Si alguna vez no has dormido todo lo que necesitabas es probable que sepas lo que eso significa y lo mal que te sentiste durante todo el día siguiente. Además, si duermes poco o mal tu estado de ánimo también se verá afectado. Dormir durante menos de siete horas cada noche puede provocar graves problemas de salud, desde hipertensión hasta enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Las personas con malos patrones de sueño tienen más probabilidades de ser obesas y desarrollar otros trastornos metabólicos graves. El sueño profundo y de calidad es importante para el funcionamiento cognitivo, físico y social. Si tienes cualquiera de estos hábitos es posible que estés durmiendo mal y es necesario que sepas cómo solucionarlo para optimizar tu descanso nocturno.
Trabajas demasiado
El trabajo es el principal culpable que impide a las personas dormir lo suficiente. Como es de esperar, a menudo esto está relacionado con tiempos de inicio temprano y largos desplazamientos. Además dormir poco afecta a la memoria. La falta de sueño puede hacer que alguien tenga más probabilidades de reaccionar emocionalmente cuando se enfrenta al estrés. Así que, irónicamente, renunciar al sueño debido al trabajo puede resultar en un peor desempeño en el trabajo.
Duerme 20 minutos más por la mañana y tu cuerpo se sentirá mejor y tu mente funcionará a mejor ritmo.
Miras la pantalla antes de ir a dormir
Es probable que hayas escuchado repetidas veces que no se recomienda usar su teléfono en la cama. Leer en tu teléfono, ordenador portátil, lector de libros electrónicos o mirar televisión antes de acostarte puede alterar sus ritmos circadianos, lo que dificulta conciliar el sueño y permanecer dormido.
Para solucionar esto es necesario que desconectes tus dispositivos electrónicos antes de ir a dormir. Si te gusta leer es mejor optar por un libro al que le puedas tocar las hojas en lugar de un libro electrónico. Si puedes, no tengas televisión en tu dormitorio y nunca te quedes dormido con la tele encendida.
Bebes alcohol antes de ir a la cama
Son muchas las personas que beben alcohol antes de ir a dormir pensando que es una solución para facilitar el sueño y el descanso. Pero aunque el alcohol inicialmente actúa como un sedante, en realidad disminuye la calidad del sueño. Grandes cantidades de alcohol no solo interfieren con la calidad del sueño, sino que también impiden las funciones restaurativas del sueño.
La solución a esto es fácil: disminuye la cantidad y la frecuencia de tu consumo de alcohol, especialmente en las horas previas a la hora de acostarse.
Tienes constantes interrupciones del sueño
Aunque estés metido en la cama durante 8 horas seguidas, si tienes despertares constantes es posible que sientas al levantarte por la mañana que no has descansado nada. Incluso pequeñas cantidades de luz y ruido pueden ser una barrera para obtener un sueño reparador más profundo.
La interrupción del sueño tiene el mismo efecto en tu cuerpo que cuatro o menos horas consecutivas de sueño. No es de extrañar: este tipo de sueño estaba relacionado con dificultades para pensar, una capacidad de atención más corta y mal humor.
Para solucionar esto es necesario que sepas que incluso si las interrupciones son solo de cinco minutos, pueden tener graves consecuencias. Para limitar las interrupciones, configura tu teléfono para que vuelva automáticamente al modo "dormir" a la hora de acostarse, o modo avión.
Tienes mucho estrés diario
Son muchas las personas que sufren mucho estrés cada día y la falta de sueño pueden ser un escenario de "gallina o huevo", porque sentirse cansado aumenta la sensación de estrés y hace que las situaciones de alto estrés sean más difíciles de manejar. El estrés hace que las personas se despierten durante la noche y esto causará más estrés.
Para solucionar esto lo ideal es meditar. La medicación de atención plena mejora la calidad del sueño en adulto mayores que sufren trastornos del sueño.