Cuando hablamos de las grasas buenas, nos referimos a los ácidos grasos omega 3 y omega 6 que son aquellos que son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que cumplen funciones vitales en este. En muchas ocasiones, por miedo a aumentar de peso, reducimos de forma considerable todo tipo de grasas, incluyendo también los ácidos grasos omega 3 y 6, lo cual puede provocarnos consecuencias bastante graves.
El omega 3 y 6 son ácidos grasos esenciales para el organismo del ser humano porque nuestro cuerpo no es capaz de sintetizarlo por sí solo, por lo que tenemos que administrarle de forma exógena, es decir a través de la alimentación, la cantidad necesaria para ello. Estos se considera sumamente importantes porque tienen funciones vitales como el correcto funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, en el caso del omega 3 y la protección del sistema cardiovascular y antiinflamatorio en el caso del omega 6.
Consecuencias del déficit en los ácidos grasos omega 3 y 6
Cuando consumimos de forma insuficiente los ácidos grasos omega 3 y 6 nuestro organismo se resiente y un desequilibrio entre ambas puede dar origen a las siguientes consecuencias:
- Cambios de humor constante e, incluso, la aparición de depresión. Como hemos visto anteriormente el omega 3 está íntimamente relacionado con las conexiones neuronales, por lo que es bastante común que las personas con una ingesta insuficiente de omega 3 padezcan depresión, debido al mal funcionamiento de su cerebro.
- Mala memoria y falta de concentración. Esto es debido a que los ácidos grasos omega 3 tienen como función principal la cognitiva.
- Piel seca. Esta es una de las consecuencias más comunes cuando tenemos un deficit de omega 3 y 6, ya que estos son esenciales para mantener la piel hidratada y para la correcta cicatrización de las heridas, por ejemplo.
- Problemas de corazón. Debido a que el omega 6 es esencial para el sistema cardiovascular, si poseemos un deficit de este, aumentamos el riesgo de padecer problemas de corazón. Esto nos hará que el colesterol malo nos aumente. Por otro lado, el omega 3 va a ayudarnos a reducir la posibilidad de que aparezca una trombosis en nuestro organismo, debido a su función antiinflamatoria.
- Problemas de energía. Cuando tenemos un deficit de ácidos grasos omega 3 y 6 presentaremos un cansancio extremo, ya que estos van a proporcionarnos en muchas ocasiones la energía necesaria para afrontar nuestro día a día.
- Aumento de padecer artritis reumatoide. Esto es debido a que el omega 3 es un antiinflamatorio natural y los alimentos ricos en este ácido graso van a mantener a nuestro organismo libre de inflamaciones y de enfermedades que lo tenga como síntoma principal, como es el caso de la artritis reumatoide.
Realizar dietas de adelgazamiento conllevan en muchas ocasiones, de manera totalmente desacertada, a eliminar de nuestra alimentación diaria los ácidos grasos omega 3 y 6, lo cual puede provocarnos consecuencias bastante graves en nuestra salud.
Cómo aumentar la ingesta de omega 3 y 6 en la alimentación
Llevar una dieta equilibrada, añadiendo todos los nutrientes necesarios es la mejor manera de no llegar a padecer ningún deficit de los elementos esenciales que nuestro organismo necesita para un perfecto funcionamiento. En algunos casos, podemos consumir diferentes alimentos que nos proporcionarán unos elementos u otros, según queramos nosotros. En este caso vamos a proporcionar algunos trucos para aumentar la ingesta de omega 3 y 6 de forma sana y saludable.
- Cocinar y aliñar nuestras ensaladas con aceite de oliva va a permitirnos mantener a raya los niveles de omega 3, ya que este contiene gran cantidad de este ácido graso esencial.
- Consumir pescado azul como mínimo 2 veces a la semana nos va a ayudar a aumentar los niveles de omega 3. Sobre todo debemos consumir pescados como la sardina, el atún o el salmón, que son los que más omega 3 tienen en su composición.
- Las legumbres también van a ser una fuente de ácidos grasos omega 3 y 6 muy importante en nuestra alimentación. En este caso, tenemos una imagen delas legumbres muy diferente a lo que en realidad son, ya que la mayoría de nosotros pensamos en un potaje grasiento cuando hablamos de legumbres, pero hay miles de alternativas sanas que nos permitirán comer legumbres sin que nos engorden.
Recuerda que lo importante no es el consumo de calorías y grasas, sino el origen de los alimentos de las que estas provienen.