Los mareos en las personas pueden ser bastante común, sobre todo en adultos, y suele hacernos sentir desequilibrados de forma momentánea, y puede ser molesto o realmente debilitante. Pero cuando hablamos del vértigo, estamos ante un síntoma grave de un trastorno del equilibrio. La realidad es que los vértigos es una condición más grave que está relacionada con los mareos y parece como si la habitación donde te encuentras no para de girar. Los vértigos afectan a casi el 40% de las personas mayores de 40 años. Los vértigos también pueden causar náuseas y vómitos.
Ambas condiciones son necesarias tenerlas en cuenta y saber que deben ser tratadas por un médico, sobre todo cuando los síntomas se agravan y no permite realizar una vida normal. A continuación te voy a explicar algunos datos interesantes sobre los mareos y los vértigos que es importante que tengas en cuenta para valorar si en tu caso puede ser más o menos grave.
1. La sensación de mareo podría ser la sensación de un problema de oído interno
El oído interno de las personas contiene calcio y cristales de detección que se basan en proteínas llamadas otoconias. Si estos cristales se desprenden y flotan en los canales del oído interno, la persona puede tener una breve sensación de mareo. Es un simple problema que se puede corregir con terapia física y no es necesario tomar medicamentos ni tampoco usar cirugía.
También puede haber trastornos del equilibrio relacionados con el oído interno, es bastante común y afecta a 1 de cada 1000 personas al año. Estos trastornos del equilibrio pueden afectar a los adultos de cualquier edad, pero sobre todo a personas mayores. La mayoría de casos ocurren sin razón aparente pero puede estar relacionado con golpes, migrañas, infecciones de oído, diabetes e incluso con osteoporosis. Una vez que las personas se realizan el tratamiento, pueden volver a sufrir los síntomas en un plazo de 5 años, sobre todo si es el resultado de un golpe o traumatismo.
2. El sistema de equilibrio del oído controla el flujo sanguíneo
El sistema de equilibrio del oído interno contribuye al control del flujo sanguíneo de las personas. El oído interno tiene la capacidad de saber qué camino es hacia arriba y cuál es una pendiente. Cuando pasas de estar tumbado y te pones de pie rápidamente es posible que te marees porque tu oído interno detecta la gravedad.
Las dos estructuras del oído interno (el utrículo y el sáculo) le dicen a tu sistema cardiovascular que dirija el flujo de sangre para poder acomodar en el cuerpo el cambio de posición, pero si este proceso va mal por alguna razón o se hace demasiado rápido (te levantas muy rápido en lugar de hacerlo lentamente), podrías sentirte mareado.
3. Unos niveles bajos de vitamina B12 pueden producir mareos
Las deficiencias de esta vitamina pueden ocasionar problemas neurológicos, incluyendo una sensación de inestabilidad que tiene la presión arterial baja y que además, tiene una disminución del flujo sanguíneo al cerebro. La vitamina B12 es fácil de detectar y tratar, pero es una causa de mareos y a veces se pasa por alto.
Si crees que puedes estar falta de vitamina B12, es importante que vayas a tu médico y que te hagas un análisis de sangre para comprobar tus niveles de la vitamina B12. Buenas fuentes para obtener esta vitamina es la carne, los productos lácteos o los cereales fortificados. Aproximadamente el 3% de las personas mayores de 50 años tienen deficiencia de la vitamina B12.
4. El mareo puede ser un síntoma de enfermedad cardíaca
Un simple mareo causado por un movimiento brusco como cuando te levantas demasiado rápido de una silla es algo normal y bastante común por el flujo sanguíneo. Pero en otras ocasiones puede ser señal de un problema cardíaco. Entre las causas relacionadas con el sistema cardiovascular en los mareos pueden ser ocasionados por arritmias, aterosclerosis, etc. Este tipo de afecciones pueden causar mareos porque reducen el flujo de sangre que llega al cerebro.
5. Si estás mal alimentado o no te hidratas bien también puedes marearte
Incluso la deshidratación más leve puede causar también mareos. La deshidratación puede causar que caiga la presión arterial y esto te haga sentirte mareado e incluso con mal cuerpo. Además, si tienes una mala dieta también puedes sentir sensación de mareos o vértigos porque no estás bien alimentado o estás perdiendo demasiado peso muy rápido.
6. Los mareos pueden estar relacionados con ansiedad
Muchas personas experimentan mareos a cualquier edad, y en muchos casos es posible que esté relacionado con ansiedad. Muchas personas no quieren ni pensar que los mareos están vinculados con la ansiedad, porque eso significaría que todo está en su cabeza. Pero la realidad que más que en su mente está en el cerebro, ya que la ansiedad puede reflejar una alteración de la función cerebral que muy posiblemente esté causado por genética.
En comparación con las personas que no tienen ansiedad, las personas con trastornos de este tipo parecen estar más influenciadas cuando se someten a un entorno visual en movimiento. Estas personas pueden ser anormalmente sensibles al movimiento a causa de una dependencia visual y se pueden marear por ello.
7. Los mareos y vértigos pueden ser efectos secundarios de los medicamentos
Algunos medicamentos pueden causar mareos, sobre todo si descontrola la presión arterial de las personas. Las personas que toman dosis demasiado altas de un medicamento pueden causarle mareos, es por eso que siempre hay que iniciar los medicamentos con dosis bajas porque en muchas ocasiones, menos, es más.
Si crees que puedes estar padeciendo mareos a causa del medicamento que estás tomando, entonces será necesario que hables con tu médico para que te ayude a disminuir la dosis y encontrar la mejor solución para ti. Normalmente los medicamentos no suelen causar efectos secundarios pero puede ocurrir.
Si tienes mareos o vértigos no mires hacia otra parte, presta atención a lo que te ocurre y a los síntomas que presentas porque junto con otros síntomas podrían ser señal de un problema más serio en tu salud. Siempre que tengas mareos o vértigos debes acudir a tu médico para descartar problemas de salud relacionados con episodios frecuentes o severos de mareos o vértigo.