Convivir con el flujo vaginal es una tarea que a muchas de nosotras se nos hace cuesta arriba y en muchas ocasiones nos crea un estado de inseguridad que no nos gusta, pero aunque lo odiemos, el flujo vaginal se trata de un avisador de que todo va bien o, en el caso contrario, de que algo no funciona.
Gracias al flujo vaginal, nuestra zona más íntima se encuentra libre de parásitos, de virus, de infecciones, debido a que su tarea es la de proteger nuestra vagina aparte de mantenerla húmeda y limpia. Aunque convivimos con ella en nuestro día a día, muchas de nosotras no prestamos atención a los cambios que esta sufre durante el ciclo menstrual, por lo que no sabemos en qué periodo nos encontramos en cada momento según su textura, olor y color. Solo nos preocupamos de él en el momento en el que sufrimos infecciones, dolor o escozor.
Flujo vaginal en el ciclo menstrual
Aunque cada mujer tiene un ciclo menstrual diferente y personal, lo que si hay que tener en cuenta es que todos pasan por cuatro fases entre regla y regla . Va a ser el flujo vaginal el que nos avise de en qué momento nos encontramos dependiendo de su textura.
Se comienza a contar la primera fase del primer ciclo justo el día después de terminar con la menstruación. En esta el moco es grueso y denso, por eso no notamos ningún tipo de descarga vaginal. Se trata de la fase más seca.
En la segunda fase es cuando ya podemos hablar de ovulación. Es durante estos días cuando comenzamos a notar sensación de humedad en nuestra ropa interior ya que la mucosa vaginal es cada vez más acuosa, tomando una textura parecida a la de la clara del huevo.
Entramos en la tercera fase, justos después de la ovulación, en la que el flujo vaginal adquiere una textura más cremosa, más blanquecina. El objetivo de esta mucosa es la de impedir a los espermatozoides que avancen hacia el óvulo.
La última fase del ciclo menstrual comienza unos días antes de que nos baje la regla hasta que esta desaparece. En esta etapa el flujo vaginal presenta una textura bastante espesa, incluso llegando a tener grumos, para imposibilitar el movimiento de los espermatozoides para la fecundación.
El flujo vaginal con la regla
Una vez que la regla aparece en nuestras vidas, aproximadamente una vez al mes, el flujo vaginal tiende a desaparecer. Esto es debido a que nos encontramos en una etapa en la que nuestro organismo expulsa el óvulo que no ha sido fecundado.
En el caso que se dé una mezcla de sangre y flujo vaginal, es que algo no va bien. Son varios los motivos por los que podemos notar la presencia de flujo vaginal con la regla, pero siempre hay que tener en cuenta que no es una reacción normal del organismo por lo que deberíamos estar muy pendientes de ello y ponerle una solución rápida.
Uno de los motivos por los que puede haber flujo vaginal con la regla es por padecer alguna infección en nuestra zona más íntima. En ese caso el flujo vaginal vendría acompañado por un fuerte olor y picor, escozor y dolor en nuestra vagina. Para ello lo mejor es mantener una higiene especialmente cuidada.
También puede darse debido a alguna enfermedad de transmisión sexual. La clamidia y la gonorrea son las más comunes y las que suelen darse acompañadas de una secreción de flujo vaginal. Si creemos que puede tratarse por este motivo lo mejor es acudir a un médico especialista que nos ayude a tratarnos de la mejor forma posible y así poder volver a tener una menstruación normal.