Normalmente cuando tenemos una herida o ampolla en la zona de los labios lo llamamos pupa o calentura, pero realmente se trata de herpes labial. El herpes labial es una infección de la boca, labios o encías, causada por el virus del herpes simple (VHS-1). El virus suele quedar inactivo en los tejidos nerviosos de la cara desde el momento de su infección sin producir síntomas, y cuando se activa crea las llamadas calenturas o herpes febril.
Aunque los episodios de herpes o también conocidos como "brotes" desaparezcan, el virus no desaparece, quedando latente. Por eso una sola persona puede tener varios brotes de herpes labial al año una vez ha sido contagiada. Este tipo de herpes es el más contagioso. Las formas de contagio son muy simples, desde el conocido contacto íntimo (un beso por ejemplo) hasta por compartir una bebida, utensilio usado por alguien con herpes, toallas, cuchillas, etc. Además puede transmitirse aunque no tengas ningún tipo de ampolla o herida, por lo que hay que tener especial cuidado para prevenir su contagio y no contagiar a otras personas.
Causas que pueden "despertar" el virus
Los cambios hormonales, exposición prolongada y sin protección al sol tanto en invierno como en verano, la menstruación, el frío, fatiga, niveles bajos de defensas producidos por resfriados, estados febriles o grandes episodios de estrés, son factores que pueden hacer que tu herpes labial "despierte".
Debes prestar atención si tienes alguno de estos síntomas
Puede que confundas los síntomas del herpes labial con otras afecciones comunes como resfriados o simple picazón. Pero hay que tener especial cuidado si sufres varios de estos síntomas durante unos días. Los síntomas iniciales más comunes de la primera etapa del herpes son comezón, ardor u hormigueo en los labios o la zona alrededor de la boca. Y en algunas ocasiones los síntomas pueden ser más graves, pareciéndose a los síntomas propios de un resfriado como son, dolor de garganta y dolor al tragar, fiebre o glándulas inflamadas.
Después de sufrir estos síntomas aparecen las ampollas y las úlceras acompañadas de dolor continuo. Las zonas de la boca, labios, encías o garganta son las más comunes para la aparición de estas inflamaciones. Pueden ser de diferentes tipos, desde ampollas rojas que se rompen y supuran, ampollas de color claro con líquido amarillento en su interior, hasta ampollas pequeñas que llegan a formar una más grande. Cuando estas ampollas se revientan y sanan, es cuando aparecen esas antiestéticas costras de color amarillo o marrón que suelen producir picor. Cuando las costras desaparecen la herida cicatrizará.
Es posible que el médico pida algún examen extra para determinar tu herpes labial
Con la aparición de los primeros síntomas que hemos descrito lo más recomendable es ir al médico, para evitar que empeore. Cuando vamos al médico, normalmente con un diagnóstico visual es suficiente. Si el médico lo requiere, realizará unas pruebas para estar seguro del tipo de herpes que tienes y poder recetarte un tratamiento más personal y preciso.
Existen tratamientos tanto médicos como naturales
Lo ideal es tratar el herpes labial nada más aparecen los primeros síntomas para evitarnos molestias. El tratamiento médico suele comprender medicamentos antivirales que ayudarán a que el herpes labial desaparezca más rápido y sus molestias se vean reducidas. Los fármacos más comunes son Aciclovir, Famciclovir o Valaciclovir. Es recomendable comenzar con el tratamiento antes de que aparezcan las ampollas y los síntomas sean más dolorosos e incómodos. También hay cremas antivirales o parches labiales para reducir los síntomas por unas horas, ideal para alguna emergencia donde tengas que disimular las ampollas.
Mientras el tratamiento médico está en marcha, hay algunos trucos que puedes aplicar para reducir las molestias, curar la afección con mayor rapidez y además evitar contagiar a otros miembros de tu casa
· Puedes poner hielo en la zona para reducir el dolor o comer helado para adormecer la zona.
· Es recomendable tener siempre la zona limpia, y más aún cuando las ampollas están supurando y no se ha acabado de curar. Lo mejor es lavar la zona con agua y jabón antiséptico. Utiliza tu propia toalla para evitar contagios a otras zonas de la cara y a otros miembros de tu familia. Procura no beber cosas picantes, fuertes, muy calientes o ácidas.
· Los enjuagues con agua y sal son recomendables para curar las llagas de la boca.
· En caso de que el dolor sea excesivo, puedes tomar una pastilla para el dolor como el paracetamol, que no dañará tu estómago. Consulta con tu farmacia cual es la dosis adecuada para tu peso y edad.
Los remedios naturales para curar el herpes labial son variados
Si por el contrario te decides por un tratamiento de carácter natural, los remedios de la abuela de toda la vida, existen diferentes remedios efectivos que puedes probar para curar esta afección. Pero si los síntomas persisten, lo más sensato es que pidas consejo médico.
· Puedes frotar medio diente de ajo por la zona afectada. Gracias a sus propiedades antivirales el ajo ayudará en la recuperación del herpes.
· La aplicación de un algodón impregnado con leche o té negro también puede ser de utilidad.
· Como hemos dicho anteriormente, el hielo es un buen antiinflamatorio que te ayudará a reducir las molestias. También sirve aplicar un poco de yogurt bien frío en la zona.
· Son bien conocidas las propiedades curativas del aloe vera. Aplicar un poco de pulpa de aloe vera en las ampollas y dejar que seque ayudará a cicatrizar y curar mucho antes y bajará la inflamación.
· Por último otro remedio conocido es mezclar un poco de bicarbonato de sodio en polvo con agua, hacer una pasta y aplicarla en la zona afectada por unos 15 minutos. Retira la mezcla y limpia bien la zona sin secar.
Después de aplicar cualquiera de estos remedios caseros y naturales acuérdate de limpiar los utensilios que hayas utilizado y no compartir toallas ni jabones de mano.
Un brote de herpes labial se puede prevenir
Para prevenir la activación y propagación del herpes labial puedes seguir una serie de recomendaciones básicas evitando sus desencadenantes:
· Utiliza un labial con protección a los rayos uva, los hay sin color ni olor por lo que todos pueden utilizarlo.
· Mantente hidratado por dentro y por fuera, bebe agua con regularidad para evitar que las mucosas se sequen y utiliza vaselina o hidratante labial para evitar que tus labios se resequen en exceso.
· Evita el contacto personal con alguien que tenga herpes labial, además de evitar el uso de utensilios como vasos o cubiertos con otra persona.
· Solemos tocarnos mucho la zona de la boca inconscientemente, y de ahí tocamos otras zonas de la cara, así que procura lavarte las manos con frecuencia.
· La piel de la zona de los labios es muy sensible, y muchas veces nos hacemos heridas o nos mordemos, hay que tener cuidado con estas costumbres y evitar en la mayor medida que podamos las heridas en la zona.
· Duerme suficientes horas, así evitaremos que nuestras defensas bajen.
· Reduce los episodios de estrés. Puedes practicar algún tipo de método de relajación para controlar los niveles de estrés diario.
Normalmente con un par de semanas de tratamiento, las molestias en los labios desaparecen en su mayoría y el herpes labial se retira. Ten en cuenta que es un tipo de virus que se queda "latente", por lo que puede volver a aparecer en algún momento. Si los síntomas persisten o se agravan, incluso extendiéndose a otras mucosas como los ojos, debes pedir consejo médico urgente.