Un espasmo de la pierna, a menudo denominado calambre, es el resultado de una contracción repentina, a menudo dolorosa, de los músculos. Muchos atletas, particularmente los corredores, han experimentado este fenómeno en innumerables ocasiones. Si bien se desconoce la causa exacta de los espasmos en las piernas, tomar ciertas medidas preventivas antes y durante la carrera puede evitar que ocurran. Si tus piernas continúan teniendo espasmos después de correr, aunque estés tomando las medidas preventivas adecuadas, tendrás que consultar con tu médico.
Causas
Aunque los expertos no han podido encontrar la causa exacta, se han identificado varios factores que contribuyen a los espasmos musculares después de correr. La deshidratación y la fatiga muscular son los factores más comunes. Tener bajos niveles de electrolitos, incluidos potasio, calcio, sodio y magnesio, afecta la forma en que los músculos se contraen y puede provocar espasmos después de correr durante un tiempo prolongado. En algunos casos, el nervio que controla los músculos de las piernas se irrita y provoca dolor y espasmos.
Prevención
Los espasmos causados por la fatiga pueden prevenirse estirando los músculos de las piernas para aumentar la flexibilidad . Calienta tus músculos antes de estirarte para evitar tensarlos mientras te estiras. Un calentamiento puede incluir varios minutos de trote en el lugar o ejercicios de calistenia.
Tendrías que controlar el ritmo y evitar correr hasta el punto en que te sientas agotado o te duelan los músculos. Para evitar bajos niveles de electrolitos y deshidratación, comienza a hidratarte el día antes de correr y bebe de 1 a 3 vasos de agua de antemano. Si vas a correr a largo plazo, toma pequeños sorbos de agua durante la carrera.
Bebe agua o una bebida deportiva enriquecida con electrolitos después del ejercicio, especialmente si has estado sudando mucho. Evita correr con mucho calor para evitar la sudoración excesiva, que puede provocar deshidratación y electrolitos bajos.
Tratamiento
Cuando sientas un espasmo después de correr, pare cualquier actividad que estés haciendo, tendrás que estirar y tasajear las piernas hasta que desaparezca el dolor. Si el músculo está demasiado rígido aplicar calor puede ayudar a relajarlo y reducir el espasmo.
Sin embargo, los músculos adoloridos se beneficiarán más al aplicar una compresa de hielo o una bolsa de vegetales congelados. Envuelve una toalla alrededor de la bolsa de hielo para evitar dañar la piel. Tomar un medicamento antiinflamatorio no esteroideo de venta libre, como el ibuprofeno, puede ayudar a aliviar cualquier dolor. Beber una bebida mejorada con electrolitos para ayudar con la deshidratación.
Consideraciones que debes tener en cuenta
Los espasmos musculares en la pierna que no desaparecen con las medidas de autocuidado pueden indicar un problema más grave. Si el espasmo no disminuye después de una hora, o si es extremadamente doloroso, tendrás que buscar atención médica inmediata. Los espasmos en las piernas que ocurren repetidamente después de correr, a pesar de tomar medidas preventivas, pueden indicar un trastorno médico subyacente, como deficiencia mineral o trastorno nervioso.
De cualquier modo, si después de correr notas cosas extrañas en tus piernas no esperes a que se te pase solo... en la mayoría de los casos no se te pasará solo por lo que será necesario que vayas a tu médico y le expliques exactamente lo que te ocurre o lo que te ha pasado después de correr. Si no te pasa siempre o solo te pasa a veces, también le tendrás que explicar exactamente lo que te ocurre y cuando te ocurre. De esta manera, tu médico podrá hacer una valoración más exacta de lo que posiblemente te ocurra y si es necesario, te derivará a realizarte algunas pruebas médicas para tener más claro lo que te puede pasar en las piernas e iniciar el tratamiento más adecuado en cada caso.