Si te gusta comer es posible que alguna vez te hayas sentido culpable por quizá comer algo más de la cuenta solo porque estabas disfrutando del momento y del alimento. ¿Estás buscando una manera de amar la comida y no sentir culpa o vergüenza cuando comes? Estos cuatro consejos lo impulsarán en el camino hacia una relación feliz y saludable con la comida y tu cuerpo. Lo llamo su "flujo de alimentación feliz".
Muchas personas se desconectan cuando tienen sentimientos difíciles y optan por usar la comida para su comodidad en lugar de una alternativa más saludable, como caminar por el parque o ver una película con amigos. Existen cuatro claves emocionales que puedes utilizar para poder cuidar la relación ente la comida y tu cuerpo.
Optimismo en tu alimentación
El optimismo proporciona poder sobre las experiencias dolorosas. Cada vez que comes emocionalmente o en secreto, sientes vergüenza y culpa, lo cual es realmente doloroso en ese momento. Sin embargo, te puedes dar cuenta de que pasar por esas experiencias te puede hacer comprender cómo te sientes realmente y, a su vez, te conviertes en un poderoso defensor de las personas que están pasando por lo mismo que tú.
Cada experiencia difícil tiene una lección valiosa. El verdadero significado del optimismo es darse cuenta de que cuanto más doloroso es el evento, más profunda es la lección. Una vez que reconoces y aceptas cómo te relacionas con tu relación con la comida, nunca más podrás ver un revés como algo malo. El optimismo te da poder. Por cada pensamiento negativo que tengas, crea tres positivos.
Quiérete a ti mismo para ser mejor
A menudo pensamos que ser amado por alguien es el mejor sentimiento del mundo, pero en realidad es el segundo mejor. Lo mejor que puedes hacer para sanar tu relación con la comida es amarte a ti mismo primero. Aprender a amarte a ti mismo no solo ayuda a aumentar la confianza y a desarrollar la autoestima, sino que también hace que sea menos probable que quieras comer en exceso.
A veces esto es difícil para hombres y mujeres que han caído en la costumbre de usar la comida como un escape emocional. Un paso vital es reconocer que quieres cambiar porque mereces ser feliz y saludable.
La perspectiva te dará poder a largo plazo
Las personas que luchan con su relación con la comida tienden a ver las cosas en blanco y negro, mientras que aquellos que tienen una relación saludable con la comida ven las cosas en color. Por ejemplo, si alguien que tiene una relación poco saludable con la comida tiene un episodio de atracón y se excede una noche, automáticamente piensan que siempre será así y que ni siquiera deberían tratar de mejorar.
En contraste, las personas que tienen una relación saludable con la comida reconocen el desliz y que mañana siempre es un nuevo día y un nuevo comienzo. Aplicar esta forma de pensar a diario te ayudará a cambiar tus patrones de pensamiento con el tiempo, y será menos probable que quieras participar en comportamientos que no son buenos para tu cuerpo y tu alma.
Intenta escribir sobre tus perspectivas alimentarias a diario : cuando comas en exceso, concéntrate en todas las veces que no comiste en exceso. Esto te ayudará a ser más realista sobre cómo realmente estás viviendo tu vida en lugar de la historia que te estás contando en tu cabeza.
Sé productivo
Las personas que tienen una relación saludable con la comida participan en sus propios destinos y crean su propia felicidad. No esperan eventos u otras personas para hacerlos felices. No son pasivos, y entienden que para que haya un cambio en su relación con la comida, necesitan salir de su zona de confort; necesitan practicar mecanismos de afrontamiento saludables que los ayuden a liberarse de la alimentación emocional.