La hipocondría es un trastorno psicológico en el que la persona está convencida de que tiene una enfermedad, de forma que está continuamente dando un valor negativo a los síntomas que tiene, normalmente imprecisos e inespecíficos (dolores vagos, en diferentes lugares del cuerpo...). De esta manera, estará continuamente registrando todas las señales de su cuerpo para ver si encuentra cualquier sospecha que confirme sus creencias. Su obsesión por tener una enfermedad es tal que la persona poco a poco deja de realizar sus actividades diarias y se centra exclusivamente en su creencia.
Los hipocondríacos están obsesionados con que poseen algún tipo de enfermedad y viven con gran ansiedad y angustia cualquier sensación física en su cuerpo. Por eso, pasan mucho tiempo autoexaminándose y catastrofizando todas las sensaciones corporales que sienten extrañas. Tal es esa preocupación que las actividades que normalmente hacia (relacionadas con la vida familiar, social y laboral) quedan en un segundo plano y son descuidadas. Es un trastorno que entra dentro de los trastornos somatomorfos, aquellos que producen malestar físico en el cuerpo como una consecuencia de la ansiedad que se acumula en el cuerpo. Por eso, las personas con hipocondría acaban somatizando su ansiedad, y aunque no tengan la enfermedad que tanto temen, sufren y sienten dolor real.
Síntomas que delatan que tienes hipocondría
1) Preocupación excesiva por tu cuerpo. Si crees fervientemente que puedes estar incubando una enfermedad a pesar de que los médicos han dicho en varias ocasiones que no te pasa nada deberías plantearte hasta que punto son reales tus sospechas. ¿Cómo son las sensaciones que sientes en tu cuerpo? Normalmente los hipocondriacos se centran tanto en su cuerpo que cualquier sensación que en otro momento de su vida podría no tener importancia en la actualidad es motivo de preocupación.
A su vez el hipocondriaco está continuamente autoevaluando su estado. Por ejemplo, se toma varias veces al día el pulso, la tensión arterial, la temperatura o su frecuencia respiratoria.
2) Tienes rumiaciones e ideas obsesivas todo el día. Las personas hipocondríacas no pueden parar de pensar en que tienen una enfermedad, o en el caso de tener una se exageran las consecuencias negativas, pronosticando un final aterrador aunque no haya evidencia alguna de que vaya a ser así.
3) Buscas constantemente de información sobre enfermedades. En este sentido Internet ha hecho mucho daño. Una persona con hipocondría puede perfectamente pasarse horas delante del ordenador buscando que enfermedades pueden encajar con los síntomas que él posee. También busca información sobre la composición de los alimentos para saber cuales pueden ser "buenos o malos" para el cuerpo. Tienen muchas creencias (la mayoría sin justificar) sobre la relación de los alimentos con ciertos tipos de cáncer.
4) Acudes frecuentemente a la consulta. Quien sufre hipocondría va primero a atención primaria para consultar su caso porque los primeros síntomas suelen ser de tipo orgánico. Una vez que ahí le atienden y le dicen que no tiene nada el paciente siente un ligero alivio, se reduce su ansiedad durante unos días. Sin embargo, al cabo de un tiempo vuelve a preocuparse y darle vueltas al encuentro con el médico: "se me olvidó decirle que...", "no me acordé de...", "no me hizo la prueba de...", "no me miró bien", etc.
A partir de ahí el hipocondríaco opta o por una segunda consulta con el mismo o distinto médico en atención primaria. También es típico que pidan una segunda (tercera, cuarta...) opinión a un especialista en la materia (si se lo pueden permitir). Como la respuesta a su preocupación de enfermedad volverá a ser negativa el paciente de nuevo se siente reconfortado y tranquilo durante unos días pero al poco volverá a preocuparse, pensando que los médicos infravaloran su caso o mucho peor, no quieren preocuparle, algunos pueden hasta pensar que el médico les está mintiendo o están desinformados.
5) Tienes malas relaciones con los profesionales de la salud. Cuando una persona hipocondriaca acude a la consulta, el médico con toda la buena fe del mundo intenta tranquilizarlo diciéndole que no es nada, pensando que así se irá a casa tranquilo. Nada más lejos de la realidad. En realidad les está reforzando ese comportamiento porque el paciente se siente aliviado momentáneamente y tenderá a acudir a consulta cuando se sienta angustiado de nuevo, es una forma de dar salida a su ansiedad. Finalmente, los médicos llegan a enfadarse porque por mucho que les digan los pacientes siguen viniendo y se dan cuenta de que realmente no pueden ayudarles. El enfado será aún mayor si la persona va un ambulatorio, donde el volumen de pacientes es mayor y se satura con facilidad.
6) Estás continuamente hablando de enfermedades o comportamientos relacionados con la salud. Estas personas están todo el día hablando de enfermedades y de los síntomas que experimentan. También están muy informados sobre que conductas son o no son saludables. Por otro lado, cuando alguien les habla sobre algún tipo de enfermedad que tiene él u otra persona el hipocondríaco enseguida empieza a pensar en que él podría también tenerla, hasta el punto de que nota que una terrible ansiedad se apodera de él (aumento del ritmo cardíaco, frecuencia respiratoria, etc).
7) Tus familiares o amigos te dicen que eres hipocondríaco pero aun así no los crees. Te enfadas con ellos porque sientes que no te comprenden o que se ríen de ti. Por lo tanto, no les hace caso y sigues preocupado.
8) Miedo a los resultados médicos. Cuando tienes que hacerte una prueba médica accedes de buena gana pero cuando tienes que recoger los resultados lo pasas muy mal. Los días previos a los resultados te angustias desmesuradamente, duermes mal y se exacerbas los síntomas en tu cuerpo.
Por otro lado, hay otro tipo de hipocondríacos que evitan todo tipo de consultas y pruebas médicas porque están tan convencidos de que tienen una enfermedad que les da miedo el resultado de las pruebas. Este tipo de pacientes nunca o casi nunca acuden a la consulta. Este comportamiento es muy peligrosos porque en el caso de tener una enfermedad real no se consigue pillar a tiempo y entonces se confirma la sospecha. En esos casos, aun superando la enfermedad real la hipocondría será muy difícil de tratar porque "efectivamente tenía la enfermedad", aunque al principio no tuviese nada. Hay que tener en cuenta que si no se reconoce el problema no se puede tratar.
Si te has sentido identificado por la mayoría de estos síntomas deberías ir a un profesional de la medicina, pero esta vez a un psicólogo que pueda ayudarte a rebajar esos niveles de preocupación y ansiedad. La hipocondría es un trastorno que se supera con terapia cognitivo-conductual.