Cuando un cardiólogo quiere conocer cómo bombea la sangre un corazón, debe recurrir a una prueba médica llamada ecocardiograma. Se trata de un examen que, a través de ultrasonidos, puede ayudar a que el médico averigüe si existe algún tipo de enfermedad cardíaca. La precisión es superior a cualquier otra prueba ya que, además permite que se conozca el origen de la dolencia ayudando, por tanto, a la hora de buscar soluciones para curar al paciente.
Un ecocardiograma puede hacerse de dos formas, dependiendo de qué manera queremos ver el corazón en la pantalla. En primer lugar, se puede optar por usar un plano en el caso de que queramos analizar el flujo sanguíneo. Para cualquier otro examen, se suele utilizar la opción que permite ver el corazón hasta en tres dimensiones. En cualquier caso, la visión que tiene el médico que lleva a cabo el ecocardiograma es la que se consigue observando el corazón a través de las costillas.
El ecocardiograma ayuda a identificar posibles afecciones que influyen en el corazónPasos previos a un ecocardiograma
El ecocardiograma ayuda a identificar posibles afecciones que influyen en el corazón. Con esto se puede llegar a conseguir un diagnóstico precoz que prevenga problemas mayores. Algunas de estas enfermedades son: infartos, miocardiopatías, valvulopatías, arritmias, embolias, endocarditis, pericarditis o cardiopatías congénitas. Aparte de diagnosticarlas, esta prueba permite que se sepa, además del origen, como ya hemos dicho, en qué estado de la enfermedad se encuentra y su intensidad.
Antes de realizar el ecocardiograma, desde el momento en el que el cardiólogo dice que es necesario hacer esta prueba, es importante que el paciente informe de los tratamientos médicos que está siguiendo. Algunos medicamentos como los que afectan a la circulación de la sangre o aquellos que tienen efectos relajantes pueden alterar los resultados influyendo, directamente, en el estado del corazón. Aunque es muy raro que se pida que se interrumpa el tratamiento, sí que es bueno que lo sepa el médico para poder tenerlos en cuenta a la hora de interpretar los resultados.
No se trata de una prueba que necesite de nada especial el día en el que se realizaNo se trata de una prueba que necesite de nada especial el día en el que se realiza. Por ello, una vez se presente el paciente en el lugar en el que se va a llevar a cabo, comenzará. Esto es así porque ha habido consultas previas en las que el médico ha podido crearse una idea sobre el estado de salud de su paciente. Normalmente, se suele tardar en realizarse cerca de 20 minutos. Es muy raro que el tiempo aumente ya que no es frecuente que haya algún tipo de contratiempo.
Una vez que ya ha entrado el paciente a la consulta, el médico le pedirá que se descubra la zona del pecho para poder empezar el ecocardiograma. Para que los ultrasonidos hagan su trabajo de la mejor forma posible, se aplicará sobre la piel un gel antes de comenzar a utilizar el transductor. Hecho este paso, el cardiólogo comenzará a pasar este aparato por la zona del pecho buscando dónde puede ver mejor aquellas zonas que quiere analizar del corazón. No hay que olvidar que éste se encuentra en el interior de las costillas y no siempre es fácil poder acceder a él. Por ello, es necesario seguir las instrucciones del médico en todo momento.
Una vez que se termina el ecocardiograma, el médico retirará el gel del pecho del paciente y éste podrá irse a su casa y seguir con su vida con total normalidad. Cuando el cardiólogo tenga los resultados, avisará para que se pase a recogerlos. Necesita de un tiempo para poder analizar todas las imágenes del corazón que se han tomado durante la prueba. Aun así, es posible que el resultado no sea concluyente y se le pida al paciente que se someta a más pruebas para poder dar con el diagnóstico exacto.
