Cuando se está deprimido puede ser difícil encontrar la motivación para hacer cualquier cosa, y mucho menos cuidar tu salud. Pero tus hábitos de salud tienen un impacto en los síntomas de depresión. Cuanto mejor cuides tu cuerpo... Mejor te sentirás. Por este motivo vamos a darte algunos consejos para que comiences a tener hábitos saludables y que de esta manera seas capaz de evitar la depresión.
Mueve tu cuerpo
El ejercicio es un poderoso tratamiento para la depresión, tanto que puede ser tan efectivo como los antidepresivos sin necesidad de hacer un entrenamiento demasiado riguroso para obtener los beneficios. Puedes hacer una caminata corta y ver cómo te sientes mejor después. Cualquier cosa que te levante y te mueva ayuda. Busca pequeñas formas de añadir más movimiento a tu día: aparca más lejos de la tienda, sube las escaleras, haz tareas domésticas livianas o trabaja en el jardín. Todo se suma...
Incluso si estás enfermo, frágil o discapacitado, hay muchos ejercicios seguros que puedes hacer para desarrollar tu fuerza y mejorar tu estado de ánimo, incluso desde una silla o silla de ruedas. Solo escucha a tu cuerpo y retrocede si sientes dolor.
Come bien para mantener tu estado de ánimo
Ajustar tus hábitos alimenticios como adulto mayor puede ayudarte a lidiar con los síntomas de la depresión. Comienza por minimizar el azúcar y los carbohidratos refinados. Los alimentos reconfortantes azucarados y almidonados pueden darte un impulso rápido, pero lo pagas más tarde cuando tu nivel de azúcar en la sangre falla. En cambio, concéntrate en proteínas de calidad, carbohidratos complejos y grasas saludables, que lo dejarán satisfecho y equilibrado emocionalmente.
Pasar demasiado tiempo sin comer también puede empeorar tu estado de ánimo, cansarlo e irritarlo, así que haz todo lo posible por comer algo al menos cada 3-4 horas.
Apoyar la calidad del sueño
Muchos adultos mayores luchan con problemas de sueño, particularmente con insomnio. Pero la falta de sueño empeora la depresión. Trata de dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Puedes ayudarte a ti mismo a obtener un sueño de mejor calidad evitando el alcohol y la cafeína, manteniendo un horario regular de sueño y vigilia y asegurándote de que tu habitación se mantiene oscura, tranquila y fresca.
Pasa tiempo a la luz del sol
La luz solar puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina, mejorar tu estado de ánimo y hacer frente al trastorno afectivo estacional. Siempre que sea posible, sal durante las horas del día y exponte al sol durante al menos 15 minutos al día
Aprende a distinguir cuándo buscar ayuda profesional
El tratamiento de la depresión es tan efectivo para los adultos mayores como para las personas más jóvenes. Sin embargo, dado que la depresión en los ancianos a menudo se desencadena o agrava por una situación o desafío difícil de la vida, cualquier plan de tratamiento también debe abordar ese problema. Si la soledad es la raíz de tu depresión, por ejemplo, la medicación por sí sola no va a curar el problema.
Factores de riesgo de antidepresivos
Los adultos mayores son más sensibles a los efectos secundarios de los medicamentos y vulnerables a las interacciones con otros medicamentos que están tomando. Los estudios también han encontrado que los ISRS como Prozac pueden causar una pérdida ósea rápida y un mayor riesgo de fracturas y caídas. Debido a estas preocupaciones de seguridad, los adultos mayores que toman antidepresivos deben tener un seguimiento médico riguroso.
En muchos casos, la terapia y / o los cambios saludables en el estilo de vida, como el ejercicio , pueden ser tan efectivos como los antidepresivos para aliviar la depresión, sin los efectos secundarios peligrosos.
Asesoramiento y terapia
La terapia funciona bien en la depresión porque aborda las causas subyacentes de la depresión, en lugar de solo los síntomas. El asesoramiento de apoyo puede aliviar la soledad y la desesperanza de la depresión, y ayudarte a encontrar un nuevo significado y propósito. La terapia te ayuda a superar los cambios estresantes de la vida, a recuperarte de las pérdidas y a procesar las emociones difíciles. También puede ayudarte a cambiar patrones de pensamiento negativo y desarrollar mejores habilidades de afrontamiento.
Los grupos de apoyo para la depresión, la enfermedad o el duelo lo conectan con otras personas que atraviesan los mismos desafíos. Son un lugar seguro para compartir experiencias, consejos y aliento.