Un derrame cerebral puede producir cambios importantes que alteran la vida de cualquier persona, como una visión deteriorada, la disminución de la fuerza física o de la coordinación motora. Además de las desventajas físicas obvias de un accidente cerebrovascular, un derrame cerebral también puede producir cambios significativos en la personalidad. Si eres un sobreviviente de un derrame cerebral, tus cambios conductuales posteriores al accidente cerebrovascular pueden afectarte tanto a ti como a tus seres queridos, porque parecerá que 'no eres tú mismo'.
Una vez que aprendas a identificar los cambios de personalidad más comunes después d haber padecido un derrame cerebral, entonces podrás sentir más tranquilidad, sabiendo que hay una explicación de por qué actúas de esa manera algo diferente. Reconocer los cambios de personalidad puede ser un gran paso para modificar el comportamiento no deseado mientras trabajar en los rasgos de personalidad que te harán sentir más 'tú'.
Soledad
Después de un accidente cerebrovascular, el aislamiento puede ocurrir si ya no puedes hacer las mismas cosas que solías hacer. Si tienes que dejar tu trabajo después de un derrame cerebral, o si ya no formas parte de tu vida social habitual, esto puede conducir a una sensación de soledad. Es necesario obtener ayuda con tu vida diaria y así reducir el aislamiento y el sentimiento de soledad. Cada sobreviviente de un derrame cerebral puede superar el sentimiento de soledad de forma única, tendrás que pensar cuál es la mejor para ti.
Depresión
Después de un derrame cerebral, es muy común experimentar una sensación de infelicidad y tristeza. De hecho, hasta el 60% de los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares informan depresión prolongada, que es la depresión más grave y duradera que la tristeza habitual. La depresión postictus es el resultado de una combinación de factores biológicos y situacionales.
En primer lugar, los efectos obvios de un accidente cerebrovascular, como la debilidad, la pérdida de la visión y los problemas de coordinación pueden causar una sensación de tristeza si te sientes de algún modo incapacitado. Además, después de un accidente cerebrovascular, puedes preocuparte por tu salud o experimentar ansiedad acerca de tu propia mortalidad. Los sentimientos resultantes de impotencia o desesperanza pueden contribuir a la depresión posterior al accidente cerebrovascular.
El daño cerebral puede afectar a la forma en que funciona el cerebro, lo que resulta en una actividad biológica alterada que conduce a la depresión. La buena notica es que puede ser tratable con terapia y medicamentos.
Pérdida de habilidades cognitivas
La pérdida de habilidades cognitivas después de un accidente cerebrovascular puede ocurrir en cualquier parte del cerebro, aunque es más frecuente que ocurra en el lóbulo frontal, el lóbulo parietal o los lóbulos temporales.
Los cambios en las habilidades cognitivas incluyen problemas para resolver problemas, dificultades de lectura y problemas con cálculos matemáticos simples. Algunos sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares se olvidan, olvidan nombres o pierden cosas u olvidan ocuparse de tareas importantes. Los déficits cognitivos también pueden causar confusión o pueden dificultar la comprensión de conceptos que antes del derrame hubiera comprendido perfectamente.
La pérdida de habilidades cognitivas puede ser muy angustiante para los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares, por lo que pueden negar que les está ocurriendo inventando excusas para errores frecuentes, o incluso mintiendo sobre errores para evitar la vergüenza. Desarrollar habilidades cognitivas es un desafío, pero así como la discapacidad física puede mejorar con la terapia física, las discapacidades cognitivas pueden mejorar con la terapia cognitiva dedicada.
Inestabilidad emocional
Muchas personas que han padecido accidentes cerebrovasculares se pueden volver muy emocionales, llorar más o reírse de forma inapropiada. Algunos pacientes sobrevivientes de un derrame cerebral experimentan una afección llamada afecto psudobulbar que se caracteriza por cambios de humor y expresiones emocionales incontrolables.
Todo esto puede hacer que la persona se muestra inestable a nivel emocional y que ni él, ni las personas de su alrededor le reconozcan dentro de su personalidad.
Apatía
La apatía o la falta de motivación también puede ocurrir después de un derrame cerebral. La apatía ocurre en las personas después de la mayoría de derrames cerebrales. La disminución de las capacidades cognitivas (resolución de problemas y habilidades de pensamiento) después de un accidente cerebrovascular puede hacer que muchas tareas parezcan demasiado desafiantes e irresolubles.
Además, el desarrollo de la depresión posterior al accidente cerebrovascular también puede aumentar la apatía, aunque también puede ocurrir debido a los cambios en la estructura y función del cerebro.
Negación de lo ocurrido
Cuando una persona niega que ha padecido un accidente cerebrovascular puede estar teniendo anosognosia. La anosognosia es la incapacidad de un sobreviviente de un accidente cerebrovascular para reconocer que ha tenido esta afección. La anosognosia se manifiesta por un exceso de confianza y desconocimiento de que algo va mal después de un derrame cerebral. De hecho, una persona que tiene anosognosia puede expresar sorpresa y desconcierto ante el hecho de que se esté administrando algún tipo de atención médica.
Cuando esto ocurre las personas afectadas no cooperan en los cuidados o asistencia médica. Incluso tratan con rechazo a quienes intentan ayudarles.
Agresión
Algunos sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares se vuelven inesperadamente hostiles y enfadados, comportándose de manera malintencionada o físicamente agresiva. La agresión, al igual que los otros cambios de conducta y cambios de apoplejía relacionados con la personalidad, a menudo es el resultado de los sentimientos emocionales sobre el accidente cerebrovascular y la lesión cerebral inducida.
La agresión es particularmente notable en los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares que tienen un patrón que produce demencia vascular. La demencia vascular se produce cuando se producen muchos accidentes cerebrovasculares pequeños a lo largo del tiempo, lo que lleva a la acumulación de lesiones en todo el cerebro y a un tipo distintivo de demencia. La demencia vascular se caracteriza por una disminución en la memoria y las habilidades de pensamiento, confusión, problemas para encontrar cosas, problemas con las instrucciones y cambios en el comportamiento.
Sin empatía
La falta de empatía después de un derrame cerebral es causada por el daño cerebral que puede afectar a diferentes regiones del cerebro (en este caso, en el lado derecho). La falta de empatía es un cambio de comportamiento que generalmente es molesto para los amigos y seres queridos, pero que normalmente pasa inadvertido para el sobreviviente de un accidente cerebrovascular.
No es fácil predecir si la falta de empatía mejorará después de un accidente cerebrovascular, ya que algunos sobrevivientes de un accidente cerebrovascular pueden mostrar mejoría, mientras que otros no. Lo mismo ocurre con el sentido del humor.