Son muchas las personas que tienen un metabolismo lento y lo achacan a la dificultad para perder peso y mantener un peso saludable. Si bien es cierto que el metabolismo tiene un papel muy importante para la regulación del cuerpo y de las calorías, es necesario tener en cuenta que lo que las personas realizan en su vida es aún más imprescindible. Me refiero a que si una persona hace ejercicio y toma una buena dieta y no tiene ninguna condición médica que se lo impida, no tendrá problemas para perder peso o para estar en forma.
El metabolismo lento y las calorías necesarias
Un metabolismo lento no es algo que ocurra por naturaleza o que una persona haya nacido así, el metabolismo lento se crea a partir del estilo de crianza que ha recibido una persona. Las mujeres tienen un metabolismo más lento que los hombres debido a que el de los hombres tiende a acelerarse con mayor facilidad. Además, los hombres tienen más masa muscular que las mujeres y el músculo quema más calorías que el tejido graso. Las mujeres tienen un mayor porcentaje de grasa corporal y por lo tanto, necesitan menos calorías en general.
Una persona que es sedentaria y/o que tiene una mala alimentación, es muy probable que tenga un metabolismo más lento que una persona activa que se preocupa por su alimentación n y que tiene un estilo de vida donde el ejercicio forma una parte principal de su vida (aunque sólo sea caminar un rato cada día).
La función de la masa muscular
El levantamiento de pesas o hacer ejercicios de resistencia aumenta la fuerza de la persona que realiza estos ejercicios, ya que fortalece los músculos. Cuando se reduce la ingesta de calorías aunque sea de forma ligera, el déficit de calorías ayuda a que se queme la grasa acumulada.
El levantamiento de pesas ayuda a reemplazar la grasa con un aumento del tejido muscular, y este tejido necesitará más calorías para sostenerlo. El resultado es que se fortalece la masa muscular, se pierde peso y la persona se siente mejor consigo mismo. Cuanto más músculo se consigue, se necesitan más calorías para sostenerlo. Incluso si se mantiene una persona en el mismo peso porque el músculo es más denso que la grasa... con una dieta sana y bien equilibrada se podrá perder peso y mantener un estilo saludable de vida.
Ejercicios rápidos y ejercicios lentos
El ejercicio aeróbico quema calorías, construye una buena salud cardiovascular y trabaja los grandes grupos de músculos en el cuerpo, pero se necesita realizar una buena respiración en los ejercicios para que la quema de calorías sea adecuada. Correr es una forma aeróbica de ejercicio como lo es la natación. Cuanto más intenso es el ejercicio, mayores serán los beneficios cardiovasculares. El ejercicio más lento y que se realiza con más tiempo puede quemar más grasa en comparación con los carbohidratos.
Ten en cuenta tu capacidad
Tener un metabolismo lento puede hacer que al principio de hacer ejercicio sientas que te cuesta demasiado, pero la realidad es que poco a poco podrás conseguir encontrar una mayor motivación y resistencia ante cualquier ejercicio que estés realizando. Para realizar los ejercicios necesitarás flexibilidad, así podrás aumentar de forma progresiva la quema de calorías y garantizar una pérdida de peso óptima junto con tus ejercicios. Por ejemplo, puedes empezar un día corriendo 15 minutos, al día siguiente 20, al otro 25... e ir aumentando poco a poco el tiempo y/o la dificultad para conseguir mejores resultados, pero teniendo en cuenta siempre tu capacidad y cuáles son tus límites.
Se debe tener en cuenta que no es lo mismo hacer ejercicio con 20 años que con 40. Una persona de 40 años puede comenzar a notar una disminución de su rango de movimiento cómodo y que la flexibilidad no es lo que era, pero esto no debe amedrentar tus ganas de hacer las cosas bien y de tener un cuerpo saludable.
El yoga es una buena manera de estirar las articulaciones y los músculos así como de aumentar la circulación sanguínea. El tai chi es otra forma de ejercicio que también hace hincapié en el equilibrio y el control muscular, así como la flexibilidad. Si no tienes tiempo para ir a alguna de estas dos clases, en Internet tienes muchos vídeos para poder realizarlo en la comodidad de tu casa. Aunque con estos ejercicios no se queman tantas calorías que con otros de tipo aeróbico ni tampoco se construye músculo como con los ejercicios de resistencia, es una parte muy importante para que sean adecuados y que tu metabolismo lento se equilibre.
El ejercicio y la alimentación
El metabolismo convierte los alimentos en energía. Para mantener un buen nivel de energía durante todo el día se necesita tener una buena dieta, equilibrada y con todas las vitaminas y nutrientes necesarios. El músculo del edificio ayuda a acelerar el metabolismo, pero los músculos a su vez necesitan proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales para crecer. Comer por ejemplo un yogur antes de un entrenamiento es útil. Después de hacer ejercicio es necesario reponer los suministros gastados de hidratos de carbono y otros nutrientes para poder mantener estables los niveles del metabolismo. Las frutas como los plátanos son una buena opción.
Algunas consideraciones que debes tener en cuenta
Algunas personas cometen el error de hacer más ejercicio y al mismo tiempo reducir la ingesta de calorías con la única intención de adelgazar y perder peso más rápidamente. Pero este es un error demasiado común que se comete y que es necesario que dejes de cometer para poder llegar a tu objetivo con buena salud.
Cuando hay un severo recorte en la comida, el cuerpo no puede responder adecuadamente a las demandas de ejercicio. Las fatigas se vuelven habituales y el metabolismo se vuelve aún más lento. Es necesario tener una rutina de ejercicios y que de este modo el metabolismo tenga un buen ritmo pero teniendo en cuenta al mismo tiempo una buena alimentación. Para que tu cuerpo no se acostumbre a un mismo ejercicio puedes por ejemplo alternar la piscina, con correr y hacer yoga.