La diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad muy frecuente que afecta a entre un 6-10% del total de la población. Se trata de una enfermedad metabólica que se caracteriza por el aumento de la glucosa (azúcar) en sangre (glucemia). El tipo 1 aparece más frecuentemente en niños o personas menores de 40 años. Suele tener un comienzo muy brusco y su tratamiento siempre es con insulina, pues en estas personas el páncreas no fabricas la suficiente cantidad de insulina.
De no controlarse adecuadamente, a largo plazo, la presencia constante de glucosa alta en la sangre puede provocar alteraciones en la función de diversos órganos, especialmente los ojos, los riñones, los nervios, el corazón y los vasos sanguíneos. Te contamos un poco más acerca de esta enfermedad que cada vez afecta a más personas.
¿Qué es la diabetes tipo 1?
Existen dos tipos de diabetes mellitus, la tipo 1 y la tipo 2. Ambos casos se caracteriza por niveles de azúcar más elevados de lo normal, pero la razón de que esto ocurra es diferente. La diabetes tipo 1 aparece cuando el páncreas pierde su capacidad de producir la hormona insulina. Es el propio sistema inmune el que ataca y destruye las células del páncreas que generan insulina. Como consecuencia, estas células destruidas no vuelven a producir insulina.
Aún no se conocen con exactitud las causas que provocan la aparición de esta enfermedad, la teoría más aceptada hasta la fecha tiene que ver con la genética de cada individuo; sin embargo, se sabe con certeza que no hay nada que el progenitor o el niño hubieran hecho para desencadenar su aparición. Una vez que una persona contrae diabetes tipo 1, la enfermedad no desaparece y requiere tratamiento de por vida. Las personas con este tipo de diabetes dependen de inyecciones de insulina diarias o de una bomba de insulina para controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Se estima que en el mundo hay alrededor de 143 millones de personas que la sufren, y es característica de personas jóvenes, de ahí que anteriormente se la conocía con el nombre de diabetes juvenil o diabetes insulino-dependiente. En España se calcula que hay 29.000 pacientes menores de 15 años, y cada año hay unos 1.100 casos nuevos.
¿Cómo funciona la insulina y porqué falla en la diabetes tipo 1?
La insulina es una hormona que se produce en el páncreas dentro de unas células especiales llamadas células beta. La insulina permite que la glucosa entre en las células para que éstas tengan energía para poder realizar sus funciones. Cuando una persona que no tiene diabetes come, el cuerpo produce insulina rápidamente para actuar sobre la glucosa (azúcar) proveniente de los alimentos.
Una gran parte de los hidratos de carbono (azúcares) ingeridos se acumulan en el hígado en forma de glucógeno, esto se hace gracias a la insulina. Así, cuando estamos en ayunas, el cuerpo usa esos depósitos para mantener los niveles de glucosa constantes. De esta manera, el cuerpo necesita una pequeña cantidad de insulina durante el ayuno nocturno y entre las comidas del día para poder asimilar la glucosa que proviene del hígado.
En las personas con diabetes tipo 1 existe una falta absoluta de insulina, ya sea porque las células insulares del páncreas no producen insulina en absoluto o porque no la producen en cantidad suficiente. Sin insulina, las células no pueden acceder a la glucosa obtenida de los alimentos y por tanto ésta se acumula en la sangre, dando lugar a hiperglucemias (niveles de azúcar en sangre elevados). Además, sin esta hormona el cuerpo no puede almacenar glucosa en el hígado, y por tanto no permite que este órgano mantenga los niveles de glucosa constante en el cuerpo entre las comidas o en ayunas.
Causas
A día de hoy, aún se desconocen las causas exactas que dan lugar a la aparición de esta enfermedad metabólica. Sin embargo, existen una serie de factores que combinados entre sí, favorecen su origen. Estos factores son:
- Factor genético: Hay que tener presente que tan sólo se hereda la predisposición a tener diabetes, no la diabetes en sí. Sólo el 13% de los niños y adolescentes con diabetes tienen un padre o hermano con esta enfermedad.
- Factor autoinmune: El sistema inmune de nuestro organismo es el encargado de protegernos, pero en determinadas enfermedades (conocidas como enfermedades autoinmunes) el propio sistema inmunitario de la persona se vuelve contra ella. En el caso de la diabetes, se produce una reacción contra las células productoras de insulina.
