Las infecciones son complicadas en todas sus variantes, pero cuando hablamos de infecciones en las encías, la precaución que hay que tener es incluso mayor. Porque una infección que no se trate, o una enfermedad de las encías que no se ataje rápidamente, puede acabar provocando incluso la pérdida de piezas dentales; y las encías no entienden de edad, le puede pasar a una persona adulta o a un niño pequeño cuyos cuidados bucales no sean los suficientes.
Se habla de tres etapas en una infección de encías. La primera es la gingivitis, donde se nota una inflamación de las encías; posteriormente, si no se trata, se habla de una periodontitis, con el hueso y las fibras ya dañados de forma irreversible. Y, por último, una periodontitis avanzada, que hace que los dientes comiencen a aflojarse y a desplazarse, e incluso pueden tener que extraerse para evitar males mayores. Si bien el tratamiento durante la gingivitis es posible, si esta evoluciona hasta una periodontitis, es bastante más complicado; y si continúa avanzando, la pérdida del diente será casi inevitable.
Hay algunos síntomas clave que te pueden indicar que tienes una infección en las encías, como mayor sensibilidad, rojez, sangrado de las mismas, dientes que parecen más largos... Si notas alguno de estos síntomas, lo mejor que puedes hacer es acudir rápidamente a tu dentista, para que sea él quien te trate de la mejor forma posible, te indique qué tienes que hacer y si hay que extraer alguna pieza o no es necesario. Si aún no estás en ese punto, pero la infección de las encías te preocupa mucho, te vamos a enseñar cómo evitar cualquier tipo de enfermedad relacionada con la boca.
Se habla de tres etapas en una infección de encíasLa limpieza bucal: el mejor remedio
Para evitar cualquier tipo de infección en las encías, lo primero que hay que hacer es tener una salud bucal impecable. Para ello, hay que cepillarse los dientes después de cada comida; no es suficiente con hacerlo una vez por la noche, porque desde que desayunamos hasta ese momento hemos comido varias veces, y los restos se van acumulando en nuestros dientes y nuestras encías. El sarro puede acabar dañando gravemente las encías si no se elimina en el momento adecuado. Además, se debe recordar que con usar un cepillo de dientes no suele ser suficiente; los dentistas suelen recomendar el hilo dental, así como algunos enjuagues bucales que ayuden a mantener también la lengua limpia. Recuerda también que el consumo de azúcar puede ser perjudicial en estos casos, con lo cual sería buena idea que eliminaras de tu dieta los alimentos con altos contenidos en azúcares.
El sarro puede acabar dañando gravemente las encíasA toda esta salud bucal, hemos de sumarle la importancia de acudir al dentista de forma habitual. Se recomienda, al menos, una revisión al año, así como una limpieza en profundidad por parte del especialista. De esta forma, nos aseguraremos de eliminar incluso esos restos que nos es imposible hacerlo en casa por nuestra propia cuenta. Aunque la asiduidad con la que cada uno deba ir al dentista depende mucho de sus necesidades específicas. Puede que haya quien necesite ir cada tres meses, por ejemplo, porque ha tenido problemas bucales anteriormente.
Si notas cualquier síntoma extraño, es muy importante que acudas al dentista lo más rápido posible. El mayor problema de todo este tipo de infecciones es que tienden a detectarse muy tarde, porque en un primer momento no generan malestar ni daño, por eso es tan importante que haya un control exhaustivo por parte de un especialista cada cierto tiempo. Nadie como un profesional para ver si las encías se encuentran en perfectas condiciones o si, por el contrario, necesitan tratamiento.
