La neutropenia es una condición en la que las personas que la padecen tienen un número inusualmente bajo de unas células llamadas neutrófilos. Estos neutrófilos son células del sistema inmunitario que atacan a las bacterias y otros organismos cuando invaden nuestro cuerpo.
Los neutrófilos son un tipo de glóbulo blanco creados por la médula ósea. Viajan por el torrente sanguíneo hacia áreas de infección donde se comen a las bacterias para neutralizar posibles daños.
Los síntomas de la neutropenia
La neutropenia en sí misma a menudo no causa síntomas. En algunos casos, las personas se enteran de que tienen esta afección cuando se hacen un análisis de sangre por otro motivo. Es más común que aparezca como resultado de la quimioterapia utilizada para tratar el cáncer.
Las infecciones pueden ocurrir con una complicación de la neutropenia. Ocurren con mayor frecuencia en las membranas mucosas, como en el interior de la boca y en la piel. Estas infecciones aparecen como:
- Úlceras
- Abscesos con pus
- Eurpciones
- Heridas que tardan mucho en sanar
La fiebre es un síntoma común de infección. En una fiebre neutropénica es normal no identificar la causa exacta, que a menudo es una bacteria intestinal normal que ha llegado a la sangre a causa de la infección. La fiebre neutropénica generalmente se trata con antibióticos, incluso si no se puede identificar la fuente infecciosa.
El riesgo de infección grave aumenta a medida que:
- El recuento de neutrófilos disminuye
- La duración de la neutropenia se alarga
Causas de la neutropenia
Las causas principales son:
- Problema en la producción de neutrófilos en la médula ósea
- Destrucción de neutrófilos fuera de la médula ósea
- Infección
- Deficiencia nutricional
Las causas de la disminución en la producción de neutrófilos son:
- Tener un problema congénito que cause problemas para producir médula ósea
- Leucemia y otras afecciones que afecten a la médula ósea o provoquen insuficiencia en la médula ósea
- Radiación
- Quimioterapia
Las infecciones que pueden causar neutropenia son:
- Tuberculosis
- El dengue
- Infecciones virales como el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus, el VIH o la hepatitis viral
El aumento de la destrucción de los neutrófilos puede deberse a que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a los neutrófilos para destruirlos. Esto puede estar relacionado con tener una enfermedad autoinmune como:
- La enfermedad de Crohn
- Artritis reumatoide
- Lupus
En algunas personas, la neutropenia puede ser causada por ciertos medicamentos, como los siguientes:
- Antibióticos
- Medicamentos para la presión arterial
- Medicamentos para problemas psiquiátricos
- Medicamentos para la epilepsia
Tratamiento para la neutropenia
Al decidir el tratamiento, los proveedores de atención médica consideran la causa y la gravedad de la afección. Los casos leves pueden no necesitar ningún tratamiento.
Las consideraciones para tratar la neutropenia son:
- Antibióticos para la fiebre. Se supone que hay una infección que causa la fiebre incluso aunque no se sepa el origen de dicha infección, por lo que debe tratarse igualmente.
- F actor estimulante de colonias de granulocitos. Este tratamiento estimula la médula ósea para producir más glóbulos blancos. Se usa para varios tipos de neutropenia, incluyendo el recuento bajo de glóbulos blancos ocasionado por la quimioterapia. Este tratamiento puede salvar la vida del paciente.
- En el caso de que la neutropenia esté inducida por fármacos, cambiar la medicación.
- Transfusión de granulocitos (glóbulos blancos), esta opción es poco frecuente.
- Los trasplantes de células madre pueden ser útiles para tratar algunos tipos de neutropenia grave, incluidos los causados por problemas de médula ósea.
Las personas con neutropenia a menudo necesitan tomar medidas preventivas para prevenir infecciones. Estas precauciones pueden ser:
- Mantener una buena higiene, especialmente lavándose las manos frecuentemente y cepillarse los dientes y usar hilo dental con regularidad
- Evitar el contacto con personas enfermas
- Usar siempre zapatos
- Limpiar adecuadamente las heridas y protegerlas con una venda
- Usar una maquinilla de afeitar elétrica en vez de cuchillas de afeitar para evitar cortes
- No estar en contacto con las heces de las mascotas y evitar cambiar pañales de bebés
- Evitar productos lácteos no pasteurizados, la carne poco cocinada, y las frutas crudas, verduras, cereales, nueces y miel
- Mantenerse lejos de jacuzzis, estanques y ríos, sitios con agua acumulada
La fiebre neutropénica
La fiebre neutropénica es cuando el paciente tiene una temperatura oral mayor a 38ºC durante al menos una hora, con un recuento neutrófilo absoluto de menos de 1500 células por microlitro. En una neutropenia grave, el recuento de neutrófilos es inferior a 500 células por microlitro o que se espera que baje de esa cantidad en las próximas dos horas. En la neutropenia profunda, este recuento es inferior a 100 células por microlitro.
En la mayoría de los casos, la causa de la infección no se puede determinar y se marca como fiebre de origen desconocido. Esta catalogación corresponde a casos neutropénicos con fiebre superior a 38'3ºC, sin ninguna infección clínica o microbiológicamente definida.
La fiebre neutropénica es la complicación más común y grave asociada con los cánceres hematopoyéticos o con pacientes que reciben regímenes quimioterapéuticos para el cáncer. La fiebre neutropénica ocurre cuando un paciente neutropénico se encuentra con un patógeno infeccioso. En este estado inmunocomprometido, los pacientes pierden o tienen una inmunidad debilitada para defenderse de las infecciones.
Las defensas del paciente, como el revestimiento de la mucosa del tracto gastrointestinal o los senos paranasales, pueden dañarse y llevar al paciente a la invasión de un patógeno infeccioso.
Debe tenerse en cuenta el historial detallado del paciente que presenta la enfermedad : el tratamiento de quimioterapia, los medicamentos que toma, los antecedentes previos de infecciones, especialmente con organismos resistentes a bacterias y la presencia de alergias; para poder ofrecer el mejor tratamiento.
Las señales de infección pueden requerir de una evaluación minuciosa ya que el dolor y la sensibilidad pueden ser los únicos indicadores de la infección.
Los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de la neutropenia febril pueden ser:
- La edad avanzada
- La presencia de otros trastornos además de la enfermedad primaria
- El tipo específico de cáncer
- El tipo y número de agentes de quimioterapia mielosupresora en uso
Se deben ordenar pruebas de laboratorio como un conteo sanguíneo completo para determinar el nivel de neutrófilos del paciente. Se necesitan cultivos de sangre, orina y garganta para determinar la fuente de la infección. Deben obtenerse dos conjuntos de hemocultivos de una vena periférica y cualquier catéter venoso. Deben sospecharse infecciones del tracto urinario en pacientes asintomáticos con antecedentes de estas infecciones. Si los pacientes tienen algún síntoma respiratorio, es necesaria una radiografía del tórax.
Para los pacientes de alto riesgo que presentan fiebre neutropénica, se debe administrar un tratamiento antibiótico por vía intravenosa y se debe monitorear al menos cuatro horas antes de darle el alta.