Según la filosofía, la cultura consiste en el aprendizaje mediante la imitación social entre animales de la misma especie. Es decir, la imitación forma parte del desarrollo animal y por supuesto, del desarrollo humano.
Los niños aprenden por imitación y esta es la base de su crecimiento. Pero en algunos, casos puede ocurrir que la persona nunca abandone la imitación, con lo que llegaría a convertirse en lo que se conoce como un tic. Esta repetición de los gestos se realiza de forma involuntaria, la persona que los realiza no puede evitar la imitación de forma repetitiva.
Esto que se conoce como un tic, puede ser una señal de la existencia de un trastorno del sistema nervioso llamado ecopraxia. Una conducta que se engloba dentro de los ecofenómenos, al igual que la ecolalia.
¿Qué es la ecopraxia?
La ecopraxia es un trastorno del sistema motor, está incluido dentro de los ecofenómenos, ya que se trata de un trastorno caracterizado por la imitación. La ecopraxia consiste en la imitación involuntaria y repetitiva de los gestos y acciones realizadas por otra persona.
Este trastorno puede manifestarse de diferentes formas. Además de la imitación de los gestos, la persona que padece esta conducta puede mostrar otros síntomas como :
- La ecomimia, que consiste en la imitación de los gestos faciales
- La ecoplasia, en este caso se trata de dibujar formas o siluetas de personas, ya sea en el aire, mentalmente o sobre algún espacio disponible
- La ecografía, consiste en la repetición de la escritura
- La ecopraxia estresante, en este caso, lo que se repite son acciones que aparecen en programas, series o películas en televisión. El paciente las repite de forma involuntaria y es posible incluso que llegue a dañarse por ser alguna de ellas peligrosa
Este tipo de conductas como la ecopraxia o la ecolalia, son imprescindibles para desarrollar el aprendizaje social, que como ya hemos mencionado, se aprende a base de imitación. Pero cuando se convierte en una conducta repetitiva o aparece en etapas del desarrollo poco habituales, suelen ser síntoma de alguna anomalía neurológica.
En el caso de la ecolalia, la conducta repetitiva hace referencia a emisión de palabras sin sentido, frases repetitivas, incluso en algunos casos, palabrotas o insultos. La ecopraxia sin embargo, se caracteriza por la imitación de frases o palabras emitidas por otras personas. Ambas conductas están asociadas a trastornos neurocognitivos, muchos de los cuáles incluyen los ecofenómenos entre sus síntomas.
- Trastornos del espectro autista
- Demencia
- Esquizofrenia
- Trastorno obsesivo compulsivo
Sin embargo, estas conductas se muestran principalmente en uno de estos trastornos. El síndrome de Gilles de la Tourette.
¿Cuál es la causa de la ecopraxia?
Realmente, la ecopraxia no es un trastorno en sí, más bien, es un síntoma de un trastorno mayor como los mencionados en el punto anterior. Todavía no se ha descubierto la causa de estos ecofenómenos, aunque en la actualidad se está barajando la idea de que este tipo de comportamientos repetitivos e impulsivos basados en la imitación, tienen conexión directa con las neuronas espejo.
Las neuronas espejo están asociadas a la empatía y son un descubrimiento relativamente joven aunque muy interesante. Gracias al descubrimiento de las neuronas espejo y del estudio de su funcionamiento, se ha podido comprender cómo el ser humano es capaz de aprender mediante la imitación.
En cuanto al estudio de los trastornos neurocognitivos, el descubrimiento de las neuronas espejo ha abierto una nueva vía de estudio. Recientemente se está valorando la posibilidad de que un fallo en el funcionamiento de las neuronas espejo, sea el causante de los trastornos del espectro autista(TEA).
Tratamiento de la ecopraxia y otros ecofenómenos
El tratamiento de la ecopraxia dependerá de la causa que lo provoque. Cómo ya decíamos, este tipo de conducta está asociada a trastornos neurocognitivos y por lo tanto, la terapia estará dirigida a ese problema en concreto. El especialista deberá determinar si es necesario el uso de fármacos, y en cualquier caso, cuál es el mejor tratamiento para cada paciente en concreto.
No obstante, es posible tratar directamente la ecopraxia al igual que los otros tics de conducta repetitiva, a través de la terapia de conducta. Esto será realmente importante en pacientes con trastornos del espectro autista, ya que la ecopraxia en este caso es una consecuencia de su dificultad para relacionarse socialmente.
Hoy en día existen grandes avances en el campo de la medicina y la terapia conductual, por lo que, si tienes un caso cercano que te preocupe especialmente, hijos o personas mayores con alguno de los trastornos mencionados, debes saber que las terapias en muchos casos resultan efectivas.
En cualquier caso, el diagnóstico temprano es fundamental para poder comenzar un tratamiento lo antes posible. Con una buena terapia es posible modificar este tipo de conducta, de forma que el paciente pueda llevar una vida normal dentro de sus capacidades y que además, se puedan trabajar y desarrollar todas sus habilidades.