Las picaduras de insectos son bastante molestas, aunque la mayoría de las veces inofensivas. En cambio, existen insectos que pueden transmitir infecciones víricas como el Dengue.
El dengue en una enfermedad de tipo vírica que se transmite a través de la picadura de una especie de mosquito llamada Aedes aegypti. Concretamente la hembra es la que puede portar este virus, por lo tanto, la picadura de la hembra es la más peligrosa para los humanos. Además del dengue, estos mosquitos son portadores de otras enfermedades como la fiebre amarilla, o el virus del Zika, una infección muy grave especialmente si se contagia una mujer embarazada.
Millones de personas se infectan cada año con el virus del dengue, por este motivo, se considera que esta es la enfermedad transmitida por mosquitos más importante a nivel mundial.
El mosquito Aedes aegypti se encuentra principalmente en Asia, en África y en América Latina. Por lo tanto, si tienes pensado viajar a alguna de estas zonas próximamente, no olvides consultar con el médico para poder tomar medidas preventivas.
¿Cómo se transmite el dengue?
Como habrás leído al comienzo, la hembra de esta especie de mosquitos es la que pica al ser humano, la portadora del dengue. Pero no todas las hembras están infectadas con esta enfermedad, por lo tanto, no todas las personas que sufran la picadura de estos mosquitos correrán el riesgo de infección.
Para que esto ocurra, el mosquito debe haberse infectado con el dengue en al menos las dos semanas anteriores. Esto es así, porque el virus necesita estar en el mosquito entre 10 y 14 días para que se pueda transmitir a otras especies. Así que si te pica un mosquito de esta especie y no es portador de la enfermedad o esta aún no se ha desarrollado, no tienes porque correr ningún riesgo. Aunque claro, esto es algo imposible de identificar a simple vista.
El dengue no es contagioso entre seres humanos, es decir, las personas que estén contigo no corren ningún riesgo de contagio aunque tu estés infectado y tardes días en ser diagnosticado. El dengue no se transmite entre personas, ni a través del aire, ni de los besos, ni del contacto, ni de ninguna otra forma.
¿Cuáles son los síntomas del dengue?
Existen dos tipos de dengue, con diferentes cuadros sintomáticos y diferentes niveles de gravedad. Es posible que te contagies con el dengue y nunca llegues a ser consciente de ello, ya que los síntomas del dengue menos grave pueden confundirse fácilmente con los de una gripe común. No obstante, conocer los síntomas que se asocian a esta enfermedad, es importante para que puedas estar alerta en caso de que hayas viajado a alguna de las zonas con mayor riesgo, o tengas planeado hacerlo en el futuro.
Por una parte tenemos el dengue clásico, un estadio del virus que en principio no reside gravedad. Los síntomas de este tipo de dengue son:
- Fiebre alta con picos de subida importante de la temperatura.
- Dolor de cabeza y dolor de ojos.
- Náuseas y vómitos, malestar general del estómago.
- Fuerte dolor muscular y en los huesos.
- Aparición de manchas rojas en la piel, sobre todo en la zona del tórax. Esta erupción suele aparecer hacia el tercer día de fiebre.
- Sangrado de la nariz y de las encías.
- Tos, dolor de garganta, diarrea y malestar general, que puede confundirse fácilmente con los síntomas de cualquier otro virus común.
Dengue hemorrágico
El dengue hemorrágico es la forma más grave de este virus, su principal característica es que produce importantes cambios en la sangre. Esto puede producir inflamación de los capilares, el líquido que circula por los tejidos podría diseminarse hacia otras zonas. Si el líquido llega a los pulmones o al abdomen, el paciente podría sufrir un shock circulatorio.
Por otra parte, el dengue hemorrágico podría producir una reducción de las plaquetas, que son unas células que se encuentran en el sistema de coagulación. Si el sistema no funciona correctamente por el déficit de plaquetas, se produce la hemorragia.
Los síntomas más graves de esta enfermedad son:
- Fuerte dolor del abdomen de forma continuada.
- La piel se encuentra fría y húmeda, aportando una sensación de piel pegajosa.
- Sangrados repentinos, o provocados por alguna lesión y que no se corta rápidamente, como suele ser habitual
- Problemas para respirar
- Aletargamiento, sensación de desorientación
- Bajada importante de la presión sanguínea, médicamente se conoce como hipotensión. Esta condición puede provocar mareos o vértigos.
¿Cuál es el tratamiento para el dengue?
Aún no existe un tratamiento específico para la cura del dengue, se suele recomendar reposo y aumentar la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación.
Para reducir los dolores, pueden recomendarte que tomes algún analgésico como el paracetamol. Es muy importante que en ningún caso tomes aspirina, ya que este fármaco reduce la función de las plaquetas en el sistema de coagulación. La aspirina podría provocar que la hemorragia aumentara, y en este caso lo que se necesita es todo lo contrario. Lo mismo ocurre con otros analgésicos que se suelen tomar sin prescripción médica, como los antiinflamatorios como el ibuprofeno.
Acude al médico si crees que puedes estar infectado
Como hemos comentado anteriormente, los síntomas primarios del dengue se pueden confundir con cualquier otro virus como un resfriado o una gripe común. De ahí podría surgir el problema de tomar algún analgésico, que en este caso estaría totalmente contraindicado y podría ser peligroso.
En este caso, si has viajado a zonas donde reside el virus del dengue y crees que tus síntomas coinciden con los que acabamos de describir, acude de forma inmediata a tu médico y explicale la situación. Probablemente te derive a alguna unidad específica de tratamiento contra enfermedades tropicales, si existe en tu ciudad. Ten en cuenta que aunque los síntomas al principio pueden no ser graves, el desarrollo de la enfermedad puede llegar a causar la muerte.
Si aún no has realizado tu viaje, estás a tiempo de tomar las medidas preventivas necesarias, infórmate de los riesgos de dengue en las zonas donde vayas a viajar y qué puedes hacer para evitar contagiarte. La prevención en este caso es la mejor medicina.