Hasta hace unos años las enfermedades físicas se distanciaban por completo de las dolencias psíquicas. Nadie podía pensar que el estado de ánimo o la infelicidad pudiera llegar a causar problemas considerados como más serios. Sin embargo, en los últimos tiempos la sociedad ha empezado a ser consciente de que todo en nuestro cuerpo está relacionado y que lo que nos pasa en la cabeza puede tener repercusión en otra parte del organismo. Y viceversa.
Ya nadie se extraña al descubrir que un dolor o un síntoma físico nada tiene que ver con una caída o con un problema circulatorio y que sí puede deberse al estrés o a una depresión. Para mantener las enfermedades a raya es importante cuidarse tanto física como mentalmente.
Para evitar que problemas mentales o psíquicos deriven en dolencias físicas hay que cuidarse y mantener a raya determinados hábitos que pueden acabar por ser perjudiciales para la salud. Muchas ocasiones ni siquiera somos conscientes de que los tenemos o de que los estamos potenciando, de ahí la importancia de estar alerta ante las situaciones que pueden derivar en infelicidad y ésta a su vez en enfermedades.
Igual de importante es el hecho de que, en ocasiones, uno puede ser infeliz sin que existan causas objetivas que lo expliquen. Puede deberse a problemas emocionales "escondidos". De ahí que sea importante prestar atención a los síntomas. En Bekia hemos recopilado cinco hábitos que causan infelicidad.
El sedentarismo
Es considerado uno de los grandes males de los últimos años y su mayor peligro es que nadie lo ve. Pasar muchas horas sentado en el sofá, ante el ordenador o simplemente leyendo en la cama puede hacer que nos volvamos más solitarios, que dejemos de lado a nuestra familia y amigos y que acabemos con un estado de ánimo bajo, cuando no una depresión.
La vida sedentaria tiene asociadas diferentes dolencias y enfermedades, desde dolores musculares y en las articulaciones, por falta de actividad física, hasta mayor probabilidad de desarrollar diabetes o problemas cardiovasculares.
El estrés
En el lado opuesto al sedentarismo encontramos el estrés, otro de las grandes enfermedades de nuestro siglo y a la que no se le da tanta importancia como tiene. Son muchos los motivos que pueden causarlo, desde el trabajo, los estudios o problemas en casa. Acaba derivando en una situación de absoluta infelicidad y a la que no se ve salida, porque se haga una u otra cosa la situación puede que no se arregle.
Ante esta perspectiva, incluso antes de ser consciente de que se sufre estrés, el cuerpo empieza a mandar señales de que algo no va bien, que es lo mismo que decir que del estrés se derivan dolencias varias. Suelen ser cuestiones menores, como dolores de cabeza, musculares o problemas pra conciliar el sueño. Pero si la situación se complica puede descompensar la presión arterial o el azúcar de la persona estresada y, en último lugar, corre el riesgo de sufrir arritmias, incluso ataques al corazón.
La depresión
La depresión no es en sí un hábito, pero puedes caer en ella sin apenas ser consciente. Quienes la sufren tienden a no reconocer que hay algo que no está yendo bien y rechazan el contacto con su entorno, acaban volviéndose más solitarios. Esto de por sí causa infelicidad y además la depresión se retroalimenta de esa infelicidad, y al revés.
El insomnio o restar horas al sueño
El insomnio a veces deriva de una situación de estrés y ansiedad, pero otras no tiene relación ninguna con ellos. Puede ser que haya algo con lo que no estamos contentos y nos 'reconcome' cuando nos echamos en la cama. De cualquier manera tiene una relación doble con la infelicidad, porque puede ser su causante o su consecuencia. El insomnio es uno de los motivos que más infelicidad puede acarrear a alguien. Hay que tener en cuenta que cuando no se duerme bien no se descansa y eso puede dar lugar a mal humor y a situaciones conflictivas en tu entorno más cercano.
Mala alimentación
Pensamos en que la alimentación influye en que ganemos o perdamos peso. Casi nunca nos paramos a pensar en que el tipo de comida que consumimos afecta a nuestro estado de ánimo. Dicho de otra manera: hay alimentos que nos pueden producir infelicidad. Los que están cargados de grasas e hidratos de carbono nos producen una felicidad temporal, porque son muy saciantes, pero a continuación pueden tener el efecto contrario.
Hay alimentos que son antidepresivos naturales, favorecen la producción de serotonina y las endorfinas, vinculadas con un estado de ánimo alegre y sereno. Son los lácteos, la avena, la carne magra, el pescado y las verduras y frutas. Dicho así parece que la dieta para ser feliz es la misma que seguiríamos si queremos adelgazar, pero has de saber que el chocolate también ayuda a ser feliz (no es una leyenda), libera dopamina y endorfinas y calma los nervios antes una situación de estrés.