Existen diferentes épocas del año durante las cuales nos apetece más hacer deporte. Normalmente, tras las vacaciones de verano y Semana Santa, o después de las largas fiestas de Navidad, es normal que muchas personas piensen en ponerse a dieta o apuntarse al gimnasio. Por eso, durante los meses de enero y septiembre suele ser cuando más personas se apuntan a un gimnasio o comienzan a hacer una dieta más sana y equilibrada con tal de perder aquellos quilos de más ganados durante las vacaciones o bien para tonificar los músculos, en el caso de que crean que es necesario para ellos empezar a realizar actividad física con tal de mejorar el estado de su figura.
Sin embargo, es esencial tomar conciencia de que no solamente el deporte nos ayudará a conseguir estos objetivos, ya bien sea perder peso o tonificar, incluso ganando volumen muscular. Para conseguir estas metas también será muy importante cuidar al detalle de la alimentación. Por lo tanto, será esencial eliminar todos aquellos productos procesados y ricos en azúcares y grasas saturadas. Una dieta sana y equilibrada no significa pasar hambre, sino comer un poco de todo de manera controlada y con las cantidades adecuadas según tus necesidades.
La importancia de una vida sana
Así pues, si crees que no estás siguiendo una alimentación sana y quieres comer de manera que puedas conseguir estos objetivos, pero obteniendo todas las vitaminas, proteínas y demás nutrientes de la comida sin poner en riesgo tu salud, lo mejor es que te pongas en contacto con un profesional de la alimentación, con tal de que pueda hacerte una dieta a medida y, poco a poco, vayas adaptando estos cambios a tu modo de vida y puedas conseguir que la dieta se convierta en una alimentación sana, disfrutando de comer bien y sin pasar hambre.
Una vez tengas cuidado de tu alimentación podrás cuidar también tu cuerpo haciendo deporte. Al igual que con la comida, es recomendable que busques un entrenador personal o un profesional del deporte que pueda guiarte. No todos los objetivos requieren los mismos ejercicios, ni todos los deportes son adecuados para todas las edades. Según tus gustos y necesidades deberás realizar unos ejercicios u otros, por lo que encontrar el que más te guste te ayudará a ser constante con el deporte y a incorporarlo muy a gusto en tu día a día.
Hago ejercicio y no sudo, ¿por qué?
No obstante, es posible que hayas comenzado a realizar deporte de manera regular y notes que, aunque te esfuerzas en realizarlo correctamente y después tienes agujetas o te sientes cansado, no consigues sudar durante esta práctica deportiva. Depende de los ejercicios que estés llevando a cabo, puede que te preguntes si realmente están teniendo el efecto deseado en tu cuerpo, puesto que solemos relacionar el hecho de sudar con la efectividad del ejercicio. Sin embargo, esto no siempre es así.
Existe la creencia popular de que mientras más se suda haciendo deporte más se ha trabajado. No obstante, esto no funciona así. Al realizar ejercicios cardiovasculares intensos es normal que se sude con mayor intensidad y rapidez, pero esto no implica que estos sean más efectivos que los trabajos de fuerza, en los cuales se tarda bastante más en empezar a sudar.
Actualmente, cada día son más las personas que entrenan la fuerza con prioridad ante el ejercicio cardiovascular, puesto que se ha demostrado que, en algunos casos, la pérdida de peso y de volumen corporal es mayor realizando estos ejercicios, incluso con pesos elevados. El ganar músculo, lo que se llama hipertrofia, no es tan fácil de conseguir, por lo que levantando peso conseguirás perder esos quilos de más, siguiendo siempre las pautas marcadas por un profesional del deporte, quien te recomendará los ejercicios de fuerza más adecuados para ti.
Además, debemos tener en cuenta que algunas personas tienen tendencia a sudar más que otras. Por ejemplo, aquellos con sobrepeso es probable que suden antes o los hombres lo harán más que las mujeres. Dependiendo de la temperatura de la sala, también puede que unas personas empiecen a sudar antes que otras, por lo que el hecho de sudar más o menos no implicará que estés trabajando con más o menos intensidad durante el deporte.
Recuerda que solamente con sudar no estás quemando calorías, sino que tu cuerpo está simplemente eliminando toxinas y buscando una manera de refrigerarse, por lo que será importante que bebas agua en pequeños sorbitos con tal de hidratarte y evitar que puedas lesionarte o, incluso, desmayarte o marearte por la deshidratación, aunque no estés sudando en grandes cantidades. Tu cuerpo está trabajando del mismo modo, por lo que no deberías preocuparte por no sudar mucho, s ino por realizar los ejercicios correctamente y con la intensidad que precisas para obtener los resultados que deseas.