La buspirona es un medicamento utilizado para tratar la ansiedad. Algunos síntomas de ansiedad incluyen mareos, miedo e irritabilidad. La buspirona está disponible como pastillas que funcionan para equilibrar los químicos en el cerebro. Por lo general, la buspirona se toma hasta cuatro semanas y solo se puede tomar cuando el psiquiatra o el médico lo recomienda. Nunca se debe tomar cuando uno crea que es conveniente, siempre hay que acudir al médico antes.
Si tienes que tomar este medicamento es necesario que te leas bien el prospecto para saber cuándo tomarlo y qué tipo de efectos secundarios puede tener en tu organismo. De todos modos, a continuación vamos a comentarte cuáles son los efectos secundarios comunes de la buspirona, de esta manera sabrás qué esperar en caso de que tengas que tomar este medicamento.
Efectos secundarios comunes
La buspirona puede causar efectos secundarios comunes como fatiga, sequedad de boca, entumecimiento y debilidad. Puede afectar a tu tracto digestivo y causar diarrea, estreñimiento, vómitos o dolor de estómago.
La buspirona puede alterar tu mente y causar depresión, cansancio e incluso excitación. Otros efectos secundarios frecuentes incluyen dificultad para dormir y dolor de cabeza. Llama a tu médico si estos síntomas empeoran y causan más daño a tu cuerpo. En cualquier caso, si notas que el medicamento en lugar de sentarte bien y ayudarte en tu malestar de ansiedad notas que los efectos están empeorándote, habla con tu médico porque probablemente deban cambiarte la medicación por otro tipo de ansiolítico.
Efectos secundarios críticos
La buspirona puede hacer que te sientas mareado e incluso podrías desmayarte. Otros efectos secundarios potencialmente dañinos incluyen taquicardias (latido cardíaco rápido) y arritmias (latido cardíaco irregular).
A veces, la buspirona puede causar falta de coordinación y esto puede hacer que te caigas y te puedas lesionar a causa de este efecto secundario crítico. Otros efectos secundarios críticos incluyen picazón, visión borrosa y movimientos extraños de tu cuello o cabeza... No ignores estos síntomas y busca ayuda de inmediato si te das cuenta que después de tomar este medicamento te sientes de esta manera.
Otros efectos secundarios físicos
El medicamento de la buspirona también puede causar dolor en el pecho, hipertensión (presión arterial alta), hipotensión (presión arterial baja), ataques cardíacos y tinnitus (sensación de sonido o zumbido en los oídos). La buspirona puede afectar tus vías respiratorias y causar dificultad para respirar y tener congestión en el pecho. Otros efectos secundarios físicos incluyen pérdida de cabello, aumento de peso, fiebre e hipo.
Contraindicaciones
Evita la buspirona si eres alérgico a sus ingredientes. Los efectos secundarios graves pueden incluir problemas respiratorios, urticaria e hinchazón de la garganta, la cara y los labios. No debes combinar la buspirona con una clase de medicamentos conocidos como inhibidores de la monoaminooxidasa... esta mezcla puede provocar hipertensión arterial.
Tendrás que informar siempre a tu médico si estás tomando medicamentos como ketoconazol, diazepam, carbamazepina o nefazodona. Estos medicamentos pueden interactuar negativamente con la buspirona y potenciar los efectos secundarios graves. Otros medicamentos pueden interactuar con la buspirona, así que habla con tu médico para averiguar sobre cualquier medicamento que estés tomando y que podría interferir con la buspirona.
De cualquier modo, si comienzas a tomar buspirona y notas que comienzas a tener efectos secundarios en tu organismo o en tu mente, entonces tendrás que hablar con tu médico lo antes posible. Hay personas que deciden esperar unos días o incluso semanas sin acudir a su médico y aguantando los efectos secundarios de la medicación con la esperanza de que el organismo lo acepte y se acostumbre a la toma de este medicamento. No tienes que hacer esto porque solo se intensificarán los efectos secundarios y tu organismo no se adaptará, por lo que en cuanto notes que en tu cuerpo algo no va bien, ves al médico sin esperar.