- Factor ambiental: Este factor puede ser un virus, elemtnos tóxicos, algo en la comida, o elementos que todavía desconocemos. Se cree que es el nexo de unión entre el factor genético y la autoinmunidad.
Síntomas
La diabetes tipo 1 puede aparecer de manera gradual o repentina. Una persona puede tener diabetes y no darse cuenta porque los síntomas no siempre son obvios y pueden tardar mucho tiempo en manifestarse.
- Poliuria. Al tener una alta concentración de azúcar en la sangre, nuestro cuerpo intenta eliminarla a través de la orina, pero para poder hacerlo, necesita disolverse en cantidades muy grandes de agua, por esta razón el diabético orina muchas veces.
- Polidipsia. Para compensar la pérdida de agua el cuerpo pone en marcha un mecanismo de defensa, por ello, estas personas tienen mucha sed.
- Polifagia. Aunque hay azúcar en la sangre, las células no pueden hacer uso de ella al no disponer de insulina, que es la encargada de hacer entrar la glucosa en su interior. El cerebro emite mensajes de falta de comida lo que origina otro síntoma característico, el hambre.
- Pérdida de peso. Aunque se coma más, la glucosa no llega a las células y la persona con diabetes pierde peso. El cuerpo necesita energía para funcionar y si no la obtiene de la glucosa empieza a utilizar el combustible de reserva que se encuentra acumulado en forma de grasa, es decir empieza a quemar grasa para transformarla en glucosa.
- Cansancio y fatiga. Las células de los diabéticos no obtienen la energía necesaria para funcionar correctamente, pues como ya hemos dicho no se pueden alimentar, por esa razón siempre están cansados.
- Irritabilidad.
- Visión borrosa.
Los médicos pueden determinar con certeza si una persona tiene diabetes mellitus a través de exámenes de glucosa en muestras de sangre. Si se sospecha o confirma el diagnóstico, la persona tendrá que ser valorada por un endocrinólogo, un médico especialista en enfermedades metabólicas. Él hará un examen exhaustivo del paciente y será el encargado de llevar un seguimiento, instruir en dieta y cuidados, y pondrá un tratamiento.
Tratamiento
Hoy en día la diabetes es una enfermedad crónica, lo que significa que no existe curación y precisa de un tratamiento sustitutivo con insulina de por vida. Sin embargo, sí podemos controlar los síntomas y, por lo tanto, las consecuencias que se derivan del mal control.
Como ya hemos mencionado, el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 es la insulina. En la mayoría de los casos la administración de esta hormona se hará a través de inyecciones con agujas subcutáneas. Se administra el medicamento por medio de una aguja en el tejido subcutáneo (espacio comprendido entre la piel y el músculo), y desde ahí es absorbido por el organismo. Los lugares de inyección más recomendados son: brazos, abdomen y muslos.
Todas las insulinas son moléculas similares a la insulina humana, tan sólo varía su tiempo de acción, es decir, cuánto tiempo permanecen en nuestra sangre y cuándo hacen su efecto máximo. Hoy en día existen en el mercado:
- Insulina rápida. Este tipo de insulina se puede administrar 3-4 veces al día. Se inyecta 20-30 minutos antes de las comidas. Un subtipo de esta insulina son las denominadas insulinas "ultrarrápidas", que se pueden administrar 5-10 minutos antes de comer. La dosis de insulina rápida se determina en función de la glucemia que tenemos en el momento de la administración y de la cantidad de hidratos de carbono que vamos a comer.
- Insulina de mezcla. Se suele administrar dos veces al día. Tiene un pico de acción máximo a las 5-6 horas tras esta administración. Por este motivo es muy importante hacer una toma de alimentos 3-4 horas tras la inyección para evitar hipoglucemias.
- Insulina lenta. Se suele poner una vez al día, pero todos los días a la misma hora. Con esta insulina no tenemos horarios de comida rígidos.´
Existen otras terapias opciones más avanzadas y que sólo son factibles en algunos casos como son:
- Bombas de insulina: Un aparato con el que programamos el momento y la cantidad de insulina que queremos a través de un catéter permanente alojado en el tejido graso.
- Páncreas artificial portátil o implantando: Consiste en una bomba de insulina conectada a un artefacto que mide continuamente el nivel de glucosa.
En la actualidad los científicos están investigando una potencial cura para la diabetes. Consiste en el trasplante de células productoras de insulina.