Para todo aquel que esté fuera del ámbito médico a nivel profesional, si le hablan de una urgencia o de una emergencia probablemente crea que le están hablando de lo mismo. No obstante, no tiene nada que ver una urgencia médica con una emergencia médica, y la diferencia entre ambos términos es más importante de lo que pudiéramos imaginar en un primer momento.
La prioridad con la que se atienden los casos de urgencias o de emergencias no es la misma, puesto que la vida del paciente no corre el mismo riesgo en los dos casos.
Conocer este tipo de diferencias, así como algunos datos sanitarios básicos, es muy importante para saber explicarnos, así como saber diferenciar entre un daño que requiere un tratamiento inmediato y otro que podría esperar unas horas. No es algo que deban conocer solo los médicos o los enfermeros, sino algo que debería considerarse de interés social. ¡Así que vamos a explicar la diferencia entre los dos términos!
La diferencia fundamental entre urgencia y emergencia
En ambos casos, tanto en una urgencia como en una emergencia, se debe prestar una atención lo más rápida posible (se suele denominar siempre urgente), pero cuando hablamos de una emergencia, esta atención debe ser inmediata. Porque al denominar una situación como de emergencia, estamos señalando que la vida del paciente corre un grave peligro si no se actúa en ese mismo instante; en el caso de la urgencia, pese a que hay que atender a la persona lo más rápido posible, podría llegar a esperar.
Cuando hablamos de una urgencia, nos estamos refiriendo a una circunstancia que se ha presentado de forma inesperada. Por ejemplo, cuando un paciente tiene un accidente de coche y esto le provoca algún tipo de lesión menor; en una primera revisión, tan solo echando un vistazo, se puede ver que su vida no corre peligro. Y si bien es cierto que hay que atenderle durante las siguientes horas, se puede retrasar un poco sin que eso suponga un percance grave.
Hay varios tipos de urgencias: la subjetiva, la objetiva y la urgencia vital, también conocida como emergencia, que definiremos más adelante. La subjetiva tiene más que ver con el hecho de cómo lo ve el paciente (por ejemplo, una herida en un antebrazo; aunque esté sangrando, no compromete la vida, pero el paciente estará preocupado), mientras que las objetivas comprometen el estado de la persona desde el punto de vista del médico.
Una urgencia vital, o emergencia, suele hacer referencia a un suceso más grave. Implica también una lesión inesperada, pero que sí que puede poner en peligro grave la vida de la persona que la está sufriendo, llegando al punto de morir si no se le trata de forma inmediata. Las emergencias más comunes suelen estar relacionadas con infartos o paros cardíacos, pérdidas de sangre, heridas muy profundas o dificultades respiratorias; todo este tipo de enfermedades o lesiones deben tratarse rápidamente, para evitar que la salud de la persona se comprometa aún más.
Conocer esta diferencia es muy importante
Sabiendo ya las diferencias fundamentales entre la urgencia y la emergencia, es fácil comprender por qué es necesario manejarse con estos conceptos. Acudir al Hospital más cercano por una urgencia, por ejemplo, es comprensible, pero hay que saber tener paciencia si se le indica que debe esperar porque hay algunas emergencias médicas. Porque por mucha prisa que se pueda tener, es cierto que hay personas que deben ser atendidas antes, puesto que lo que está en peligro es su vida.
Algunas de las urgencias más comunes suelen ser traumatismos, quemaduras, vómitos o diarreas, mientras que las emergencias que se ven más a menudo son pérdidas de conocimiento, dificultad respiratoria, heridas muy profundas, fracturas óseas o ataque al corazón. Recuerda, si sufres alguno de estos daños, que es importante acudir al Hospita l pero también tener paciencia y ser comprensivo.