerán los pinchazos u opresión son aquellas donde se unen los tendones y el hueso. Es decir, en la parte posterior del talón y en la superior, justo por encima del talón de Aquiles.
- Si está en reposo se va mitigando en intensidad pero reaparece al ponerse nuevamente de pie. Es decir, cuando la persona pasa del reposo total y se levanta.
- Por la mañana el dolor es peor porque la zona se encuentra fría. Por eso, al dar unos primeros pasos el dolor se vuelve insoportable e impide a la persona realizar sus quehaceres diarios. Por la noche también empeora aunque no tanto como por la mañana. De todos modos cuando el espolón es grave te dolerá independientemente del momento del día.
- A simple vista no suele notarse a no ser que sea muy grave. En esos casos hay un enrojecimiento e inflamación, pero no suele ser lo habitual.
- Dolor intenso y punzante al tocar la parte interna del talón, es la zona que se encuentra justo entre el talón (zona que toca el suelo) y la más interna.
- Empeora si cargamos con objetos pesados como muebles, maletas, bolsas de la compra... En general, cuanto más peso y presión hagamos sobre el talón mayor será el dolor.
- Usar zapatos inadecuados como tacones o zapatos con una suela dura o botas de seguridad aumentan los síntomas.
Obtén un diagnóstico
Si notas que tienes varios de estos síntomas no esperes a que pase el tiempo y acude inmediatamente a que te hagan un examen clínico. Un espolón que no se trata se cronifica y se agrava. También hay personas que tienen espolones que no producen mucho dolor pero con el tiempo influyen y modifican la postura y la marcha, causando perjuicios en el resto de las articulaciones, como las rodillas. Por otro lado, los espolones que se cronifican también pueden acabar derivando en fuertes dolores de espalda y cuello con el tiempo. Por eso, no te fíes solo de los síntomas, si quieres asegurarte deberán realizarte uan radiografía donde se vea claramente un crecimiento en el calcáneo. Otras pruebas como las resonancias magnéticas nos darán una idea más aproximada porque también nos indica la presencia de inflamación y lesiones internas.
La mejor opción para un buen diagnóstico es un podólogo porque aunque el traumatólogo también puede diagnosticártelo, el podólogo será más específico. También será él quien te informe del tratamiento más adecuado para tu caso, si necesitas cirugía o si puede solucionarse con unas plantillas especiales, ya que no siempre son necesarias las intevenciones quirúrgicas y solo él puede valorar mejor tu caso). Otros profesionales como los fisioterapeutas no tratan el problema de raíz pero sin embargo pueden sernos de mucha utilidad para paliar las molestias ocasionadas.