Cuando hablamos de dolor somático estamos hablando de un dolor que se experimenta, por ejemplo, cuando te haces algo directamente en tu cuerpo, como cuando te cortas sin querer con un cuchillo, cuando te pegas un golpe, cuando estiras demasiado un músculo o cuando haces ejercicio, te caes y te haces daño.
El dolor somático
El dolor somático es un dolor nociceptivo, es decir, un dolor en la piel, tejido o dolor muscular. No es lo mismo que el dolor visceral (que surge de los órganos internos). Los nervios que detectan el dolor somático se localizan únicamente en la piel y en los tejidos más profundos.
Estos nervios sensoriales (nociceptores) captan las sensaciones relacionadas con la temperatura, la vibración, la hinchazón de la piel... o cualquier otro estímulo doloroso. Cuando se detecta algún tipo de daño en el tejido, los nociceptores envían señales al cerebro y será entonces cuando se experimente dolor. El dolor somático puede ser superficial o profundo.
El dolor somático es un dolor nociceptivo, es decir, un dolor en la piel, tejido o dolor muscularDolor somático superficial
El dolor somático superficial surge de los receptores nociceptivos en la piel y las membranas mucosas. Por ejemplo, si te cortas en el brazo, tendrás un dolor somático superficial. Es decir, este tipo de dolor ocurre cuando te haces lesiones comunes y el dolor es palpitante, punzante, localizado y agudo. A veces, puedes sentir que la zona lesionada arde.
Dolor somático profundo
El dolor somático profundo ocurre en las estructuras más profundas del cuerpo (articulaciones, tendones, músculos o huesos). Este dolor profundo es muy doloroso y es como un dolor sordo. Se puede experimentar de forma local o más general dependiendo del nivel del trauma. Por ejemplo, si te das un golpe en el codo, el dolor se localizará en el codo, pero si te rompes el hueso, el dolor se extenderá a todo el brazo.
El dolor somático se puede tratar de varias formas, porque dependerá de la gravedad y el nivel del dolorTratamientos
El dolor somático se puede tratar de varias formas, porque dependerá de la gravedad y el nivel del dolor. Por ejemplo, si sientes espasmos en lugar de un dolor palpitante, necesitarás un tratamiento diferente en un caso u otro. Los dolores leves responden bien a medicamentos de venta libre, aunque si tienes condiciones subyacentes deberás preguntar a tu médico cuál te puede ir mejor a ti aunque estén disponibles esos medicamentos sin receta.
Cuando se da el caso de un dolor somático profundo o un dolor musculoesquelético, los relajantes musculares pueden ser buena opción. Pero del mismo modo, deberás consultar a tu médico porque. Hay medicamentos de este tipo que pueden hacer que te genere dependencia a estas sustancias. El médico te indicará que medicamentos tomar y durante cuánto tiempo.
Dependiendo del tipo de dolor, tu médico también puede recomendarte otro tipo de consejos, como el uso de almohadillas calientes, compras frías, etc. Incluso actividades de terapia física, masajes o relajación pueden ser de gran ayuda.
El dolor somático suele desparecer al poco tiempo, sobre todo cuando la lesión subyacente ha sanado. En cambio, el dolor somático que tarda más tiempo en curarse y que dura por lo menos, más de 3 meses y sigue molestando, puede convertirse en un dolor crónico y necesitará un tratamiento más especifico pensando por el médico.
Es importante que si sientes dolor o te has lesionado, acudas a tu médico para que pueda evaluar el estado de la lesión o el dolor, así como la gravedad del mismo. Solo de esta manera podrá pensar cuál es el tratamiento correcto para ti. Por si fuese poco, también será necesario que te haga un seguimiento de tu dolencia si así lo ve oportuno. Si la dolencia te mejora pero con el tiempo vuelve a aparecer, también será imprescindible que acudas a tu médico de nuevo y le expliques las secuencias de tiempo de dolor que sientes. Solo así podrá pensar cuál es el mejor tratamiento para ti.
