Es raro el hogar que no tiene una televisión en su salón. La televisión es una manera de estar comunicados con la sociedad, de saber lo que ocurre y de tener ocio pasivo mirando programas, películas o series. En realidad, si tu televisor está más apagado que encendido te ayudará a ganar en salud. Nada menos que 4 horas por día ven las personas la pantalla del televisor, ¡sin tener en cuenta el tiempo que también miran las pantallas móviles!
¿Te imaginas hacer ejercicio en ese tiempo, entrenar tu cerebro o construir relaciones sólidas con las personas que quieres? Añadirías salud a tu vida y además, te volverás una persona más enérgica y divertida. Sé consciente del tiempo que ves la televisión al día e intenta reducirlo o incluso dejar de verla casi por completo. Ponte el desafío de no mirar la televisión durante 7 días y aunque al principio pueda ser extraño, ¡te darás tiempo de todo lo bueno que aporta!
Si no sabes por qué tendrías que realizar este desafío, sigue leyendo porque te convencerás rápidamente...
Con un promedio e 4 horas por día, no es de extrañar que las personas se estresenLa televisión te estresa
Con un promedio e 4 horas por día, no es de extrañar que las personas se estresen. Se dejan de lado responsabilidades que son necesarios hacer solo por mirar la televisión. Todas las cosas que se deberían estar haciendo (pasar tiempo en familia, hacer ejercicio, una dieta saludable...) no se hace porque la televisión está robándote el tiempo.
Si te sientes cansado no tienes energía para nada, ¿y sabes lo que haces? Exacto, seguir el círculo vicioso y mirar la televisión. Es un ciclo terrible que debes poner freno cuanto antes. Toma un descanso de una semana y verás qué sucede en tu vida. ¡Te vas a sorprender!
La televisión te engorda
¿Cuántas veces has comido de forma automática mientras mirabas la televisión? ¿Cuántas veces la comida que ingerías mientras mirabas la televisión era comida poco saludable? Las personas ingieren entre un 31 y un 74% más de calorías mientras ven la televisión que si comen sin mirarla.
Si el 40% de las familias ven la televisión mientras comen o cenan, está claro que estarán aumentando de peso. Es mejor comer con la televisión apagada, tener una alimentación consciente, saborear lo que se come, y lo que es mejor... potenciar la comunicación y el vínculo afectivo con las personas cercanas a ti.
La televisión no te relaja
La televisión es lo opuesto al ejercicio. Si estás viendo televisión, por lo general estarás sentado, recostado o acostado. Estás quemando la menor cantidad de calorías posible. Toda esa comida extra que comes mientras ves la televisión no se quema. Tu cerebro entra en una pausa, tu cerebro directamente se queda adormecido.
Pero no te estás relajando: tu mente aún recibe estímulos del televisor, estás procesando información y reaccionando emocionalmente. ¿Alguna vez te has encontrado pensando en los personajes de televisión? ¿Alguna vez has soñado con programas de televisión? Estas son señales de que el cerebro está trabajando arduamente para procesar toda la televisión que has estado viendo.
Si estás sentado y mirando televisión, no te sucederá nada nuevo o emocionanteLa televisión te aísla
Si estás sentado y mirando televisión, no te sucederá nada nuevo o emocionante. Las nuevas oportunidades e ideas surgen de estar en el mundo, hablar con la gente y leer cosas interesantes.
Ver la televisión te aísla. Nada va a cambiar en tu mundo si estás viendo la televisión. Apágala, sal al mundo, interactúa con los demás, disfruta de la naturaleza y comienza a darte cuenta de lo que puede suceder.
La televisión es adictiva
La televisión puede volverse adictiva. Los signos de la adicción a la televisión incluyen: usar la televisión para calmarte, enfadarte si no ves la televisión, sentir abstracción mientras miras la televisión.
Si la idea de renunciar a la televisión durante una semana es espantosa para ti, puede que sea porque eres adicto a la televisión. Afortunadamente, la adicción a la televisión es un hábito y no una adicción física como fumar. Deberías poder controlarlo una vez que estés al tanto del problema y tomes la decisión de cambiar.
