Hay personas que se acuestan tarde y otras que madrugan mucho... Pero, depende del tipo de alarma que pones en tu vida y de tu forma de despertar, ¡tendrás una personalidad u otra! Todos los relojes de alarma realizan la misma función básica: provocar un despertar para terminar el sueño.
Más allá de un simple timbre, los modernos relojes de alarma ahora permiten una variedad de nuevas opciones. Es posible configurar más de una alarma. Es fácil seleccionar música distinta o varios sonidos para despertarse e incluso grados de intensidad. Algunas alarmas intentan despertarte del sueño ligero cuando comienzas a moverte, según el movimiento percibido, y otras incluso pueden facilitar el despertar con un amanecer simulado... son muchas las opciones existentes para que la persona tenga un despertar acorde a su personalidad.
Hay quienes se despiertan con melodías suaves, otros que necesitan que la alarma se repita una y otra vez, para otros la alarma les causa un mal despertar, etc. Estos diferentes estilos pueden resaltar los rasgos de la personalidad, pero también pueden revelar características sobre tus patrones de sueño, cantidad y calidad.
El madrugador
El madrugador se despierta diariamente a altas horas de la madrugada, a menudo cuando la casa está en silencio y antes de que salga el sol. Estos despertares incluso si el reloj de alarma está configurado para sonar más tarde.
Hay algo particularmente frustrante al despertar antes de que suene la alarma. Estos despertares temprano en la mañana pueden acortar el tiempo total de sueño y causar insomnio. La depresión o la apnea obstructiva del sueño están asociados a tener este tipo de despertar tan temprano.
El natural
La persona que se despierta naturalmente no necesita un reloj porque él mismo es un reloj que le permite despertarse en su justo momento. Sin alarma, su hora de despertar se vuelve natural y precisa. Sus necesidades de sueño han sido satisfechas con el tiempo que ha pasado en la cama, que ha sido más que suficiente.
El natural se duerme rápidamente, se vuelve a dormir fácilmente después de despertarse por la noche y se despierta por la mañana sintiéndose refrescado. No duda en levantarse ya que el deseo de dormir se ha cumplido por completo. El natural se siente bien descansado, se despierta de inmediato y está listo para comenzar el día. Los niños están a menudo en esta categoría...
El gentil
El gentil es la persona que aunque sea de mala gana se despierta y se levanta inmediatamente en cuanto suena la alarma. La alarma se apaga y comienza el día. No hay oportunidad de alargar las alarmas. El tiempo para dormir ha terminado. Hay trabajo por hacer. Es hora de levantarse.
No es un momento alegre pero es necesario hacerlo. Una taza de café puede ayudar a comenzar el día con mejor pie.
El oso hibernador
Esta persona se caracteriza por confiar en la función de despertador con retrasos repetidos en el despertar. Puede ser difícil despertar a algunas personas y las alarmas recurrentes, de intensidad creciente, pueden ser necesarias.
El oso hibernador prefiere seguir durmiendo... es todo lo que quiere hacer. Es difícil despertarse al principio. Puede tomar algunos intentos para comenzar el día con varios intentos fallidos. Al igual que un oso que emerge de un largo invierno de hibernación, estas personas deben ser despiertos en estado de vigilia... les cuesta volver a despertar.
Puede verse afectado por una mala noche de sueño. Si se le permite dormir más tarde (y por más tiempo), puede despertarse más fácilmente con un mejor estado de ánimo y una función diurna óptima.
También existen aquellos a los que les cuesta mucho despertar por la mañana y los que pueden presentar algún trastorno del sueño. Lo que importa es que tengas una buena higiene del sueño y que seas capaz de tener un descanso óptimo cada noche para poder comenzar el día con energía.