La piel tiene una gran capacidad regenerativa, sin embargo, al llegar a cierta edad la piel madura (al igual que el resto de nuestro cuerpo) va perdiendo poco a poco esta facultad y por lo tanto su elasticidad se resiente. Este proceso no se puede revertir, quizá si en un futuro pero no de momento... Otro factor importante que afecta a las mujeres es la menopausia porque a partir de ella la piel envejece más deprisa y pierde hidratación, es decir, se vuelve más delicada y hay que extremar las medidas. Si se está tomando una terapia hormonal sustitutoria se puede enlentencer la degeneración... pero desgraciadamente es un proceso continuo
Las pieles maduras:
-Son más sensibles.
-Es más frecuente la aparición de manchas solares.
-Tienen menor capacidad regenerativa.
- Les llega menor riego sanguíneo y por lo tanto están más secas.
-Son más finas porque pierden colágeno.
-Son menos firmes y tienden a aparecer arrugas.
Debido a este motivo, el verano en ciertas zonas de la península es un peligro potencial para la piel madura, son más frecuentes la aparición de manchas solares, rojeces y quemaduras, por eso, debemos extremar los cuidados en esta estación.
Cuidados para la piel madura en verano
1- Mantenerte hidratada por dentro y por fuera.
No solo debes cuidar tu piel de las amenazas externas como el aire y el sol, si no que para prevenir las quemaduras, manchas y arrugas que se forman por la exposición a los elementos y como consecuencia de la edad debes beber frecuentemente, no esperar a que tengas sed, y más en verano porque nuestro cuerpo utiliza más agua para mantenernos hidratados, que es la prioridad. Al usar más agua quedarán menos reservas para otros procesos en nuestro cuerpo, como puede ser el mantenimiento de la piel.
2-Usar una protección solar alta.
Debería ser al menos de 30 y no ponerla solo cuando vayas a tomar el sol, hazlo siempre que salgas de casa y vayas a exponer alguna parte de tu cuerpo, independientemente de que esté nublado o que vayas a estar a la sombra. En verano los rayos ultravioletas son más peligrosos. Por otro lado, nunca deberías exponerte al sol del mediodía, es mejor por la mañana temprano o a partir de las 6, sobre todo en zonas mediterráneas. Si por el contrario vas a estar en interiores tal vez no haga falta ponerte crema de sol pero si una crema hidratante porque en verano muchos locales tienen aire acondicionado que pueden secar tu piel si no vienen con humidificador.
3-Ducharse tras salir del mar o de la piscina
Si vas a la playa y te metes en el agua no olvides darte una ducha fresca con un jabón suave para quitarte de la piel los restos de salitre, arena y restos de crema de la piel. Lo mismo ocurre si vas a la piscina, el cloro puede resecar la piel. Después es recomendable que te extiendas crema after sun por el cuerpo con el objetivo de repararla y rehidratarla. Es muy importante no olvidar este paso porque el sol aunque da un tono muy bonito a nuestra piel también la seca. Cuando somos jóvenes enseguida formamos colágeno y se renueva, también tenemos mejor circulación y nuestra piel está más irrigada y por tanto hidratada, pero con la edad se pierden muchos vasos sanguíneos y si nos descuidamos con estás cosas podemos acabar con la piel acartonada.
Por otro lado, una alternativa a las cremas after sun es el aloe vera, tal vez sea el producto natural más recomendado para después de tomar el sol porque no solo repara y estimula la regeneración de la piel en caso de quemadura si no que hidrata y tiene propiedades antioxidanes (es rico en vitamina C, E y betacarotenos).
4-Utiliza complementos para proteger tu piel
Obviamente, cuanto menos tiempo te de el sol en la cara más protegida va a estar tu piel en verano por eso es altamente recomendable que no salgas de casa sin unas gafas de sol y un sombrero en el caso de que vayas a estar un tiempo prolongado bajo el sol. Los rayos ultravioletas del sol pueden quemarte el cuello cabelludo fácilmente (es la zona donde más incide en nuestro cuerpo) y también hace que tendamos a guiñar los ojos para protegernos de él, produciendo a largo plazo las terribles patas de gallo.
5-Incorpora un serum reparador para la piel madura
A partir de los 40 años la piel aparecen los primeros signos de sequedad de la piel a la vez que otras zonas empirzan a flojear, por eso las cremas solares y el after sun a veces no es suficiente. Es importante escoger un serum adecuado para echarse durante el día o por la noche. No nos vale cualquier serum, es mejor que eligas uno que sea reparador y capaz de estimular el proceso de autoregeneración. Será el complementeo perfecto para el cuidado diario de la piel.
6-Cuida tu alimentación.
Hay alimentos que hidratan al cuerpo y son la mejor opción para el verano. Las frutas y verduras de todo tipo de colores pero en especial las rojas (tomate, pimientos, cerezas, sandía...). Por otro lado, el aceite de oliva, pescados y los frutos secos contribuyen con grasas saludables que hidratarán y aportarán mayor elasticidad a tu piel. Una ensalada como acompañamiento a un día de playa te revitalizará por dentro. Sin embargo, huye de las comidas grasas y copiosas que solo te empacharán y aumentarán tu calor corporal porque el cuerpo tiene que trabajar más para digerir esa comida, de esta forma, para poder enfriarse de nuevo necesitaremos una mayor cantidad de agua para mantener nuestra temperatura corporal basal.
7-Estimula la renovación celular.
Una mascarilla exfoliante o un peeling viene muy bien para retirar las células muertas y oxigenar los poros, estarás estimulando la renovación de las células de la piel. Después tendrás que aplicarte una mascarilla nutritiva que puedes comprar o hacerlas tu misma de forma casera. Hay muchos tipos diferentes pero la más sencilla es mezclando un huevo mezclado con dos cucharadas de jugo de pomelo. Extiéndela con un pincel o brocha pequeña y deja actuar 20 minutos. Pasado ese tiempo retíratela con agua fresca y sécate la cara con golpecitos de toalla, sin restregarte.