Fluoxetina, Prozac para los amigos. La fluoxetina es el nombre genérico de la mundialmente famosa pastilla de la felicidad, un antidepresivo que se puso muy de moda en la década de los 90. Este medicamento, como buen antidepresivo, es un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, es decir, que es capaz de aumentar los niveles de serotonina en las neuronas produciendo diversos efectos.
Este antidepresivo es utilizado actualmente en tratamientos para la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático, los trastornos de obsesivo compulsivos, el trastorno de la conducta alimentaria y el trastorno bipolar.
Hay muchos mitos alrededor de este medicamento, la gran mayoría erróneos. Sin duda, el mito estrella es que la fluoxetina te hace adelgazar. Si es cierto que el consumo de fluoxetina reduce el nivel de ansiedad y de impulsividad, pero no por ello la persona que lo está consumiendo va a adelgazar. Y ojo, que calmar la ansiedad por comer no significa una reducción del apetito. Es por este efecto por el cual los pacientes con trastorno de la conducta alimentaria suelen tomar Prozac: les ayuda a no darse atracones. Hay mucha gente que, pensando en que podrán adelgazar con estas pastillas, se automedican. Automedicarse siempre es un error: el Prozac tiene muchos efectos secundarios y puede ser completamente contraproducente.
Por ello, si realmente estás buscando adelgazar y perder esos kilos de más, no optes por los químicos, que no es buena idea. Una dieta saludable, deporte diario y constancia son las claves para bajar de peso, no una pastilla diaria de Prozac. Ten en cuenta de que si quieres resultados duraderos, tendrás que esforzarte para conseguirlos. Estar a gusto con nosotros mismo es un seguro de vida: obsesionarte hasta el punto de tomar antidepresivos porque tienen un efecto secundario adelgazante no es normal y deberías consultarlo con tu médico. Los problemas de autoestima no se solucionan perdiendo peso : éstos seguirán independientemente de lo que marque la báscula.
Por otra parte, otro famoso mito al respecto es que es la pastilla de la felicidad: tomarse una cambiará completamente tu estado de ánimo. Esto es completamente falso, ya que este medicamento no tiene un efecto inmediato, de hecho, tarda entre tres y cuatro semanas en hacer efecto y siempre que se tome una dosis diaria.
Cuando la fluoxetina es recetada correctamente, los resultados son muy positivos, más allá del antidepresivo: mejoras a la hora de conciliar el sueño, mejoras en el estado de ánimo (consiguiendo mayor estabilidad), más energía, más atención y concentración. Pero cuidado, que la fluoxetina no es mágica: acompañando la medicación, la persona necesita apoyo psicológico para obtener los mejores resultados posibles. Además, una vida sana y equilibrada es el primer paso para sentirnos mejor.
Efectos secundarios de la fluoxetina
Sin embargo, uno de los problemas principales de este medicamento son los efectos secundarios que pueden provocar. La intensidad de los mismos depende de la persona, pero por lo general, sólo se limitan al primer mes de consumo.
Los efectos secundarios más frecuentes son nerviosismo, náuseas, sequedad extrema en la boca, dolor de garganta, somnolencia y cansancio, debilidad, temblor incontrolable en alguna parte del cuerpo, cambios en el deseo sexual (la líbido disminuye) y sudoración excesiva.
Puede haber efectos secundarios todavía más graves, como fiebre, urticaria, dolor articular, inflamación de la cara, la garganta, la lengua, los labios, los ojos, las manos, los pies, los tobillos o las pantorrillas, dificultad para respirar o tragar, fiebre, sudoración, confusión, latidos cardíacos rápidos o irregulares y rigidez y convulsiones. Si estás teniendo alguno de estos últimos síntomas, es importante que acudas a tu médico lo antes posible, porque puede que seas alérgico a alguno de los componentes de este antidepresivo.
Además, cuando se deja el Prozac, la persona puede sufrir síndrome de abstinencia, especialmente cuando se suspende bruscamente. El síndrome de abstinencia más peligroso en este caso es el tener pensamientos y comportamientos suicidas, se vuelven a tener leves síntomas de la depresión, de ansiedad y manía y puede desarrollarse trastorno conductual del sueño REM.
Si has dejado de tomar la fluoxetina como debe ser (reduciendo la medicación poco a poco) lo normal es que sientas cefalea, fatiga, náuseas y dolores similares a la gripe. Algunas personas también han experimentado mareos y diarrea.