Por qué salen granos en la lengua

Hay pocas molestias que puedan resultar tan desagradables como los granos, sobre todo si estos son en la lengua. Se habla muy poco de esta afección que, si no se trata de la forma conveniente, puede llegar a transformarse incluso en una úlcera o en una llaga, y es sobre todo porque no es común. Mas el desconocimiento que esto genera puede provocar que la gente llegue a preocuparse de más (o de menos) ante los granos de la lengua; es por eso que hoy vamos a dedicarle a ellos toda nuestra atención, para conocerlos más en detenimiento y ver por qué aparecen exactamente.

Comencemos por el principio: los granos que aparecen en la lengua se pueden identificar fácilmente porque son una especie de protuberancia roja, con un pequeño punto blanco o amarillo. Aparecen tanto en jóvenes como en niños y adultos, con lo cual cualquier persona puede padecerlos.

Por regla general, no son peligrosos para la salud y desaparecen por sí mismos en unos días. Eso sí: suelen ser bastante dolorosos, e incluso pueden afectara tu ingesta de comida. Si la molestia va a más, y si ves que pasan uno o dos días, lo mejor que puedes hacer es acudir rápidamente al especialista (el otorrinolaringólogo) para que te ponga un tratamiento adecuado.

Los granos que aparecen en la lengua se pueden identificar fácilmente porque son una especie de protuberancia roja

Antes de hablar de las causas, es importante que sepas que reventar esos granos no hará más que propiciar que una inmensa cantidad de bacterias se dispersen por toda tu boca. No solo es poco higiénico, es que podría resultar incluso peligroso, y podrías acabar teniendo cualquier tipo de infección. Puedes esperar a que desaparezca por sí mismo, pero debes saber que si se ha producido por algún tipo de alergia, volverá a aparecer. Lo mejor será que vayas al médico para así saber por qué ha sucedido, y poder ponerle solución.

¿A qué se deben estos granos en la lengua?

Hay muchos motivos por los que pueden aparecer granos en la lengua, y es necesario saber exactamente cuál es la causa para poder tratarlo de la forma adecuada.

Alergias

Normalmente, estos granos suelen deberse a algún tipo de alergia o intoleranc alimenticia, es decir, una reacción del sistema inmunitario a un alimento que está haciendo daño al organismo. En ese caso, la solución solo podrá darla un alergólogo, investigando y haciendo pruebas para ver qué alimento es exactamente el que provoca la alergia, y poniendo así un remedio.

Mordisco

Aunque puede que sea algo mucho más sencillo: si te has dado un mordisco muy fuerte, eso podría provocar este grano. De ser así, lo único que tendrás que hacer es esperar a que se cure por sí mismo. Es muy doloroso, ¡pero pasará!

Normalmente, estos granos suelen deberse a algún tipo de alergia o intolerancia alimenticia

Ingredientes específicos

Hay un ingrediente de algunos enjuagues bucales y algunas pastas de dientes que también puede provocar estos granos. El ingrediente en cuestión se llama sodium lauryl sulfate, y se usa para provocar esa espuma que aparece al frotar; es muy barato y, en ocasiones, también perjudicial. No solo provoca granos, sino que puede llegar a provocar incluso úlceras, con lo cual hay que tener mucho cuidado con los enjuagues y los dentífricos que se usan.

Mala alimentación

Otra causa podría ser una mala alimentación, es decir, un consumo muy elevado de grasas; al igual que aparecen granos en la piel, pueden acabar apareciendo en la lengua. Para solucionar esto último, hay que controlar la ingesta de grasas. A su vez, podría haber una deficiencia de hierro, de zinc o de vitamina B12 o B9, lo que también provocaría estos granos.

Por último, podría deberse a una infección, ya fuera esta viral o por hongos. En el caso de las infecciones virales, puede ser por una gripe o un herpes oral, que provoca una bajada de defensas y el cuerpo reacciona de esta manera; los hongos pueden provocar una candidiasis oral, que acaba generando unos granos blancos y rojos muy molestos. Cada causa tiene su propio tratamiento, así que lo mejor sería acudir al especialista para que os dé un diagnóstico más acertado.