Muchas personas tienen problemas en el músculo pubococcígeo, que envuelve la zona del intestino grueso, la vejiga y vagino o testículos, por causa de nervios o estrés, trastornos de origen psicológico o alteraciones del útero o la vagina (en el caso de las mujeres). Todo esto puede terminar traduciéndose en forma de dolencias en el suelo pélvico, incontinencia urinaria o la dificultad de controlar las ganas de ir de vientre.
Causa de esto puede ser por el sobrepeso, la vejez, el parto, los nervios o un problema de origen mental, como hemos comentado en un artículo dedicado a este problema específico. Sin embargo, hoy en día existe una serie de ejercicios que ayudarán a la persona que sufre de estos síntomas a reforzar el músculo pubococcígeo : útero, la vejiga, la vagina en el caso de las mujeres, el intestino grueso o la parte baja del estómago con tal de aliviar los dolores y ser capaces de poder controlar las ganas de orinar o ir de vientre por uno mismo.
Estos ejercicios se llaman ejercicios de Kegel y en Bekia te contamos qué son, cómo se realizan y qué beneficios pueden aportarte.
Cómo realizar los ejercicios de Kegel
Lo más importante de estos ejercicios es que se pueden realizar en cualquier lugar y a cualquier hora. No debemos desplazarnos hasta un gimnasio, ni necesitamos ningún utensilio. Simplemente, nos valdremos de la fuerza de nuestro cuerpo y la capacidad de tensar y destensar los músculos con tal de llevar a cabo los ejercicios de Kegel y empezar a notar sus beneficios paulatinamente con el tiempo.
- Lo primero que tenemos que hacer antes de empezar los ejercicios de Kegel es ir al baño, para asegurarnos de que no nos quedan ni orina ni heces en el estómago, con tal de no tener ninguna incontinencia durante la práctica de los ejercicios. Una vez hayamos ido al baño podremos empezar a realizar esta serie de ejercicios. Podemos hacerlos de pie, pero es mejor hacerlos sentados o estirados.
- Empezaremos por tensar los músculos de la zona del suelo pélvico y la parte más baja del estómago. Son unos músculos que no tendemos a tensar, por lo que notaremos una sensación diferente. Si sentimos una leve tensión en el músculo pubococcígeo significa que estamos realizando los ejercicios correctamente.
- Así pues, tensaremos los músculos del suelo pélvico, contaremos hasta tres segundos reteniendo la respiración, y soltaremos el aire relajando de nuevo los músculos de la zona pélvica. En el caso de las mujeres que no pueden retener la orina, deberán realizar esta misma tensión y distensión con los músculos de la vagina. Cuando tensen los músculos de esta zona del cuerpo deberán tener la misma sensación que la que tienen cuando intentan contraer el músculo de la vagina con tal de contener las ganas de hacer pis.
Lo mismo para los hombres y mujeres que tienen el intestino grueso dañado y sienten que se les pueden escapar las heces. Deberán tensar el ano, como cuando retienen las ganas de ir al baño, cinco segundos y después soltar el aire relajando esta parte del cuerpo.
- Estos ejercicios necesitan ser realizados al menos diez veces seguidas entre dos y tres veces al día. No notaremos el cambio de golpe, sino que poco a poco la vejiga, el ano o la pelvis que estamos intentando fortalecer se volverá más fuerte, devolviéndonos la capacidad de controlar las pérdidas de orina, las ganas de ir de vientre o el útero dañado de una mujer que acaba de dar a luz. Debemos ser persistentes y no rendirnos.
La importancia de ser constante
Como los resultados no se muestran de la noche a la mañana, es normal que la persona sienta que no merece la pena realizar los ejercicios de Kegel, ya que fortalecer el músculo pubococcígeo, como todos los músculos del cuerpo, requiere su tiempo. Sin embargo, estaría muy equivocada en dejarlos, porque estos ejercicios realmente demuestran una mejora en el suelo pélvico de la persona que los realiza de forma constante, mejorando su nivel de vida en gran medida.
Antes de realizar los ejercicios asegúrate que lo hablas con tu médico. Él mejor que nadie sabrá decirte si son realmente adecuados para tu caso y, además, podrá darte consejos de cómo realizarlos mejor con tal de que no pudieras herirte ningún músculo.
Los ejercicios de Kegel son muy sencillos, pero si no los realizamos correctamente no nos mostrarán los beneficios que deseamos. No importa la edad que tengas ni tu condición física, porque estos ejercicios no necesitan gran fuerza ni esfuerzo por lo que puedes realizarlos sentado, mientras trabajas, estudias, estás mirado una serie o, simplemente, leyendo un libro tranquilamente antes de ir a dormir cada noche.
Otros beneficios de los ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel no sólo sirven para corregir ciertos casos de incontinencia, también podemos practicarlos de cara a prevenirlos en el futuro. También nos ayudarán a mejorar nuestra vida sexual, tanto a hombres como mujeres: fortalecimiento de los órganos genitales en ambos sexos, mayor firmeza y control de la erección en hombres, mayor facilidad para tener orgasmos y mejora de la duración de los mismos (para ambos). En mujeres, concretamente, se utilizan para superar problemas de vaginismo, y también facilitarán el desarrollo del parto, al haber fortalecido el suelo pélvico.