Las emociones, aunque se cataloguen como "positivas" o "negativas", la realidad es que ninguna es mejor o peor que otra, porque todas son necesarias. Todas las emociones nos ayudan a comprendernos mejor, saber cómo estamos en un momento determinado y si debemos hacer algo (o no) para estar o sentirnos mejor.
Todos tenemos un mal día de vez en cuando. Para algunas personas esto puede ser tan simple como llegar tarde al trabajo, para otros, puede ser más grave como descubrir que tu pareja o alguien a quien quieres te ha estado engañando. O también puede ser que algún familiar ha sido diagnosticado con una enfermedad terminal. No importa la razón, no hay nada malo en sentirse mal.
La adversidad es parte de la vida y superarla puede resultar un desafío, pero hacerlo te llevará a un verdadero crecimiento personal. El problema ocurre cuando sientes emociones y quieres evitarlas para evitar el posible sufrimiento que conlleva sentirlas.
Los sentimientos negativos, como la ira, el miedo y la tristeza son muy desagradables de experimentar. A menudo, tales sentimientos, si se toman en serio, requieren que una persona tome medidas de algún tipo. Por ejemplo, si un amigo te decepciona o te enfada, podría ser necesario confrontar a esa persona. La confrontación puede ser muy dolorosa, y muchas personas creen erróneamente que la mejor manera de lidiar con estos sentimientos es sacarlos de su mente.
¿Qué es la evitación emocional?
Muchas personas aprendieron durante la infancia a ignorar o evitar las cosas malas. Pero ignorar las malas experiencias y cómo te sientes acerca de ellas no mejorará las cosas en absoluto. De hecho, cuanto más postergues el trato o incluso reconozcas que algo está mal, peor será. Los expertos en salud mental se refieren a esto como "evitación emocional".
Algunas personas que experimentan emociones negativas pueden recurrir a comportamientos poco saludables. Estas conductas pueden incluir atracones, exceso de ejercicio o uso excesivo de alcohol como una forma de lidiar con sentimientos difíciles. Los comportamientos de afrontamiento poco saludables como estos pueden funcionar a corto plazo, por lo que las personas a menudo vuelven a ellos, pero pueden generar problemas adicionales a largo plazo.
Usa la ira como tu alidada
Si tienes problemas de ira, usa la adrenalina masiva en tu sistema para satisfacer tus necesidades, hacerse cargo de tu vida y ser proactivo. (La ira y otras emociones causan cambios físicos y biológicos en tu cuerpo. La ira puede hacer que tu ritmo cardíaco y presión arterial aumenten y que el nivel de la hormona, la adrenalina, aumente).
La ira es una gran llamada de atención para dejar de ser dependiente y esperar, o pensar que tienes derecho de alguna manera. La energía de la ira puede ser altamente productiva o destructiva. Pero puedes usarla productivamente para agudizar tus límites. Si estás lleno de envidia, no te quejes ni destruyas a los que envidias, encuentra una forma de empoderarte para que puedas obtener tu versión de lo que envidias.
Las emociones negativas son importantes y útiles. Son señales de advertencia de que puedes estar en peligro o necesitar tomar medidas. Al igual que con el dolor físico, si no sientes dolor cuando te acercas demasiado al fuego, podrías quemarte mucho.
Si te sientes asustado o enfadado, no intentes desconectarte del sentimiento. Toma un tiempo para analizar por qué podrías sentirte de esa manera. Puedes darte cuenta de que estás en peligro y debes salir de la situación o que necesitas enfrentarla. Por otro lado, puedes darte cuenta de que esta situación no es grave, pero te ha "disparado" porque te recuerda otra situación en el pasado que era peligrosa. Si los sentimientos negativos surgen de un trauma grave, puede ser una indicación de que se justifica la ayuda profesional.