Las hemorroides son una dolencia que muchos conocen bien (quizás aunque nunca antes las hayan sufrido), ya que son muy populares y es una de las enfermedades más conocidas que existen. Sin embargo hay distintos tipos de hemorroides que pueden padecer las personas dependiendo de las condiciones, por ejemplo internas o externas, sangrantes o abultadas, etcétera.
Las hemorroides son molestas y, en la mayoría de los casos, dolorosas. En ocasiones pueden llegar a sangrar y a hacer que las persona que las padece no pueda llevar a cabo su vida diaria con normalidad, porque les será muy difícil realizar acciones tan sencillas como sentarse, recostarse, dormir o incluso caminar.
Dentro de los varios tipos de hemorroides que existen nos encontramos con las hemorroides trombosadas, una de las más dolorosas de todas las que hay. En Bekia te contamos qué son las hemorroides trombosadas para que conozcas un poco mejor esta dolencia, seas capaz de identificarlas y puedas someterte lo antes posible al tratamiento adecuado para poder reducirlas y volver poco a poco a la normalidad.
Qué son las hemorroides trombosadas
Este tipo de hemorroides son de las más dolorosas que existen, aunque esto no quita que el resto de tipos de hemorroides no sean también bastante dolorosas. Las hemorroides trombosadas reciben este nombre porque en ellas se genera una pequeña trombosis dentro de la hemorroide, es decir, que se forma un coágulo dentro de la zona abultada haciendo que la sangre se quede obstruida y el bulto cada vez vaya creciendo más y convirtiéndose cada vez más doloroso debido a esta obstrucción.
Esto puede suceder tanto en las hemorroides externas como en las hemorroides internas. En el caso de las hemorroides externas es mucho más fácil de detectar porque la persona que padece esta dolencia notará una zona abultada alrededor del ano. No obstante, aquellos que tengan las hemorroides trombosadas internas sentirán la presión y el dolor de este hinchazón al hacer de vientre, al sentarse o incluso también al andar.
A veces este bulto de sangre coagulada puede llegar a reventarse parcialmente debido a la presión o a causa de un golpe y puede llegar a estriarse. Esto puede suceder también al hacer fuerte intentando defecar, lo que hará que salga una sangre muy clara y escandalosa de la misma. Además le producirá un dolor agudo al rasgarse y esta herida quedará expuesta, por lo que deberá acudir a un profesional de la salud a curársela y ponerle remedio a estas hemorroides trombosadas lo antes posible.
Tratamiento para las hemorroides trombosadas
En cuando empieces a sentir dolor al hacer de vientre, al sentarte, tengas dificultades para caminar o notes que te sangra en ano deberás acudir a un médico, farmacéutico o profesional de la salud lo antes posible. Tras examinarte, este médico o profesional de la salud, sabrá decirte si realmente estás padeciendo hemorroides y si son del tipo trombosadas. En el caso de los farmacéuticos quizás te deriven a un especialista para que pueda observar la hemorroide y darte así el mejor tratamiento.
El médico observará la dolencia y seguramente decida palparla o hacer alguna prueba de observación con mini cámaras, de este modo pueden verla perfectamente si está por dentro y, en el caso de que esté por dentro, también observan que no se haya extendido además por la parte interior. Una vez esta hecha observación, en la mayoría de los casos las personas que las padecen deben someterse a una operación con tal de eliminar el bulto, donde se encuentra el coágulo de sangre.
Para esta operación basta solamente una anestesia local y se realiza con bastante rapidez. La persona que se someta a este tratamiento deberá seguir las órdenes del profesional de la salud para mantener la zona higiénica y bien cuidada para evitar posibles complicaciones tras la operación.
Para disipar este dolor, además del tratamiento médico y la operación, podemos utilizar remedios naturales como la aplicación de hielo en la zona afectada para calmar la dolencia, además de aplicarnos cremas específicas (algunas de las cuales contienen aloe vera).
Una vez eliminadas las hemorroides trombosadas, internas o externas, y terminado todo el tratamiento, la persona podrá realizar vida normal de nuevo. No obstante, esto no implica que no vuelvan a sufrir esta dolencia, ya que tienen más tendencia que otras personas que nunca la han padecido. Lo mejor que pueden hacer es visitar al médico o el farmacéutico ante los primeros síntomas para evitar que la hemorroide siga creciendo, vaya a más y termine por generar un coágulo de nuevo causando mucho dolor a la persona que las sufre y que deba someterse otra vez a un procedimiento quirúrgico para aliviarlas.
Si no se tratan las hemorroides trombosadas a tiempo pueden llegar a causar graves problemas de salud, por lo que es muy importante que no nos esperemos a que sea demasiado tarde.